lunes, 22 de agosto de 2011

Conferencia sobre los videoclips en Unioeste (Paraná/Brasil)




Fotos: Franciele Pereira

El pasado día 16 de agosto tuve el placer de compartir con mi amiga Carla Luciana Silva, profesora de Historia y experta en análisis de los media en la construcción de hegemonía en los procesos históricos, una conferencia sobre la producción de hegemonía en los medios de comunicación y los demás productos culturales. Todo ello aconteció en el campus de Unioeste en Marechal Candido Rondon (Paraná). En mi turno realicé una presentación pedagógica crítica sobre la construcción de hegemonía burguesa por medio de los videoclips mayoritariamente promocionados por las 4 grandes multinacionales ("the Big Four": Universal, Sony, EMI y Warner Music) e intenté explicar cómo funcionaba la reproducción de la ideología dominante con esos textos audiovisuales, a la par que intenté dar alguna herramienta para la lectura crítica y la producción contrahegemónica. Doy las gracias a Elis por su trabajo, que no lo tuvo nada fácil conmigo, como traductora, sin parar de moverme por el escenario. A la par que pido disculpas por mi "portunhol", también agradezco a todxs lxs que ayudaron a organizar el evento a que todo saliera tan bien (Carla, Gilberto, Marcos, etc) y en general mis felicitaciones al excelente trabajo que están haciendo todxs lxs miembros del laboratorio de "Estado e Poder", de los que estoy aprendiendo tanto. También recalcar que fueron muy interesantes las preguntas del público asistente, que esbozaron nuevos terrenos de reflexión (como el educativo) y en definitiva ayudaron a que quedara encantado con la experiencia. Al día siguiente compartí una exposición de trabajos y debate en una sesión sobre "Media e Hegemonia" donde tuve la suerte de ver entre mis compañeros unos trabajos estupendos. Mi enhorabuena a todxs.














viernes, 12 de agosto de 2011

Sociorreproduccionismo en Brasil

Ayer estuve dando una charla en el Campus de Cascavel (Paraná) de Unioeste, la universidad estadual, sobre el sistema de distribución plástica del Sociorreproduccionismo. Exponiendo este sistema democrático y socialista que ya va a cumplir casi tres años y, por cuestiones de trabajo, tenía medio abandonado. Fue una experiencia muy interesante, si bien lastimosamente por un error de imprenta en la publicidad de la programación cultural de mi conferencia, sólo apreció mi nombre y el hecho de que era artista plástico de España, sin aparecer la temática y la explicación programada (Sociorreproduccionismo, nuevo método de distribución socialista y democrático, arte revolucionario, etc). Esto hizo que mucha gente que podía estar interesada no pudiera ir, como varios asistentes me confirmaron después del acto. Quitando eso, que indudablemente fue una lástima, entre todos los asistentes se produjo un interesante debate acerca del Sociorreproduccionismo, la Cultura de Resistencia Socialista (CRS), el arte popular, la estética de la resistencia, las políticas públicas de tendencia socialista, la reproductibilidad de la obra de arte o el concepto de la autoría del artista en el capitalismo. Aquí os dejo algunas fotos del evento con los compañeros de BAIACU, la organización que me invitó, en la última foto. Espero poder retornar pronto a la ciudad de Cascavel, porque he tenido la suerte de conocer a gente maravillosa.










miércoles, 10 de agosto de 2011

La dignidad de Julio Anguita indigna a los indignos.



La dignidad de Julio Anguita indigna a los indignos:

La luz que prendió y se convertirá en fuego.


Jon Juanma


Hace poco he vuelto a ver en vídeo una charla que Julio Anguita realizó junto al desaparecido Saramago en Cáceres (Extremadura), en el año 1999, dentro de un coloquio llamado “Alternativas al neoliberalismo, la Izquierda con Saramago”1. Tuve la oportunidad de presenciarla hace tiempo en un conocido canal de streaming y, desde el primer momento, me cautivó la claridad y la pasión con la que hablaba el ex-coordinador general de Izquierda Unida y del Partido Comunista de España. Pero después de volverlo a disfrutar me veo en la obligación moral de escribir estas líneas.


