Jon
Juanma1
Advertencia al lector:
declaración de intenciones.
El
estudio que el lector tiene entre manos, no aspira a explicar o a
entender la inmensa complejidad de la llamada “Revolución
Bolivariana”. Por el contrario, pretende mostrar en primer lugar un
acercamiento al lector no familiarizado. En segundo lugar, una
reflexión a aquel que venezolano o no, haya seguido con interés el
decurso de la historia reciente del país caribeño. Y en tercer y
último lugar desearía, con más fuerza si cabe: arrojar la luz que
me sea posible sobre determinados aspectos y actores sobre los creo
que no se ha prestado suficiente atención.
Ojalá
este trabajo sirva para fomentar el pensamiento (auto) crítico y la
acción transformadora en todos aquellos que quieren construir un
nuevo sistema mundial donde se puedan cumplir las promesas de
libertad, justicia e igualdad, que el capitalismo promete pero
continuamente nos niega. Para mi análisis me basaré en materialismo
histórico, el enfoque del sistema-mundo y el amor por la búsqueda,
imposible pero necesaria, de una verdad que nos permita convivir
desde la dignidad insuperable que merecemos en tanto portadores
conscientes de vida. Una verdad aproximada, que aunque precaria y
temporal como la ciencia, es la única que nos puede servir de
basamento para una ética de la convivencia, que preserve la libertad
en la diversidad y garantice nuestra irreductible igualdad como seres
humanos. En medio de este ambicioso camino, ha quedado
la humilde investigación que en breve podrá conocer. Con honestidad
y falibilidad procuraré construir hipótesis a partir de datos
objetivos, contrastables, que dibujen algún sentido en una realidad
que nos desborda. Pero en estos días donde necesitamos dirigirnos a
algún lugar mejor so pena de perecer ante la lógica capitalista que
tiende a subsumir el mundo bajo la forma mercancía y a tratarnos
como tales (Marx), es necesario construir mapas alternativos. En
especial cuando observamos que los viejos nos dirigen una y otra vez
al mismo lugar de donde surgen todos los problemas (y los precios).
Mapas que nos ayuden a avanzar desde el amor sincero por el futuro, y
el presente, de una humanidad que no debe seguir tolerando que nadie
marque a fuego su valor, ni el tiempo de su vida o destino.
1.
Antecedentes
El
4 de febrero de 1992, Hugo Rafael Chávez Frías, teniente coronel
del Ejército de Aire Venezolano, enarboló un intento de golpe de
Estado ante la grave situación socioeconómica por la que atravesaba
el país. Los golpistas fueron detenidos y Chávez, antes de
entregarse, pactó con las autoridades declarar ante los medios de
comunicación. Ese minuto mediático fue uno de los mejor invertidos
en la historia política de la era televisiva pues Chávez conectó
directamente con el corazón de muchos desheredados del pueblo2.
Tanto fue así que, a los pocos días en los carnavales de ese año,
algunos niños se disfrazaron del carismático y desconocido militar
que saliendo de la nada, ya nunca abandonaría el paisaje cotidiano
de los venezolanos. Para alegría de unos y pesar de otros.
Hasta
ese momento Venezuela estaba gobernada por Acción Democrática (AD),
con un ejecutivo salpicado de numerosos escándalos de corrupción
que se veían agravados ante el empobrecimiento acusado de las clases
populares venezolanas fruto del seguimiento de las políticas
monetaristas y capitalistas del FMI. Acción Democrática era un
partido adscrito a la Internacional Socialista, que como todos los de
esta agrupación de la socialdemocracia internacional, después del
fin de la URSS3,
pasaron a gobernar con las doctrinas neoliberales como hoja de ruta4.
Las diferencias entre el centro-izquierda y el centro-derecha se
disipaban en la centralidad capitalista neoliberal. De hecho, algunos
de ellos ya llevaban desde los ochenta, con el triunfo de Reagan y
Thatcher, practicando esas políticas que ayudaron a contraer el
poder de la clase obrera y a exorbitar el poder de clase capitalista.
El neoliberalismo fue una actualización superestructural en la
esfera política de una realidad económica que en la base del
sistema-mundo capitalista estaba produciendo un abandono del modelo
de acumulación keneysiano o de “capitalismo imbricado” en favor
de uno de “acumulación flexible” (Harvey, 2007). El sistema
capitalista decidió relegar sus contradicciones al futuro y de este
modo comenzaron las políticas de financiarización de la economía
que prepararon nuevas y profundas crisis que volverían a poner al
sistema-mundo, con su modo de producción capitalista, en la tesitura
de renovarse o morir (2007/presente). Como apuntaron Marx y Engels,
el capitalismo es un sistema que continuamente requiere revolucionar
la sociedad para no perecer. Su necesidad incesante de acumular valor
mediante la apropiación del plusvalor producido por la clase obrera
internacional en la forma de las mercancías, produce que el capital
necesite nuevos mercados a los que subsumir5
en su lógica. Por esa razón el neoliberalismo busca nuevos mercados
donde no opera la lógica del capital, como los servicios públicos,
para que una vez privatizados muten de derechos ciudadanos a
mercancías. Mercancías, como la salud, que los pueblos deberán
comprar si no quieren morir. De este modo el capital garantiza la
continuidad de la lógica de acumulación llevándose por delante
pueblos y países enteros.
Sin
embargo el neoliberalismo venía golpeando Venezuela desde antes de
Chávez, pues tres años antes de su intento de golpe de Estado, en
febrero de 1989, se produjo el llamado “Caracazo”: un conjunto de
motines populares contra el encarecimiento de la vida provocado por
la aplicación de un salvaje paquete de medidas neoliberales
patrocinado por el FMI y Carlos Andrés Pérez. La situación se
descontroló e intervino la policía y el ejército venezolano para
aplastar a los amotinados, dejando un saldo incierto de entre 300 y 3
000 muertos. En
noviembre de 1992, el mismo año en que Chávez ascendió para
siempre a la iconosfera venezolana6,
otro militar, Hernán Grüber, lideró un nuevo intento de golpe
fracasado. Grübern era militante, como Chávez, de la organización
cívico-militar Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200)7.
Entre los sublevados de noviembre, algunos como Jesse Chacón,
acabarían ejerciendo importantes cargos en las filas chavistas
mientras que otros, como el partido Bandera Roja, serían opositores.
Un año
después de las insurrecciones militares abortadas, Pérez fue por
fin destituido. Pero no por unos golpistas sediciosos, sino por las
propias instituciones jurídicas venezolanas que lo procesaron ante
graves casos de corrupción. Posteriormente, se sucedieron en menos
de un año dos presidentes interinos hasta que en 1994 ganó las
elecciones Rafael Caldera bajo las siglas de Convergencia, apoyadas
por varios partidos de izquierda entre los que se encontraba el
Partido Comunista de Venezuela (PCV). Caldera había sido durante
muchos años el líder del centroderechista y democristiano COPEI8,
un partido con un fuerte apoyo de la Iglesia Católica, las clases
dirigentes y por supuesto Estados Unidos. Caldera abandonó COPEI y
fundó Convergencia porque perdió las primarias de su antiguo
partido para postularse como candidato presidencial. Todo ello le
permitió, con la inestimable ayuda de un oportunismo digno de
estudio, llegar a acuerdos electorales con partidos que habían sido
antagónicos a su proyecto político hasta ayer mismo. Es interesante
resaltar que Caldera, justo después del intento de golpe de Estado
de Chávez y sus compañeros del MVR-200, había pronunciado una
frase que se haría célebre entre el pueblo y los historiadores
venezolanos. A modo de exculpación, o al menos de entendimiento,
del intento de golpe, afirmó:
“Es
difícil pedirle al pueblo que se inmole por la libertad y por la
democracia, cuando piensa que la libertad y la democracia no son
capaces de darle de comer”9.
Lo
que Caldera llamaba “democracia” era en realidad capitalismo
internacional y una determinada forma histórica de Estado burgués,
pero él ni podía ni debía expresarse en esos términos pues sería
como si el mago nos explicara por dónde sale el conejo de la
chistera.
