Autor: José María Tortosa
Blog: http://mundomundialtortosa.blogspot.com/
Al Qaeda. Hidra de siete cabezas que raramente ataca a su creador, pero que, cuando lo hace, éste saca provecho.
Bolonia. Brebaje que diversos cargos públicos aprovechan para deteriorar la educación universitaria y que algunos estudiantes utilizan para expresar su descontento con asuntos no incluidos en el mismo.
Corrupción. Encantamiento habitual del capitalismo tanto privado como de Estado. A pequeña escala se llama mordida. A gran escala se llama relaciones públicas, como las de Siemens o Blackwater. Alcaldes y concejales ocupan un espacio intermedio.
Creación de riqueza (también “crecimiento”). Fetiche que oculta un “esquema Ponzi” (véase) para que los ricos se hagan más ricos y que a veces se desbarata como con “Madoff” (véase). Lo normal es la candidez de creer que es posible el crecimiento exponencial indefinido.
Crisis. Íncubo que aparece y desaparece, e incluso cambia de nombre, según convenga a la campaña electoral presente o futura. Pero, como las meigas, haberla, háyla. También, magia negra para que los muy ricos reciban más dinero del contribuyente.
Economía. Cisma cátaro de la más católica ecología y que acabó triunfando sobre ella. Pretende que existen actividades del ser humano que no tienen nada que ver con nada que no sean ellas mismas.
Elecciones europeas. Ritual en el que los partidos propinan una patada hacia arriba a los militantes de categoría pero incordiantes y en el que los electores, que dudan de que sirvan para algo, aprovechan para castigar a los partidos.
Esquema Ponzi. “Proceso en el que las ganancias que obtienen los primeros inversionistas son generadas gracias a nuevos inversores que caen engañados por las promesas de obtener grandes utilidades. El sistema solo funciona si crece la cantidad de nuevas víctimas” (Tomado de Wikipedia).
Euforia. Delirio que se produce en los ritos de santería y que lleva a pensar que la “crisis” (véase) nunca se producirá. Contrario: lo que piensan los que creen que nunca acabará.
Homo oeconomicus. Véase “mulier oeconomica”
Madoff. Gnomo que habita en las alturas y que, como las sirenas, es capaz de encantar a los navegantes más ricos que creen que, porque ellos también engañan, nunca serán engañados. Se le aplica el sortilegio “quien roba a un ladrón, cien años de perdón” porque no es un caso singular: hay muchos gnomos como él en el bosque.
Medioambiente. País de Nunca-Jamás. También, ritual de suicidio colectivo.
Mercado. Aquelarre en el que los machos cabríos con información (mejor si es privilegiada) y con los contactos apropiados o tamaño suficiente abusan de los no iniciados que ni tienen tales contactos ni tamaño ni han podido acceder a dicha información que, normalmente, se les ha ocultado o que ha sido deformada.
Mulier oeconomica. Ser mítico que se caracteriza por una extrema racionalidad que evalúa continuamente los medios que aplica en función de los fines que persigue. Es raro que aparezca en las prédicas de los druidas economistas.
Naciones. Seres imaginarios que piden sacrificios humanos, cruentos o incruentos, y que, a cambio, dan sentido a la existencia a sus creyentes. Véase “Dioses”. A diferencia de éstos, tiene elecciones porque lo son o para serlo.
Nacionalización. Sortilegio practicado por los brujos para conjurar la “crisis” (véase). No confundir con “desprivatización”, magia blanca propia de hadas buenas.
Nacionalización provisional. Nacionalización que tendría que haberse producido antes.
Obama. Nigromante que hizo creer a los racistas (negros y no negros) que era negro y a los “progres” que era “progre”, pero que no engañó a las empresas financieras que le costearon la campaña. Tampoco a los sionistas.
Quiebra de la Seguridad Social. Serpiente que aparece cada diez años para convencer a nuevas generaciones para que apoyen el “esquema Ponzi” (véase) del sistema financiero dando dinero periódicamente para un quimérico fondo de pensiones.
Reyes. Personajes fabulosos de origen medieval, carentes de opinión propia, que existen mientras se cree en ellos y que desaparecen en cuanto se deja de creer. Traen juguetes, regalos, democracia, estabilidad, bienestar y otras ilusiones.
Separación Iglesia – Estado. Nirvana al que se llega cuando los cargos religiosos reconocen que sus leyes no tienen por qué ser obligatorias civilmente ya que no se basan en un orden natural sino en una fe que no todos los ciudadanos comparten y cuando los gobernantes les reconocen el derecho a la libre expresión.
ZP. Abreviatura usada en maleficios arcaicos, ya casi en desuso.
(Publicado el 7 de enero en el periodico Información - Alicante -)
1 comentario:
camarada buenisimo lo publicado pero las eltras serían mejor en blanco, el esfuerzo que he hecho para leer el artículo ha sido de admirar
saludos un abrazo jon
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