Sin embargo, no se lleve el lector a engaños. Éste no es otro artículo revalidando con paralítica nostalgia “nuestras viejas glorias”: los tiempos de un PCE fuerte en la lucha antifranquista, las CCOO contestatarias de Camacho, los de una Izquierda Unida relevante con un líder peligroso para los poderes fácticos preocupados ante el hecho de tener una izquierda con un apoyo electoral superior al previamente diseñado por los restauradores borbónicos (Carrillo incluido), etc. No, no es nada de eso. No conseguiremos más que el solipsismo rebozándonos en las victorias parciales del pasado, ampliamente superadas por las derrotas del anteayer. Me da rabia cuando prestamos más atención a los álbumes de fotos descoloridos que a los proyectos de futuro pincelados en nuestras mentes con los tonos de la ilusión basada en la esperanza y el trabajo duro. Es sintomático de que estamos más muertos que vivos, más perdidos y temerosos que decididos y valientes. Este artículo no caminará por esa habitual senda obstruida. Al contrario, es un homenaje activo a un discurso, el de Julio Anguita, que desde el ayer ruge por volver a nuestros días con imperativo de presente continuo. Unos minutos audiovisuales que golpean nuestras conciencias a cada momento que lo oímos gracias al saber humano compartido transformado en tecnología comunicante2. Fotogramas y ondas que establecen un diálogo apelativo con todos nosotros en un presente que huele a futuro antes de ser pisado, pasado. Ahora, en el 2011, doce años después de aquella oratoria. Nada más y nada menos.


Al recordar la vida en primera línea política de Julio Anguita debemos señalar que siempre fue un hombre bastante incómodo para los poderes fácticos. Era un político que conectaba con el pueblo: desde fontaneros a intelectuales pasando por artistas o herreros, maestros y amas de casa, abogadas y albañiles, enfermeros y científicas republicanas. Por esa razón, la escoria vestida de Armani y habitual de clubs de golf y prados de caza, hicieron todo lo posible para llevarlo a donde lograron: al punto de la vida y la muerte, con su segundo infarto3. Sabemos del papel del grupo PRISA como ariete del PSOE en parte de ello, y el de este partido con Nueva Izquierda (y otros chiringuitos filopsoeístas) que hicieron la vida imposible a un comunista honesto, a un revolucionario abierto, despierto, solidario. Desconocemos el papel de los extensísimos servicios secretos estadounidenses y colindantes en el caso, pero lo descabellado sería pensar que nada tuvieran que ver, cuando en España siempre se han jugado tanto4 e Izquierda Unida, desgraciadamente hasta hoy, ha sido un coladero fácil para mediocres que desde el principio sólo querían cagar en la casa de la Izquierda mayoritariamente “realmente existente”5, para que los más decorosos (y no pocas veces honestos) marchasen corriendo ante las tufas ciertamente impresentables que se armaban, y se arman. Quizás algún día sepamos parte de esa historia, con sus inconfesables flujos de ceros a cuentas bancarias de nombres inciertos...