Tempranamente
el gobierno Caldera fue debilitándose a causa de una explosiva
mezcla entre la inflación galopante que sacudía el país y la
pérdida de credibilidad constante de su gabinete. Esta desconfianza
popular aumentó después que solicitara un préstamo al Fondo
Monetario Internacional. Algo que el propio Caldera, durante la
campaña electoral, había asegurado que no haría nunca. Además, el
presidente abrió PDVSA (la corporación estatal de petróleo
venezolana) a un proceso de paulatina privatización (que no se llegó
a materializar) ante la victoria de Chávez y su Polo Patriótico en
los comicios de 1998. Otro suceso importante que acaeció durante el
gobierno de Caldera, fue que éste le otorgó a Chávez el
sobreseimiento de su caso debido a las presiones que ejercieron los
partidos de izquierda que le daban estabilidad gubernamental, como
fue el caso del MAS (Movimiento Al Socialismo) y el anteriormente
citado PCV.
Después
de dos años en prisión, Hugo Chávez recuperó la libertad y aunque
al principio se mostró reacio a lanzarse como candidato presidencial
fue definitivamente convencido por Luis Miquilena (empresario
excomunista y propietario del Diaro Clarín) y José Vicente Rangel
(reconocido periodista y excandidato clásico de la izquierda
venezolana10).
Es así como en las elecciones de 1998, respaldado por la coalición
electoral Polo Patriótico (mezcla de nacionalistas, socialdemócratas
de izquierda y comunistas11),
Hugo Chávez consiguió el 56,20 % de los votos frente a su directo
rival Henrique Salas Romer que con Proyecto Venezuela
(centro-derecha) consiguió el 39,97%. Dicho esto, el 56,20% de votos
representaban el 33% del censo electoral, debido a la alta
abstención. O sea, pese a la gran diferencia con su principal
competidor, sólo uno de cada tres venezolanos con derecho a voto,
eligieron a Chávez12.
A
partir de esa fecha, debido a la dialéctica fruto del enfrentamiento
entre una oposición furibunda de derechas, con una ideología
elitista, clasista e incluso racista, y unas clases populares en
movimiento que poco a poco van instalando en el poder a algunos de
sus miembros, entramos en la configuración del escenario básico de
los años siguientes. Escenario que a modo de teatro político sería
articulado, no sin cierto maniqueísmo e intereses personales de toda
índole, por el enfrentamiento entre “chavistas/oficialistas”
(todos aquellos partidos, agrupaciones y ciudadanos a favor del
gobierno de Chávez) y “escuálidos/opositores” (todos aquellos
contrarios al gobierno de Chávez).
A finales de 1998, la llamada “Revolución Bolivariana”
conseguiría su acceso al poder del Estado con el apoyo de una parte
importante del pueblo venezolano.
2.
El gobierno Bolivariano, la dialéctica del chavismo dentro y fuera
del Estado.
2.1
1998/2007
Enfrentamiento in crescendo.
En
1998 Hugo Chávez vence en las elecciones con un proyecto de corte
nacionalista, centroizquierdista y antineoliberal que pese a ello,
huía de posicionarse como de izquierdas. Las hemerotecas nos ayudan
a recordar cuando Chávez afirmaba que “su gobierno no era de
izquierdas ni de derechas”13,
José María Aznar era “su amigo”14
y mostraba simpatías ideológicas por la tercera vía de Tony
Blair15.
Incluso declaraba buscar un “capitalismo” “con rostro humano”
para su país. En 1999 se aprobaría la vigente Constitución de la
“República Bolivariana de Venezuela”16
con el respaldo de un impresionante 71,2% de los votantes, que no
resultaba tan impresionante si atendemos a que no llegaba ni a la
mitad de la población con derecho electoral (45,9%) (CIDOB). Pero
acaba siendo notable si atendemos la usual baja participación del
pueblo venezolano debido al descrédito del sistema de partidos
imperante en la IV República. La constitución de 1961, propia de
los años del puntofijismo y la vieja República, sería substituida
por una nueva constitución de corte progresista en las libertades
civiles y los derechos sociales, mientras que se mostraba
proteccionista e intervencionista en lo económico. La nueva Carta
Magna mantuvo el apoyo de las fuerzas del Polo Patriótico y
cohesionó la ilusión en el proyecto bolivariano encabezado por Hugo
Chávez. Si bien la Constitución también daba un poder superior al
Presidente de la República y alargaba el plazo de convocatorias
electorales presidenciales de cinco a seis años.
En
2002 el gobierno de Chávez recibió un golpe de Estado que duró
tres días, hasta que una mezcla entre las presiones populares y una
parte del ejército lo restablecieron en el poder. El golpe de Estado
fue apoyado por la derecha clásica: militares, la cúpula
empresarial venezolana y sus medios de comunicación, la élite de la
Iglesia católica y al parecer por Estados Unidos con otros grupos de
capitalistas foráneos con sus gobiernos títeres, como pareciera que
fue el caso del español José María Aznar, otrora aliado de Chávez.
La ofensiva de la derecha continuó pese a la vuelta de Chávez. A
finales de año, se produjo un paro petrolero por parte de los mismos
sectores, en 2004 el referéndum revocatorio (que logró vencer
Chávez) y en 2006, en el cénit de la presión internacional y la
demonización del gobierno bolivariano en toda la prensa burguesa
mundial, Chávez volvió a vencer en las elecciones presidenciales
con su tope electoral hasta la fecha (62,84%). Esta ascensión entre
enfrentamientos con las élites y aumento electoral se vería frenada
con la pérdida del Referéndum Constitucional en diciembre de 2007.
2.2
2007/2012 Consenso
in crescendo.
A
partir de
la pérdida
del
Referéndum
Constitucional
por muy
escaso
margen
(51,01%),
el gobierno venezolano hizo una serie de gestos favorables a la
burguesía (nacional e internacional) para distender las relaciones
que estaban llegando a un punto de enfrentamiento considerable. El
nombrado referéndum intentaba reformar la Carta Magna de 1999 con
nuevos artículos más socializantes, que abrían la posibilidad de
un control mayor por parte del Estado de sectores estratégicos de la
economía, con lo cual no estaban de acuerdo sectores de derecha del
propio gobierno. La Reforma contenía a grandes rasgos: una reducción
de la jornada laboral a 6 horas, la inclusión de nuevas formas
jurídicas de propiedad socialistas, la institucionalización de las
Misiones Bolivarianas17,
un mayor poder popular en detrimento de gobernaciones y alcaldías,
la prohibición del latifundio, una mayor carga ecologista, etc. Era
un viraje a la izquierda no exento de contradicciones18.
A partir de la entrevista en el año 2008 con el Presidente de la
República de Bielorrusia, Chávez entendió que el socialismo no
debía ser necesariamente antiempresarial y en él podían tener
cabida los empresarios “patriotas”. Esto fue aprovechado por el
sector derechista del gobierno para rodear el círculo de confianza
del presidente Chávez y dar una explicación derrotista a la pérdida
del referéndum, en el sentido que el pueblo no se encontraba
preparado para “tanto socialismo”. Personajes de corte
socialdemócrata de derecha y centro en las esferas de poder
“bolivariano” como Diosdado Cabello, Jorge Rodríguez o Andrés
Izarra vieron fortalecidos sus planteamientos.
2.3
Relaciones
exteriores
El
enfoque del sistema-mundo nos enseña a entender que lo que pasa en
cualquier país del sistema no tiene que ver fundamentalmente con las
fuerzas que operan en ese territorio sino en la arena internacional.
Chávez y el chavismo con su mezcla polimorfa de sensibilidades
políticas, en todo caso de preeminencia burguesa, pero más
nacionalista y a la izquierda que la candidatura presidencialista de
Capriles en 2012 en representación de la MUD (Mesa de Unidad
Democrática, más tarde conocida como “Unidad Venezuela”), tiene
su sustento en la arena internacional en el bloque liderado por la
aspirante a potencia hegemónica internacional: China. Mientras que
la MUD, una coalición todavía más polimorfa de partidos donde la
hegemonía se sitúa en el centro-derecha tiene su sustento
internacional en el bloque liderado por Estados Unidos. En este eje
clásico estadounidense tendríamos, a grandes rasgos, los siguientes
países y organizaciones regionales del sistema mundial: Estados
Unidos, la Unión Europea, India, Japón, Australia y Corea del Sur.
En Centroamérica y Suramérica destacan México y Colombia. En
cambio, en el eje postulante liderado por China, tendríamos a:
China, Rusia, Bielorrusia, Brasil, Argentina, Irán y Corea del
Norte. En particular Rusia y China son muy importantes para el
gobierno chavista, pues la primera suministra material bélico19
y la segunda aporta financiación e inversiones directas en
territorio venezolano (además de participar en la formación de
cuadros del PSUV20).
En este sentido, los cambios ideológicos que ha producido el
“socialismo de mercado” inaugurado por Deng Xiaoping en 1978 en
el gigante asiático, también ha tenido su influencia en no pocos
dirigentes del Partido Comunista de Cuba, país que ejerce como un
gran referente y ejemplo de dignidad e independencia histórica
frente a los Estados Unidos. Por tanto, en lugar de introducir
mejoras en la democracia de base o a dejar de utilizar la ley del
valor para salir de la lógica capitalista21,
parte de la dirigencia cubana aspira a introducir reformas
procapitalistas en el mercado, sin perder la hegemonía del Partido
en la sociedad. En este sentido es curioso fijarnos en el tercer
partido (por apoyo electoral) de la coalición chavista, el
Movimiento Revolucionario Tupamaro (o TUPAMARO)22.
Compuesto por auténticos militantes con una dirigencia formada al
calor de la guerrilla urbana y con una alta formación
marxista-leninista es un partido que tiene como una de sus máximas
influencias el pensamiento de Mao Zedong23,
que está en franca devaluación entre la mayoría de los dirigentes
del PCCh24.
El
chavismo, en la comarca latinoamericana (que diría Galeano) ha
tenido mayoritariamente un componente progresista, en tanto ha
intentado unir a los países latinoamericanos, anteriormente
fragmentados cuando no enfrentados por el predominio de la política
del patio trasero patrocinada por Estados Unidos. Cabe mencionar las
iniciativas del ALBA, Petrocarible o Telesur. Venezuela ha estado a
favor de reconocer a las guerrillas colombianas como grupos
guerrilleros y no terroristas, aunque también ha entregado a
Colombia a varios miembros de las FARC. En el eje latinoamericano sus
aliados más firmes han sido la Bolivia de Evo Morales, la Cuba de
Fidel y Raúl Castro, el Ecuador de Rafael Correa y la Nicaragua del
veterano Daniel Ortega. En menor medida, pero mucho más importante
por sus pesos específicos, el chavismo ha conseguido el apoyo, o al
menos la comprensión, de Argentina y Brasil, con los Kirchner y los
gobiernos de Lula y Dilma respectivamente a la cabeza. También en
Uruguay, donde el Frente Amplio y en especial el actual presidente
del país, “Pepe” Mújica, han mantenido una buena relación con
el ejecutivo bolivariano. De hecho, el apoyo uruguayo fue clave para
la incorporación de Venezuela como miembro de pleno derecho al
Mercosur el 31 de julio de 2012.
En
Oriente Próximo y el mundo árabe, Venezuela ha jugado un papel
dual, donde se ha posicionado claramente a favor de Palestina frente
al sionismo israelí, pero donde ha mantenido también posiciones muy
polémicas como su apoyo acrítico a la Libia de Gadafi y la Siria de
Bashar al-Assad. Parece que en general, ha prevalecido un interés
geoestratégico a un eje ideológico en sus relaciones con los
líderes de los diferentes países del mundo. Ejemplo de ello fue su
reconciliación mediática (no en Venezuela) con el rey Juan Carlos
de España después de su desencuentro con el monarca en la Cumbre
Iberoamericana de 200725.
Estamos
viviendo un nuevo período que he llamado Nuevo Orden Multipolar
Transitorio (NOMT) (Illescas), fruto del fin de la URSS y la
hegemonía unipolar estadounidense. En esta nueva fase histórica del
sistema-mundo será importante saber con qué bloque se posicionará
Venezuela en caso de desatarse un nuevo conflicto internacional. La
competencia intercapitalista de los dos bloques anteriormente
expuestos (estadounidense o chino) puede llevarnos a una nueva Guerra
Mundial como pasó en la Gran Guerra, por motivos semejantes (Lenin).
Venezuela tiene una de las reservas más importantes de petróleo y
será clave tanto para un escenario bélico como otro postbélico.
Una vez pasado el período NOMT, podremos vivir un renovado período
capitalista con nueva potencia hegemónica (Arrighi, 2007) y nuevos
modelos de acumulación de capital (Fontes) o por el contrario
cambiar a un sistema-mundo no capitalista, que bien pudiera ser o
socialista, si las fuerzas populares son predominantes, o peor que el
capitalista, si las élites imponen su hegemonía y el modo de
producción capitalista ya no es viable para sus intereses
(Wallerstein). Otros autores, como Minqi Li apuntan que el ascenso de
China e India llevarán las contradicciones del sistema-mundo
capitalista a su máximo nivel, generando hambrunas y acelerando un
cambio climático que provocará que diversas partes del mundo sean
sumergidas por el mar provocando a su vez masivas migraciones. Li
propone como única salida la conformación de un sistema-mundo
socialista que afronte esas catástrofes que ocurrirían según su
criterio a mediados de este siglo XXI (Li). Si el fin del capitalismo
no coincide con el fin de la especie, quizás sí pueda cumplirse la
teleología marxista y después de siglos de capitalismo llegue
irremisiblemente un tipo de socialismo mundial (Marx y Engels), que
esperemos sepa aprender de los errores del “socialismo realmente
existente” en la URSS y satélites, por el bien de la humanidad
(Buzgalín).
3.
Chavismo como
ideología: entre el proyecto popular y el populismo.
Si atendemos a la acepción
mayoritariamente descriptiva del concepto de “ideología”
sustentada por Lenin, Gramsci o Eagleton26
(pero también por los últimos Marx y Engels), y no a la
contradictoria a la par que mayoritariamente
peyorativa expuesta por
Marx y Engels en “La ideología alemana”
(1846) en tanto “falsa
consciencia”, podríamos decir que el significado de la etiqueta
“chavismo” ha oscilado según las coyunturas y los años en los
que Chávez lleva en el poder. Pero diciendo esto no añadiríamos
nada nuevo al lector, pues lo mismo ha ocurrido con otros términos
políticos como “progresista”, “revolucionario” o
“internacionalista”, que han ido modificando su contenido
mientras el continente permanecía navegando por las tumultuosas
aguas de la historia contemporánea. Lo que sí es cierto es que en
este tiempo de mediana duración que va desde que Chávez ganó sus
primeras elecciones hasta los días en que escribo estas líneas
(1998/finales de 2012), el “chavismo” ha mantenido ciertas
constantes que cabría enumerar:
- Un izquierdismo nacionalista amplio que busca unos servicios públicos de calidad, que comprendan educación, sanidad y derechos sociales, al servicio de las mayorías venezolanas.
- Un latinoamericanismo sincero que comprende todos los países al sur de los Estados Unidos, incluidos México y el Caribe. O sea, toda aquella región conocida por la Doctrina Monroe como el “Patio Trasero” de los Estados Unidos. Su proyecto internacional se basa en la doctrina de Bolívar y también recoge referentes como el revolucionario y poeta cubano José Martí o el guerrillero marxista Ernesto Che Guevara.
- Un nacionalismo militante, digno contra el imperialismo de EEUU, a veces estridente en la propaganda, por momentos rozando el ridículo y en otros recordando el chauvinismo rancio de actores tan disímiles como los Estados Unidos o Corea del Norte27.
- Un amor a prueba de bombas por Hugo Chávez, que va desde el sincero reconocimiento a sus cualidades como estadista y “revolucionario” hasta el fanatismo propio de los fenómenos de fans de la industria cultural o las teologías más exaltadas de las religiones monoteístas.
- Ser un aglutinante para englobar a una mezcla difícil de partidarios que incluye familias que de otro modo podrían tener una convivencia muy complicada entre cristianos progresistas, musulmanes, marxistas-leninistas, socialdemócratas nacionalistas, trotskistas, filomaoístas y nacionalistas de toda índole.