Volviendo al asunto, que me pierdo. Hacíamos hincapié en lo incómodo de Julio Anguita para los poderes fácticos, pero esa incomodidad provenía de su integridad insoslayable. Tanto es así que, incluso con los nominalmente “suyos”, también la armaba. Como cuando se atrevió a decirle a los gerifaltes del todopoderoso Partido Comunista Chino, que desde el PCE e IU no estaban para nada de acuerdo con las políticas neoliberales que estaban acometiendo con fuerza bajo la filosofía de Deng Xiaoping6. Julio era un hombre que podía unir sumando a una gran parte de la izquierda honesta que luchaba contra las expropiaciones del capitalismo neoliberal en el Estado español, desde la política y los barrios, desde fabricas y aulas, antes incluso de la firma del Tratado de Maastricht. Por eso los dos infartos, por eso más tarde llegaron los (des) tiempos de Llamazares con su conducción de IU hacia el precipicio, la cancha para los cortoplacistas sin agallas en múltiples pactos con los sociolistos7, los de la poltrona, los de... y no hablo sólo de “llamazaristas”, también acuso a no pocos vividores del PCE, liberados eternos filocomisiones y otros “viva-la vida” aledaños “nacional-reformistas” desperdigados por variadas CCAA. Siempre a la búsqueda de la excusa política para poder vivir del cuento, para justificar lo injustificable8.Pero allí estaba Anguita, luchando con un buen equipo de confianza, de outsiders de la política, peleando hasta que les fue posible contra los molinos de viento de “los mercados”, personalizados en “los medios”, siempre “independientes”, adecuadamente “anónimos”, constantemente serviles tras bambalinas a los intereses del Capital. Ese equipo de activistas heterodoxos donde se encontraba Anguita luchó más que dignamente contra las poderosas corrientes ultramarinas de un mundo triunfantemente neoliberal en aquellos años noventa, de despolitización y auge de OSG (Organizaciones Sí Gubernamentales) disfrazadas de ONG. Pero pese a las innegables derrotas, Julio no vio el final. No lo pudo ver, ni muerto, ¿cómo lo iba siquiera a rozar todavía vivo?


Hoy en día el cordobés sigue luchando, con sus conferencias en favor de la III República y el Socialismo, con su intervención en programas de TV como “59 segundos”, con su apoyo a las bases de IU en Extremadura, con su crítica a los sindicatos amarillos que a veces se (auto) proclaman teñidos de rojo, con sus artículos, etc. Él sigue, y su historia vuelve para golpear nuestras conciencias. Su voz nos reclama dignidad, y ésta, unida a su pasión, claridad y conciencia de clase anudada a todas sus energías y convicciones, se meten como un rayo en nuestras cabezas y corazones para insuflarnos vida. Desde los viejos tiempos que todavía padecemos, nos regala oxígeno revolucionario para estas difíciles horas donde todavía la hegemonía permanece del lado de la desidia. Desde los jodidos viejos tiempos que no terminan de morir, a los nuevos que podríamos dar a luz, pero que todavía no sabemos darles la bienvenida. Por ahora no tenemos más que dolores de parto y luces que nos iluminan en el tunel, como la de Anguita.