No
es que Chávez realmente tenga tanto poder teórico (sí de
convicción) como para establecer una ideología coherente y orgánica
seguida por todos sus partidarios, es que sus partidarios no tienen
un plan mejor que los unifique. Chávez y el chavismo es una
necesidad marcada por la impotencia de los nacionalistas, los
socialdemócratas y los comunistas de casi todo signo de desplegar su
propio programa con el apoyo del pueblo. A rebufo de la velocidad que
les proporciona la vela del chavismo, al menos, navegan. Los más
formados políticamente, como el PCV o los Tupamaro, albergan
esperanzas de ir cultivando las consciencias del pueblo chavista para
hacerlos superar este estadio que tiene mucho que ver con el mito
infantil del superhéroe, donde el pueblo delega responsabilidades en
el líder/héroe para que le salven la papeleta28.
Y estos grupos lo esperan conseguir como el viejo topo, escapando de
los fuertes vientos de la superficie, que provienen de la hegemonía
capitalista imperante en el sistema-mundo y en sectores del propio
gobierno chavista.
4.
Chávez, el hombre político por excelencia.
4.1
Chávez, el
histriónico estadista, la bestia política.
En
Chávez hay en síntesis al menos dos relatos maniqueos y hegemónicos
con diversos subrelatos, y uno alternativo que es el que voy a
proponer. Los dos primeros vendrían de dos sectores enfrentados, que
Chávez últimamente intenta unificar con una campaña de marketing
centrista y centrada en el eslogan de la “unidad nacional”. Los
dos fueron nítidamente antagónicos desde 1998 hasta el día después
del Referéndum Constitucional de diciembre de 2007. El primer relato
vendría sostenido por la derecha sociológica venezolana y los
medios burgueses internacionales (sin importar si son de derecha,
centro o centro-izquierda):
Relato
1: “Chávez, el autoritario maleducado”:
Según este
relato Chávez vendría a ser un protodictador, cuando no un dictador
sin dictadura. Lo cual resulta muy curioso cuando no directamente una
descarada antinomia. Chávez sería así un militar golpista de corte
nacionalista con una ideología desgastada y totalmente obsoleta,
cercana al marxismo “trasnochado” de países como Cuba o la
extinta URSS. Hugo Chávez sería pues una emanación pestilente de
un pasado caduco (con su proyecto anti-EEUU y anti-libre mercado),
un recuerdo incómodo ajeno a la lógica liberal del mercado
triunfante en el sistema-mundo29.
Por tanto lo que habría que hacer con él, cuanto antes, es
devolverlo al pasado de donde procede. Para ello, y dependiendo de
las sensibilidades de derecha que se manifiesten simpatizantes de
este relato, los métodos irían desde un aislamiento diplomático y
comercial combinado con un empoderamiento comunicacional y monetario
de la oposición “democrática” (ergo, neoliberal) que “sí
respeta los derechos humanos y la legalidad institucional” (ergo el
derecho capitalista), dándoles garantías a los inversores
extranjeros. Esto es: dándole seguridad política a los de siempre,
de que podrán extraer las plusvalías que antaño succionaban de la
clase trabajadora venezolana.
Relato
2: “Chávez, el valiente héroe antiimperialista y prosocialista”:
Este otro
relato, antagónico del anteriormente narrado, reside en la fe de
algunos que ven a Chávez, por su discurso y por sus reiterados
enfrentamientos con los poderes fácticos (golpe de Estado derechista
de 2002, paro petrolero, elecciones presidenciales de 2006, etc.)
como un líder panamericano verdaderamente revolucionario que quiere,
como el Che (y antes Martí o Bolívar, forzando un poco la
historia), vertebrar la unidad de Latinoamérica en unas sociedades
crecientemente socialistas. Es un relato un tanto superficial con el
que opera la mayoría de la izquierda venezolana y la izquierda
mundial políticamente organizada (excepto la mayoría de maoístas y
algunos otros marxistas-leninistas de diversas tendencias como
trostkistas, neoestalinistas, etc.). Es notorio que este relato es
promocionado directamente, también, por el propio Chávez que en su
cuenta oficial de Twitter se autodefine como “Soldado Bolivariano,
Socialista y Antiimperialista”.
Me
gustaría
proponer
desde estas
páginas
otra visión
de Chávez
que no
es una
tercera vía
en el
sentido
centrista
adoptado
por el
proyecto
político
de Tony
Blair y
Anthony
Giddens en
Reino
Unido. No
pretendo no
“mojarme”
y parecer
equidistante
entre
“chavistas”
y
“opositores”.
Al
contrario,
es un
intento de
esbozo
desde la
tradición
marxista
revolucionaria,
no
dogmática
pero
radical30,
para
comprender
este
fenómeno
caribeño
que tiene
ecos
latinoamericanos
e incluso
mundiales,
llamado
chavismo.
Para esbozar este tercer relato alternativo,
quiero
apoyarme
en
los
“Cuadernos
de
la
Cárcel”
de
Antonio
Gramsci
cuando
sobre
el
fenómeno
del
cesarismo afirmaba:
Se
puede
decir
que
el
cesarismo
expresa
una
situación
en
la
cual
las
fuerzas
en
lucha
se
equilibran
de
modo
catastrófico,
o
sea
que
se
equilibran
de
modo
que
la
continuación
de
la
lucha
no
puede
concluir
más
que
con
la
destrucción
recíproca.
Cuando
la
fuerza
progresista
A
lucha
contra
la
fuerza
regresiva
B,
puede
suceder
no
sólo
que
A
venza
a
B
o
B
venza
a
A,
puede
suceder
también
que
no
venzan
ni
A
ni
B,
sino
que
se
agoten
recíprocamente
y
una
tercera
fuerza
C
intervenga
desde
fuera
sometiendo
lo
que
queda
de
A
y
de
B.
En
Italia,
después
de
la
muerte
del
Magnífico,
sucedió
precisamente
esto,
como
sucedió
en
el
mundo
antiguo
con
las
invasiones
de
los
bárbaros.
Pero
el
cesarismo,
si
bien
expresa
siempre
la
solución
"arbitral",
confiada
a
una
gran
personalidad
[en
nuestro
caso
Chávez],
de
una
situación
histórico-política
caracterizada
por
un
equilibrio
de
fuerzas
de
perspectivas
catastróficas,
no
siempre
tiene
el
mismo
significado
histórico.”
(Gramsci,
1999
Tomo
V:65)
Para
Gramsci,
como para
Marx, a
diferencia
del
fenómeno
del
“bonapartismo”
que siempre
es
reaccionario,
el
“cesarismo”
podía ser
reaccionario
pero
también
progresista,
en palabras
del
revolucionario
y teórico
italiano:
Puede
haber
un
cesarismo
progresista
y
uno
regresivo,
el
significado
exacto
de
cada
forma
de
cesarismo,
en
último
análisis,
puede
ser
reconstruido
por
la
historia
concreta
y
no
por
un
esquema
sociológico.
Es
progresista
el
cesarismo
cuando
su
intervención
ayuda
a
la
fuerza
progresista
a
triunfar
aunque
sea
con
ciertos
compromisos
y
atemperamientos
limitativos
de
la
victoria;
es
regresivo
cuando
su
intervención
ayuda
a
triunfar
a
la
fuerza
regresiva,
también
en
este
caso
con
ciertos
compromisos
y
limitaciones,
que
sin
embargo
poseen
un
valor,
un
alcance
y
un
significado
distintos
que
en
el
caso
precedente.
César
o
Napoleón
I
son
ejemplos
de
cesarismo
progresista.
Napoleón
III
y
Bismarck
de
cesarismo
regresivo.
Se
trata
de
ver
si
en
la
dialéctica
"revolución-restauración"
es
el
elemento
revolución
o
el
elemento
restauración
el
que
prevalece,
porque
es
cierto
que
en
el
movimiento
histórico
no
se
retrocede
jamás
y
no
existen
restauraciones
"in
toto".(Ibid)
El
cesarismo
se da
en aquellos
contextos
donde la
correlación
entre
fuerzas
políticas
en pugna
es muy
similar y
por tanto
no hay
un ganador
previsible.
Tanto el
cesarismo
como el
bonapartismo
se
caracterizan
por altas
dosis de
culto a
la
personalidad.
En mi
opinión el
cesarismo
chavista
sirvió en
un
principio
para
aglutinar
fuerzas
dispersas
enfrentadas
a la
lógica
neoliberal
y agrupadas
en los
partidos
que dieron
aliento a
la
coalición
electoral
del Polo
Patriótico.
Lo único
que tenían
en común
los
nacionalistas,
los
socialdemócratas
de
izquierda,
los
eurocomunistas
y los
marxistas-leninistas
del PCV
era su
anti-neoliberalismo.
¿Pero
fuera de
ello qué?
No había
un proyecto
común. Así
que cuando
ese
neoliberalismo
ya se
había
subvertido,
o al
menos las
fuerzas
políticas
que lo
encarnaban
fueron
derrotadas
de cara
a la
galería
(mediante
las
reiteradas
elecciones
donde el
chavismo
venció),
estas
mismas
fuerzas
substituyeron
el
enfrentamiento
directo por
el entrismo
troyano.
“Si no
puedes
vencer al
enemigo,
únete a
él”,
una
conocida
consigna de
la guerra
desde la
Antigüedad
y los
tiempos del
estratega
chino Sun
Tzu. Es
así como
tras la
superficie
chavista
reluciente
y
victoriosa
desde las
elecciones
de 2004
para la
Asamblea
Nacional y
las
presidenciales
de 2006,
¡sin
oposición
para
redactar
leyes desde
2004 a
2010! se
esconde una
lucha de
clases
silenciosa31.
Desde 2004 a 2010, con toda la asamblea legislativa controlada por el
chavismo, éste no fue capaz de redactar una nueva Ley del Trabajo
que substituyera a la de la IV República. ¿Qué clase de revolución
es esa? ¿Revolución o más bien nuevo estadio en la lucha de clases
de larga duración (long durée32)?
4.2
Chávez, un hombre
atrapado en su propaganda. Sobre el culto a la personalidad.
Empecemos
admitiendo que en Venezuela sí hay un poderoso culto a la
personalidad desde el pueblo y desde las instituciones. De parte del
pueblo, espontáneamente, y de las instituciones, organizadamente
como estrategia comunicacional tendente a contraatacar el culto a la
“demonización” de Chávez propuesto por los medios
antichavistas. Esta política institucional también se produce
porque los revolucionarios no tienen casi ningún cargo de
importancia, pues estos son copados por los socialdemócratas de
derecha e izquierda (pocos). Ambos, pueblo e instituciones
oficialistas apoyan a Hugo Rafael Chávez Frías, el hombre detrás
de la “revolución bolivariana”, pero, ¿quién es él realmente?
Como
apuntó Heráclito, nadie puede cruzar dos veces el mismo río, pues
el río ya ha cambiado y el que lo cruza también. En el caso de la
evolución de las personas, se producen constantes y variables y a
veces también revoluciones drásticas en su personalidad: avances y
retrocesos fruto de diferentes adaptaciones o negaciones. Para el
caso de Chávez, como para cualquier mortal, también se aplica esta
ley. Aquel hombre desconocido que con 37 años liderara la intentona
golpista contra Pérez en 1992, no es el mismo que mientras escribo
estas líneas se enfrenta a un cáncer con 58 años. Antes era el
teniente coronel de un país empobrecido de la periferia del sistema.
Hoy es el presidente de un país de la semiperiferia, además de uno
de los rostros políticos más reconocibles del panorama
internacional. ¿Quién es hoy Hugo Chávez? Es una pregunta
demasiado ambiciosa para poder contestarla, se requeriría de un
estudio profundo y minucioso de su evolución psíquico-física
durante estos años en que ha vivido en el epicentro del poder
venezolano. Pero también se requeriría un estudio de su infancia y
su desarrollo adolescente, su juventud, etc. Quien les escribe está
lejos de poder afrontar semejante empresa investigadora. Simplemente,
reflexionaré trazando algunos esbozos que armados de una observación
atenta y buen sentido común, fácilmente podremos establecer. En
principio parecerán cuestiones obvias, pero sentarán las bases para
un análisis más agudo de la cuestión.
Desde
1992 a 2012 han pasado 20 años, dos décadas, y Chávez ha
envejecido. También ha engordado considerablemente. En cuanto a su
importancia social, objetivamente, desde que es el presidente de una
república fuertemente presidencialista como la venezolana, ha pasado
a tener un poder social muchas veces multiplicado al que tuvo como
desconocido teniente coronel del ejército venezolano. Vox
populi es que el
poder corrompe, o al menos puede corromper a las personas y desde
luego también desgastarlas. El estrés y la responsabilidad de tales
cargos, junto a las diversas y múltiples presiones que se enfrentan,
producen un acelerado envejecimiento y desgaste de sus rasgos. Es
común que tengan un proceso de acelerado descolgamiento en la
mirada, alopecia o caneamiento del cabello. Como decía Lincoln,
“Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si queréis probar
el carácter de un hombre dadle poder”. Del mismo modo que la
carencia casi absoluta de poder en el entramado de relaciones
sociales marca a la persona (pensemos en un parado de larga duración
o una persona sin techo, su baja autoestima, tendencia a la depresión
y la drogadicción, etc.), el mantenimiento de un gran poder durante
largo tiempo también puede erosionar la personalidad en un sentido
adverso (megalomanía, despotismo, narcisismo patológico, sed de
dominación, etc.). Aceptemos varias premisas básicas:
- Chávez, como presidente de una república durante más de una década, tiene un poder muy superior respecto al que tiene una persona media (“plusvalía de poder”). De hecho superior a la mayoría de presidentes del mundo, pues lo común es que éstos permanezcan en el cargo entre cuatro y ocho años. Sin embargo, interesante es anotar que es inferior al que retiene cualquier magnate capitalista de un banco transnacional que permanece en la dirección hasta su muerte.
- Dicho lo cual hay que admitir que su poder es legítimo en tanto ha sido democráticamente electo. Al menos, respecto a la legalidad de la democracia burguesa venezolana. El pueblo, de un modo más o menos mayoritario, ha ratificado a Chávez en el poder hasta el día de hoy y la oposición que ha generado se ha mantenido inferior al número de sus votantes desde 1998. Si bien es cierto que el porcentaje de sus opositores aumenta desde finales de 2007.
- Chávez no se proclamó socialista hasta 2004/5. Es de los pocos casos, en que un presidente de un país se ha radicalizado estando en el poder. Chávez, a diferencia de la mayoría de los activistas o militantes de cualquier partido de izquierdas, se ha formado mientras ejercía el cargo político más importante de su país. Anteriormente, sus conocimientos se encontraban en la arena de lo “políticamente correcto”, del centrismo político.
- Chávez estuvo a punto de morir en el golpe de Estado de 2002, como el mismo relató repetidas veces y eso deja temores, fortalece o ablanda la psicología del individuo. Chávez, desde que volvió al poder ha mantenido una política excesivamente generosa para sus bases, de amnistiar a los culpables del golpe de Estado de 2002.
Tras
el golpe, Hugo Chávez fue preso en la isla de La Orchila por los
golpistas y allí sintió que su vida corría serio peligro. No sería
descabellado, que después de este “incidente”, Hugo Rafael
Chávez Frías, el hombre de carne y hueso ahora enfermo de cáncer,
tuviera miedo a morir en una intentona de nuevo tipo. Tras el paro
petrolero que sufrió a finales del mismo año por prácticamente las
mismas fuerzas de la reacción, Chávez se reunió en 2004 con
Gustavo Cisneros, al que acusó de participar en el golpe de Estado
de 2002, y a quien había llamado “fascista”. Tras esta reunión,
auspiciada nada menos que por el ex-presidente de los Estados Unidos
Jimmy Carter, el canal del magnate Cisneros suavizó sus críticas a
Chávez e incluso otorgó un más que razonable tiempo mediático a
los políticos chavistas. En 2007, tres años después de esa
reunión, el ejecutivo venezolano no renovó al canal privado y
opositor RCTV del espectro radioeléctrico venezolano, lo que
significaba que a partir de ese momento RCTV dejaría de emitir en
abierto y sólo podría hacerlo por cable33.