Julio siempre fue la dignidad que cegó a los indignos: al PSOE, a los poltroneros de izquierda, a la(s) burguesía(s) de este país que es Estado, a su élite de empedrados altares con sabor a oro envejecido mezclado con dominical vino y besos con sabor a cardenales. Entre ellos, Julio brillaba con la pureza del mejor pueblo, curtido y esperanzado con la fuerza de sus hijos más valientes: creyentes, agnósticos, ateos, abyectos; siempre rebeldes. Brillaba tanto que cegaba a los nuevos detentores del poder áureo transportado en bolsas cargadas de billetes que sumaban filas de ceros convertidas en letales dígitos, los cuales, movidos a la velocidad de la luz, de un parqué a otro del mundo, nos siguen aplastando, con la contrastante lentitud de la peor de las torturas. Julio Anguita, con su palabra certera y afilada, señalaba a la escoria inmunda con el virtuosismo de un paladín de la esgrima, pero con la fragilidad de alguien que sabemos humano, derribable. Desde la franqueza de una mirada que como el agua del río limpio, no ensucia, sino sana. El llamado “Califa Rojo”era y es, como todos, un animal político, pero en su caso: descarnadamente humano. No por sus bajezas, sí por sus virtudes. La primera de ellas: seguir en pie con la misma dirección y pasión a pesar de los golpes. Desde las heridas de bestia cultural que camina hacia la muerte: desde los infartos en los noventa, desde la prostitución del proyecto político que intentó construir y encabezó, desde el dolor de su hijo asesinado en una bastarda guerra genocida en 2003, Julio rezuma humanidad: doliente, brillante, digna, caballeresca y definitivamente virtuosa. Julio es razón henchida de corazón y humanidad desbordante a duras penas contenida por las paredes maestras de su pensamiento espartano-revolucionario9. Cuando el ex-coordinador de IU finalizó su etapa en el Congreso de los Diputados y rechazó cobrar la pensión vitalicia a la que entonces se podía acoger en tanto ex-parlamentario10, esa que vergonzosamente aceptaban casi todos y las televisiones no mostraban, ¿qué fue lo que hizo después el hombre que durante casi diez años encabezó el tercer partido más grande de todo el Estado? ¿A dónde fue a parar cuando los medios nos dijeron que se retiraba de la política y él advirtió que era sólo de la primera línea? ¿Quizás se fue a hacer “política” para Endesa o Gas Natural?¿A trabajar para Ruper Murdoch como Aznar11? ¿O puede que aprovechara para hacerse anfitrión de las fiestas por España del individuo más rico del mundo como un tal González12? No, no fue su caso. Julio retornó a las aulas del instituto Blas Infante, en su Córdoba natal, como profesor de secundaria hasta el día de su jubilación13. Brillantez, virtuosismo, dignidad: ceguera para los indignos, luz para los indignados. ¿No todos son iguales verdad? “El hijo de puta nos cagó el lema de que todos los políticos son la misma mierda, de izquierdas o de derechas...nos sigue dando por culo hasta cuando se larga...”, pensó más de uno, “mejor no contarlo, que luego todo se sabe...” advirtió otro antes de meterse a su limousine. Y así hicieron, no iban a cargarse todo el marketing de años de un plumazo.


Por otra parte, al ultrarevolucionario que lea esto y critique a Anguita como “eurocomunista”, “socialdemócrata”, “españolista” (sic) o no merecedor de tanto elogio, le digo que criticar se puede y se debe siempre desde la Izquierda, pero empezando por uno mismo, para calibrar la balanza. De este modo, le sugiero como medida cautelar que simplemente, antes de emitir veredictos finales (y fatales) sobre la persona de Anguita, o sobre cualquier otra, se mire al espejo con la misma contundencia escrutadora que sentencia al cordobés, y se compare, a ver qué tal sale de dicho experimento. ¿Qué hizo usted por la revolución social, cuántas horas de su vida dedicó al sueño de vernos un día libres de cadenas viviendo como iguales, a cuánto bandido se tuvo que enfrentar?


En definitiva, Julio Anguita es uno de los nuestros. Y los indignos hasta hoy temen, mas yo como indignado celebro que, seguro, nos seguirá perteneciendo: hoy, mañana y siempre. Porque si bien como marxista, en tanto materialista dialéctico e histórico, no puedo firmar un cheque en blanco por nadie, ni por mi mismo, por rojo y humanocentrista con fe testarudamente anclada en las profundidades más esperanzadoras del ser humano, apuesto a que él seguirá siendo un dolor de cabeza para los poderosos explotadores, más allá de cualquier despedida. Porque Julio no puede conocer finales en tanto es y será parte activa de lo mejor de nuestra historia viva. Con sus grandes aciertos y sus pequeños errores, el político cordobés forma parte de esa historia roja que rezuma incandescente en nuestros corazones al (re)visitar el presente en forma de espiral, una y otra vez, revolucionando nuestros espíritus sedientos de justicia, alborotándolos ante la promesa expansiva de la solidaridad revolucionaria e internacionalista que el docente de Geografía e Historia nos reclamaba desde una sala cualquiera de Cáceres que, con sus palabras, se hizo eterna.14 Ahora mismo Julio nos sigue reclamando a través del vídeo. ¿Lo oyes?.


Gracias por haber estado allí. Por seguir estando aquí.


* Jon Juanma es el pseudónimo de Jon E. Illescas Martínez.