Esto significaría que RCTV, y su propietario el magnate de medios
Marcel Granier, dejarían de ganar tanto dinero. Cuando RCTV emitía
en abierto recibía cuantiosos ingresos de los anunciantes por ser
uno de los dos canales más vistos en Venezuela. A partir de la no
renovación, deberían basar su negocio en las cuotas de los socios.
¿Quién fue el gran beneficiado? El canal Venevisión, propiedad de
Cisneros. Venevisión, con su máximo competidor fuera de juego
(RCTV), aumentó sus ingresos publicitarios sustancialmente. Cisneros
es un magnate muy poderoso no sólo en Venezuela, tiene relaciones
con la élite estadounidense, como lo acredita que el propio
expresidente Carter mediara para su reunión con Chávez34,
pero también con la española para conectar con el mercado
europeo35.
A
tenor de los hechos, no sería nada alocado pensar que Chávez, que
nunca fue socialista en el sentido de anticapitalista, y sí más
bien un socialdemócrata nacionalista que quería que sus
compatriotas vivieran mejor, optara por una estrategia de atraerse a
una parte de la burguesía para utilizarla de apoyo para destruir a
la otra burguesía más recalcitrantemente opositora y repartir sus
activos entre el pueblo y la burguesía colaboradora. De este modo se
apropiaba de ciertos medios, despejándole la competencia y
regalándole una mayor cuota de mercado a la burguesía
colaboracionista, garantizándole un mercado empoderado por la
financiarización promovida por el Estado rentista petrolero y un
respeto jurídico (total o provisorio) para sus negocios. ¿Táctica
revolucionaria para avanzar o proyecto nacionalista burgués? Con
este accionar, las contradicciones entre capital y trabajo, serían
desplazadas temporalmente a un futuro que luego se vería no tan
lejano, atendiendo a la conflictividad laboral en numerosas empresas
estatales como PDVSA, el sector educativo o SIDOR.
5.
La
boliburguesía
o
durmiendo
con
el
enemigo.
En
tiempos de
la
Revolución
Cultural
en China
había una
expresión
utilizada
con mucha
frecuencia
en el
mandarín
de aquellos
años que
decía:
Dazhe
Hongqi
Fan
Hongqi.
Se
podría
traducir
como
“Agitar
la bandera
roja para
oponerse a
la bandera
roja”.
Con ello
el pueblo
chino se
refería a
aquellos
que eran
adversarios
de Mao
Zedong y
sus ideas,
y para
disimular
sus
verdaderas
intenciones
se hacían
pasar por
sus más
fervientes
partidarios
(Daubier).
Esto mismo
es lo
que sucede
en
Venezuela
con Chávez
y muchos
de los
políticos autoproclamados “chavistas”, “patriotas”,
“revolucionarios”, “socialistas” o vaya usted a saber qué
toca para la ocasión.
Muchos agitan la bandera pero sin viento que la ondee. Quien
les escribe
no sabría
indicar al
lector si
realmente
esto sucede
porque
dichos “líderes” estén
en contra
de Chávez
o porque
estén en
contra de
las ideas
prosocialistas
que éste
dice
defender.
Con esto quiero decir que no sé si Chávez realmente es un
socialista convencido o más bien se queda en un exmilitar de corte
nacionalista y socialdemócrata36
metido en abanderado del socialismo por casualidad histórica. Quizás
vivamos en un tiempo en que para llevar un mínimo de calidad de vida
a las mayorías de un país semiperiférico como Venezuela, quizás
haya que montar un simulacro de revolución (que asuste a las élites)
para evitar el aplastamiento de la hegemonía neoliberal, mayoritaria
en los gobiernos del sistema-mundo.
Se
ha
producido
casos de
políticos
como
Diosdado
Cabello
(exvicepresidente
de la
República
cuando
Chávez fue
arrestado
por los
golpistas
en 2002,
ex-gobernador
del Estado
Miranda y
actual
presidente
de la
Asamblea
Nacional),
que han
sido
ampliamente
repudiados
por el
pueblo en
elecciones
estaduales,
que son
en nada
queridos
por las
bases
chavistas
de
izquierda,
pero que
fracaso
tras
fracaso
siguen
mereciendo
la
confianza
de Chávez,
que los
reubica en
nuevos
importantes
cargos. Por
otra parte
está el
tema,
promovido
por el
gobierno,
de los
“empresarios
bolivarianos”,
lo que
para
algunos
economistas
marxistas
venezolanos
como Manuel
Sutherland,
miembro de
la ALEM37,
consiste
un
auténtico
disparate
contrario a
las leyes
del
desarrollo
capitalista
actualmente
existente.
Para Chávez
pareciera
que todo
empresario
es
“patriota”
o
“bolivariano”
en tanto
respete sus
políticas
de
gobierno,
como ya vimos con el
señor Cisneros y se vería con otros tantos más.
6.
¿Rumbo al
socialismo?
A algunos prohombres de la llamada
“derecha endógena” o “derecha chavista” como Diosdado
Cabello les encanta decir que en Venezuela ya hay socialismo. Por su
parte Chávez unas veces afirma que ya hay socialismo en la patria de
Bolívar y otras que van rumbo al mismo. Unas veces, con apenas días
de diferencia, celebra que el PIB cae porque el capitalismo se
derrumba en Venezuela y otras que sube por mérito de su gobierno
“revolucionario”38.
Pero lo cierto es que en un país donde, después de más de una
década39
de supuesta revolución, el 2% de la población (grandes
terratenientes) acaparan el 55% de las tierras y el sector privado
controla más del 70% del PIB, se nos hace difícil hablar de
revolución de ningún tipo. Para Sutherland, en Venezuela lo que hay
es “un gobierno de carácter militar, nacionalista y
socialdemócrata”. Además, la petrolera PDVSA, gran bastión
“revolucionario” del gobierno venezolano, si bien es de mayoría
accionarial estatal tiene acuerdos de cooperación con las burguesías
de veintitrés países donde no hay ninguna supuesta “revolución”
y por tanto tendemos a creer que se consideran “capitalistas”.
Parece que el ejecutivo venezolano es un conjunto poliforme de
políticos de diversas tendencias (lo dicho: socialdemócratas de
derecha, centro e izquierda) junto con militares que la única
sensibilidad que comparten con los anteriores es un nacionalismo que
ellos llaman “patriotismo” y se enzarza entre la figura de
Bolívar y Chávez, como dicta la propaganda oficial de regusto
hagiográfico.
Si a un proceso de reformas
socialdemócratas le llaman “revolución” es porque en este
momento el capitalismo no puede permitir ni ese grado de disenso (que
sí pudo aceptar mientras existía la amenaza de la URSS40)
menos en un país históricamente de la periferia del sistema. Es por
ello que las fuerzas poliformes del ejecutivo chavista pudieron
adquirir un mínimo de cohesión que no las hiciera saltar a pedazos
a la primera escaramuza con sus rivales políticos. El socialismo
venezolano o bolivariano, en todo caso “chavista”, es tan laxo
que como el mismo Chávez afirmó en él caben los terratenientes
siempre que respeten la legalidad “bolivariana” y desde luego
grandes empresarios como el señor Mendoza, que también hace
negocios con capitalistas españoles en suelo venezolano41.
Y por supuesto, como señalamos anteriormente, son bienvenidos
aquellos capitalistas que se dediquen al negocio de la comunicación
y sean moderados con su línea editorial (Cisneros/Televen).
El
socialismo no es poder de consumo en base a la financiarización o al
acceso a la renta petrolera, es mucho más. Porque si bien es verdad
que hay menos pobres en Venezuela, también es cierto que los hay
porque una parte de la plusvalía mundial la están recibiendo sus
trabajadores mediante el acceso a la renta petrolera. Según la
CEPAL, con el ejecutivo presidido por Chávez, la pobreza se redujo
del 48,6% en 2002 al 27,8% en 2010, mientras que la pobreza extrema
pasó del 22,2% al 10,7%42.
Unas reducciones muy importantes, cuando en la mayoría de los países
del mundo la tónica es a ampliarla. Pero también es cierto que
actualmente algunos super ricos venezolanos son más ricos que antes
de Chávez43,
de hecho Venezuela es el séptimo país con más super ricos de
Latinoamérica44.
En cambio, las diferencias generales entre el 20% más rico y el 20%
más pobre se han reducido hasta el punto de ser el país menos
desigual de América Latina en el año 200945.
Ha disminuido tanto la pobreza absoluta como la relativa.
Pese a ello
Venezuela sigue teniendo un índice de desigualdad, según datos de
2011, superior a países de la antigua URSS como Letonia o Estonia,
después de más de veinte años de capitalismo. Pero también tiene
una desigualdad mayor que países tan capitalistas como Corea del
Sur, Grecia o España (con datos actualizados de la crisis)46
o incluso con respecto a los de su liga histórica de la
semiperiferia periférica: como Níger, Indonesia o Mongolia47.
Según Sutherland, para el año 2010, después de once años de
gobierno “bolivariano”, el 71% del PIB venezolano estaba
controlado por el sector privado mientras que el controlado por el
Estado sólo alcanzaba el 29%. Lo curioso, cuanto menos, es que en el
año en que Chávez comenzó a gobernar, la parte del PIB
correspondiente al Estado era ligeramente más favorable (32%)48.
Sutherland culpa de ello a los planes del Estado y a la burguesía
venezolana, pues la segunda no podría obtener unas ganancias tan
grandes sin la ayuda del Estado49.
PDVSA, la petrolera estatal, genera el 96% de divisas disponibles y
mediante el control de cambio por parte del Estado, esa renta
petrolera llega a las manos de una burguesía rentista e improductiva
que se dedica a importar productos y venderlos en Venezuela a precios
desorbitados. Pura especulación fruto de décadas de rentismo. De
hecho, la burguesía venezolana llega a un nivel de parasitismo en el
que importa 9 veces lo que exporta, que “de esa mísera exportación
no petrolera, más del 80 % consta de minerales extraídos con bajo
procesamiento50.”
Por tanto, en este tiempo, y pese a la propaganda oficial, el Estado
no se ha hecho más grande, sino ligeramente más pequeño en cuanto
a su participación en la economía venezolana, inserta por completo,
no nos olvidemos nunca, en el sistema-mundo capitalista. Estas cifras
deberían ser suficientes para derribar el mito chavista del
“empresario bolivariano”51.
Respecto
al socialismo agrario, Chávez llego a afirmar que apoyaría a los
terratenientes, lo cual va contra la propia Constitución venezolana
promovida por su gobierno. Chávez declaró respetar a los
terratenientes a condición que produjeran:
“Una
extensión
de
75
mil
hectáreas,
de
100
mil
hectáreas,
por
más
que
me
vengas
a
sustentarlo,
es
un
latifundio,
a
menos
que
tengas
100
mil
cabezas
de
ganado.
Ah
bueno,
soy
capaz
de
respetarte,
siempre
y
cuando
me
des
el
ganado
a
precio
regulado
para
el
pueblo
venezolano."
(Chávez
dixit)52
Ergo
el presidente supuestamente “revolucionario” de un país “rumbo
al socialismo” se comprometió públicamente a respetar a los
terratenientes que tuvieran tierras del tamaño semejante o mayor que
grandes ciudades como Madrid, París o Río de Janeiro53.
Con la única condición que produjeran, ergo que explotaran a los
trabajadores y acumularan capital siempre que dejaran alguna migaja
de los beneficios en el país. Curioso socialismo este.
Sin
embargo, para ser justos debemos admitir que lo que sí se ha
producido en Venezuela con el Gobierno de Chávez es un
empoderamiento simbólico de todos los empobrecidos. Por primera vez
se les ha dado la palabra y se ha contado con ellos como actores
políticos protagónicos54.
Para algunos analistas y militantes venezolanos, no sin razón, este,
y no otro, puede ser considerado el mayor logro de la Revolución
Bolivariana. Revolución que en caso de serlo, a día de hoy no es
socialista, pero sí ha servido para alzar la voz de los empobrecidos
dignificándolos.
7.
Una impostura
“socialista”
llamada PSUV
El
Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV), debe ser, a buen
seguro, uno de los partidos de izquierda más antidemocráticos y
caudillistas existentes en el mundo. Sus estatutos, aprobados con los
mismos métodos, son expresión de la lógica chavista del dedazo y
la obediencia ciega del militarismo que procede del propio estilo de
Chávez y sus compañeros exmilitares desde los tiempos del MBR-200.
Sin embargo, este personalismo, no proviene de Chávez en exclusiva,
sino que para sorpresa del analista no venezolano, fue demandado por
muchos seguidores/militantes que no se fían de la mayoría de los
pesos pesados del chavismo pero sí de Chávez. Es tal el grado de
personalismo al que llega el PSUV que en el artículo 3 relativo a
valores y principios se dice que “todo ello inspirado en el
liderazgo fundamental e ideas revolucionarias del Comandante Hugo
Chávez”. En el 9.1, en relación a los deberes del militante se
incluye la defensa de “su líder” cuando afirma: “Defender la
Patria, la Revolución y su líder y el PSUV” Entonces, ¿qué pasa
si su líder se corrompe o toma un camino contrario a la voluntad de
la mayoría de la organización? ¿Su líder es infalible como Dios?
¿Y si se vuelve loco?
Por
otra parte, si bien Chávez y por ende el PSUV no asumen el marxismo,
ni mucho menos el marxismo-leninismo55,
sí acogen aquello que les interesa como el “centralismo
democrático” cuando hablan de los principios organizativos, quizás
porque eso garantiza “...la subordinación del conjunto de la
organización a la dirección; la subordinación de todos los
militantes a sus organismos; la subordinación de los organismos
inferiores a los superiores; la subordinación de la minoría a la
mayoría...” En el 9.4 se habla directamente de: “Acatar y
cumplir los lineamientos e instrucciones, emanadas de las distintas
instancias de dirección del partido.” Demasiadas subordinaciones y
acatamientos para tan pocas garantías de que se cumple el otro
principio del centralismo democrático leninista, aquel que garantiza
que la información, y los mandatos, emanan también de abajo a
arriba y no solo de arriba a abajo, como ocurre en el Ejército.
Además, los militantes sólo pueden establecer críticas dentro de
la organización del partido56,
o sea, que dependen de la burocracia del partido para ejercitar su
derecho a crítica, cuando muchas veces las críticas tienen que ver
con la burocracia y ésta maneja la casi totalidad de los medios de
comunicación chavistas, ¿quién vigilará al vigilante?
Especialmente insultante, para todo socialista y por ende demócrata
radical, resulta el artículo 5 llamado para más inri “Métodos de
la democracia interna” donde se dice que:
“Para
la toma de decisiones y elecciones internas el partido podrá
utilizar diversos métodos: elección directa, universal y secreta;
cooptación,
elecciones de primero, segundo o tercer grado; opinión y consenso,
los cuales se determinaran por las diversas instancias de dirección
de acuerdo a las condiciones políticas.”57
O
sea, que la dirección hará lo que le dé la real gana, en pocas
palabras. Lo más alucinante del caso no es que se haga, cosa que se
hace con distintas intensidades en no pocos partidos de izquierda del
mundo (desgraciadamente, y siguiendo la misma mecánica que los de
derechas) sino que se tenga la desfachatez absoluta de reconocerlo y
darle rango estatutario. Lo nunca visto.
El
PSUV es un partido de masas sin ideología revolucionaria, y para
estar dentro solo hace falta firmar y pagar la cuota, por lo cual
rápidamente se llenó de gentes que no creían en el proceso e
incluso votaban por la oposición, cuando lo que querían era medrar
en las instituciones del Estado. O sea, igual que aquel oportunista
que hace carrera en una empresa privada haciéndole la pelota a los
jefes, pues aquí en una pública llamada Estado venezolano. Ese nulo
nivel de exigencia para ser militante, explica los millones de
afiliados de esta organización. La posibilidad de ejercer el
despotismo58
por parte de Chávez dentro del partido como su particular rancho, se
puede ver claramente (por si no estaba claro ya) en el artículo 24
relativo a la organización regional: “el Presidente o Presidenta
del Partido [Chávez] podrá establecer una estructura regional que
tenga como autoridad un Vicepresidente o Vicepresidenta regional o
sectorial, de
su libre nombramiento y remoción.59”.