El artículo tiene licencia Copy Left y puede ser reproducido libremente siempre que se respete la totalidad del texto, la autoría y no se persiga lucro económico con el mismo. Fue acabado el 10 de agosto de 2011. Todos los enlaces electrónicos funcionaban hasta esa fecha.


Correo del autor: jonjuanma@gmail.com

Blog: http://jonjuanma.blogspot.com/


Notas:


  1. Para ver el vídeo enlazar en: http://www.youtube.com/watch?v=E67GjCRwpjA

  2. Me refiero a la tecnología que supone el vídeo, Internet, la posibilidad de compartir nuestras propias “producciones”, etc. Fruto del trabajo humano condensado y compartido, materializado en tecnología. Por supuesto no me refiero a la empresa capitalista que provee legalmente el servicio, algo meramente coyuntural de la situación histórica capitalista actual.

  3. Ver en: http://www.elpais.com/articulo/espana/ANGUITA/_JULIO/Descansare/imposible/irritarme/pasa/dice/Anguita/elpepiesp/19980830elpepinac_9/Tes

  4. GRIMALDOS, Alfredo (2006): La Cia en España. Madrid: Debate.

  5. Descontando por supuesto, en el País Vasco y Navarra, a la izquierda abertzale.

  6. Aquel hombre fuerte del PCCh que estuvo haciendo trabajos en un campo de internamiento durante la Revolución Cultural, acusado de “restaurador capitalista”, que luego ayudó a acrecentar el capitalismo en la China posmaoístas, una vez que fue rehabilitado y consiguió ascender al puesto número 1 de mando.

  7. Término peyorativo usado por algunos colectivos en la España para referirse a los miembros del PSOE.

  8. Baste recordar el pacto de gobierno de Ezker Batua con el PNV en el País Vasco.

  9. Basta leer las declaraciones de porqué dejó de fumar cuando sufrió el primer infarto: http://www.elmundo.es/suplementos/magazine/2005/326/1135618185.html O su vida en una sencilla casa de maestro jubilado en Córdoba.

  10. Julio escribió una carta al Congreso rechazándola diciendo que: “con la pensión que le correspondía como maestro tenía bastante”. Ver en: http://cordoba.abc.es/20110309/cordoba/sevi-julio-anguita-integridad-201103090822.html

  11. Ver: http://www.elmundo.es/elmundo/2006/06/21/comunicacion/1150886632.html

  12. Ver en: http://www.vanitatis.com/noticias/carlos-slim-rico-mundo-forbes-20100312.html y http://www.vanitatis.com/noticias/slim-boda-gonzalez-clinton-gates-marquez-20101010-11325.html

  13. Entonces la jubilación era a los 65 años, y Anguita por tener suficiente años de servicio pudo prejubilarse a los 60.

  14. Gracias a un/a anónimx compañerx que lo colgó en YouTube y a quien en cierta forma le debo este artículo, si lo siente digno de homenaje; o esta nota, si más bien considera que preciso ofrecerle una disculpa.

miércoles, 3 de agosto de 2011

En medio de la madriguera del Capital (eternamente) moribundo


Ilustración: "Dante y Virgilio en el Infierno" de Bougerau (1850)

Autor del texto: Jon Juanma *

El protofascismo crece por doquier. El Capital tiene que garantizar su reproducción ampliada y clama por la destrucción de vidas para ajustar la economía de Monopoly de todos estos años de alegre consumo a la economía real: la de de callos, polvo y lumbago. El centro de sistema se desplaza y los papeles del teatro capitalista se redistribuyen tiznando las pieles claras y destiñendo no sin sobresaltos las oscuras, mientras un Planeta cada vez más enfermo (para nosotrxs) agoniza sin respetar aduanas ni certificados de residencia... Mientras tanto, la izquierda anticapitalista, a penas balbuceante, regocijante en su propia incapacidad estructural para romper esquemas, crónicamente impotente entre el trecho que separa sus palabras y sus actos, sectaria en su podredumbre creativa y esqueléticamente magra en su capacidad de confiar en todxs aquellxs que llama compañerxs, da palos de ciego preocupada por salvar los pocos muebles que le quedan y no perderse el cigarrillo de después de. El humo se sabe ortodoxo y elitista, de vanguardia de salón. En esos mismos momentos, una parte del pueblo honesto sale a la calle, se juega el propio pellejo, pero la Izquierda (o lo que queda de ella) no hizo los deberes y son muchos menos los que salen que los muchos que debieran ser por tanto. Tiempos malos para la lírica... ¿Qué decir?

Mientras tanto las máscaras de las democracias saltan a pedazos, con tal ímpetu, que incluso algunos actores y actrices de renombre, como jueces, cirujanos e ingenieros, se asustan al cerciorarse que el suelo que pisaban era de juguete y las paredes sobre las que se creían protegidos no eran más que decorados de cartón-piedra.

A una parte importante de la población mundial le esperan años terroríficos. Nada nuevo en la historia del capitalismo, llena de barro y sangre a raudales. La diferencia es que ahora lxs víctimas no serán ellxs, seremos nosotrxs. Ese nosotrxs que no pocos no fueron y ese ellxs que tampoco.

Sonó el despertador y a nadie le gusta la idea, como suele ser lógico. Para algunos llegó la hora de intentar ser mujeres y hombres de dignidad. Pero no se preocupe que la Historia siempre guarda no pocas páginas en blanco para aquellxs que prefieren seguir siendo niñxs, pasando el tiempo con juegos de infantes consentidos, apuntándose directamente a la sien con armas que no caben en sus manos, a punto de explotar... como sus cuerpos de retoños con nombre, pero sin conciencia, esparcidos por las antiguas calles abandonadas a la impotencia de los anhelos colectivos denigrados, humillados, marginados, descuartizados, barridos.

-¡Sancho, por Dios, querido Sancho, escuche!, ¡Que ya no veo molinos de viento! Deje de jugar con el consolador a pilas que ya la mayoría advirtió que con lo que andaba de menesteres no era ni bella ni doncella. -Entiendo querido Señor, pero con su permiso y su alta sapiencia le pido deje de tratarme como escudero, o de un certero golpe le aseguro le estropearé su hidalgo bigote caballeresco. Pues si bien acierta al afirmar que lo que tengo entre las piernas no es la hermana bastarda y picaresca de su amada Dulcinea, no olvide por el sagrado amor al Altísimo que al menos tiene forma de muñeca. Y al fin y al cabo ya no vivimos en la Castilla vieja sino en el bazar chino de la esquina y el shopping de las afueras.- Le dijo el borracho, obrero y desempleado, al nuevo billete de 100 pesetas que el gobierno había estrenado con el perfil del Quijote diseñado por un tal Barceló, que en el suelo se hallaba ligeramente arrugado, esperando sediento darle un dulce beso a un extenso charco de orina.

Y los molinos de viento segaron el aroma de ilusiones y los hombres y mujeres apenadxs, en lugar de plantar nuevas semillas de donde nacieran nuevas flores, prefirieron dejar de respirar, poco a poco, sin grandes sobresaltos. Al fin y al acabo, haber hecho lo contrario hubiera sido imposible, o por lo menos mucho más difícil. Mejor era esperar con cierta, pero sobrellevable angustia, la obstrucción de todos los orificios corporales. O mejor aún, para los que se la pudieran pagar, conseguir la suave y novedosa inyección letal anunciada en las noticias del Messenger. Aquella que todos los muertos consultados aseguraban, no sólo no dolía, sino que dejaba una bonita y reluciente sonrisa, a prueba de gusanos y heces.

Do you want to play again? 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1...


* Jon Juanma es el pseudónimo de Jon E. Illescas Martínez.

Blog: http://jonjuanma.blogspot.com/

Correo: jonjuanma@gmail.com