¿Esto tiene algo que ver con la democracia? El capítulo 26 sigue
con la misma tónica de dictadura presidencialista dentro del PSUV
cuando declara que:
“La
Dirección Política Nacional será coordinada por una o un Primer
Vicepresidente o Primera Vicepresidenta, designado o designada por el
Presidente o Presidenta del partido; estará integrada por: un número
de miembros comprendido entre quince (15) y treinta (30) militantes,
seleccionados
de acuerdo a los métodos que establece el artículo 5 de estos
estatutos,
quienes durarán tres (3) años en el ejercicio de sus funciones, y
por los Vicepresidentes o las Vicepresidentas regionales que serán
de libre nombramiento y remoción del Presidente o Presidenta del
partido.60”
O
sea, seleccionados como dice el artículo 5, que como vimos
anteriormente considera cualquier método válido, incluida la
cooptación. Luego volvemos con lo mismo: una vez nombrados los
miembros de la Dirección Política Nacional por el Vicepresidente,
el Presidente hará o deshará como quiera. Nada más y nada menos.
Pero
el despotismo del Presidente en el PSUV queda definitivamente claro
en el artículo 30:
“El
Presidente o la Presidenta del PSUV constituye la máxima autoridad
ejecutiva y administrativa del partido; es designado o designada por
el Congreso Socialista y tiene las funciones máximas de dirección y
control.”
El
Presidente del PSUV, o sea Chávez y luego quien sea (o él designe)
su sucesor, será la máxima autoridad del partido y será designado
por el Congreso Socialista, que en ningún lugar dice cómo será
elegido y sí que será convocado por la Dirección Política
Nacional (elegida por Chávez si este lo desea) y por el Presidente
(Chávez de nuevo). ¿Muchos “Chávez” en la misma frase verdad?
Un círculo perfecto que empieza en Chávez y acaba en Chávez.
Estatutariamente no hay nadie que pueda estar en un puesto de
dirección si no es del agrado de Chávez. ¿Qué tiene que ver este
tipo de democracia con la instaurada por la Comuna de París de 1871
y apoyada como la indicada para un gobierno obrero revolucionario por
Marx, Engels y Lenin? ¿Qué tiene que ver esta organización donde
Chávez tiene un poder absoluto con aquella democracia que
garantizaba que todos los miembros eran revocables en cualquier
momento por la mayoría de la base?
Estas
carencias democráticas del PSUV dan la razón a los militantes del
PCV que votaron en contra de disolverse e integrarse en sus filas.
Así mismo, otro partido de militantes formados antes de la eclosión
del chavismo como el Movimiento Revolucionario Tupamaro, decidieron
después de integrarse como corriente, salir del PSUV y volver a
funcionar como partido político independiente. Y todo ello a pesar
de que tanto el PCV como Tupamaro apoyan a Chávez en el gobierno.
8.
Chavismo, ¿buenas o
malas noticias para el Socialismo?
En
mi opinión, el proceso chavista tuvo cuestiones positivas: ofreció
resistencia a las políticas neoliberales que marcaban aquellos años
desastrosos para América Latina, pero también para los “Estados
del Bienestar” europeos. Fue un punto de la alternativa difusa
mundial contra ese neoliberalismo triunfante y desde 2005 sacó de
nuevo a la palestra el debate sobre si era más conveniente el
capitalismo o el socialismo para guiar las vidas de los pueblos, en
un momento en el que el capitalismo se asimilaba (interesadamente)
con nociones burguesas como “libre mercado” u otras populares
como “democracia”61.
Pero me remitiré a unas palabras del actual presidente del Uruguay,
“Pepe” Mújica, tupamaro y exguerrillero durante los tiempos de
la dictadura, que en una entrevista afirmó: “Cuando pase Chávez,
habrá un montón de millones de venezolanos que vivían en la
miseria que van a estar viviendo un poco mejor, que van a tener una
casa mejor, que van a tener servicios de salud; ahora no va a haber
construido ningún socialismo.62”
Para
construir el socialismo mundial, el mismo que propugnan autores como
Chase-Dunn (2006), desde la perspectiva crítica del sistema-mundo
influida por Wallerstein o Arrighi, pero todavía antes por Marx y
Engels, no basta con poner parches en una parte del barco capitalista
por donde entra el agua, si el hacerlo significará que mediante la
Ley del Valor63
descuidaremos otras partes que serán perforadas por el capital
sediento de plusvalor (Marx). Ese gran barco en el que todos
viajamos, queramos o no, se llama humanidad. No se pueden salvar una
parte si el costo es la explotación de otras. Es como los Estados
del bienestar europeos de 1945 a 1973, los cuales se basaban en la
explotación imperialista de otras partes del mundo como África y
Latinoamérica. El “Estado del bienestar bolivariano” se está
sustentando en las plusvalías generadas por obreros de otras partes
del mundo que son absorbidas por la renta petrolera en el mercado
internacional. El problema de ese barco global artificialmente
separado por fronteras y aduanas es que todavía no nos atrevemos a
ponerle una bandera que represente a la raza humana y utilizamos
aquellas que nos dividen sirviendo a la élite burguesa
transnacional. Seguimos aceptando la falsedad de su discurso y
jugamos con sus reglas que distorsionan nuestros propósitos.
Descuidando el internacionalismo asalariado, acabamos conformándonos
con un regionalismo izquierdista cortoplacista que vemos más
“posible” que la lucha por la conquista del socialismo y la
democracia mundial. Luchando por el bienestar “nacional” con la
Ley del Valor por en medio, dentro del modo de producción
capitalista internacional, lo único que haremos será barrer la
porquería e inundar otra parte del barco, pero no tirarla a la
basura.
Nos
da miedo enfrentarnos a nuestros propios sueños porque estamos
intoxicados con los que nos vende la hegemonía burguesa, los cuales
siguen produciéndonos pesadillas. Nos conformamos porque todavía
estamos aturdidos por el fin del “socialismo real” y las
victorias del capitalismo. Hacemos de Chávez una figura de
importancia en la izquierda, porque ya se sabe que en “el
mundo de los ciegos, el tuerto es el rey”.
Aunque Chávez es un hombre muy inteligente, gran estadista y
excelente orador, no tiene ni se basa en una teoría, ni siquiera en
un camino mínimamente coherente o expuesto, de construcción
socialista. Nadie sabe qué es eso del “socialismo del siglo XXI”
o el “socialismo bolivariano”. Más bien da la impresión que
depende de una opción por los pobres sujeta a la correlación de
fuerzas internas, a la improvisación y a una mezcla entre
pragmatismo y oportunismo en política exterior. El triunfo de Chávez
en la izquierda con su discurso salpicado de verborrea
revolucionaria, unas veces exaltado y populista, otras reflexivo y
conciliador , es el espejo de nuestras limitaciones. Chávez no es el
apasionado e internacionalista revolucionario que fue el Che, ni la
mezcla entre teórico y lúcido comunista que fue Lenin, pero tampoco
tiene la grandeza táctica de Mao ni la humildad de un revolucionario
tempranamente derribado como Allende o Martí.
Chávez
es un hombre muy inteligente, que habla con el lenguaje del pueblo y
lo emociona como casi nadie antes en la historia de Venezuela, fruto
de su innegable sensibilidad. Ha sido el querido profesor político
de muchos venezolanos que antes de su aparición pasaban
olímpicamente de la política y de este modo eran ignorados por
aquella. Pero pese a que ha sido buen profesor, también tiene
defectos importantes que han marcado a sus “alumnos”, como su
excesivo gusto por el poder (y los focos) que no ha permitido
consolidar ni dar a conocer otros referentes revolucionarios. Ha
logrado mucho para algunos venezolanos, bastante para un número
importante, pero poco para garantizar que después de su presidencia
los cambios permanezcan. Desde la izquierda mundial y la
revolucionaria venezolana, nos conformamos con Chávez porque no
tenemos otra cosa. Y ya es hora de construirla. Pero nos demoramos
porque es más fácil creer en espejismos que buscar la salida cuando
estamos en el desierto. El problema es que muchas veces el camino que
parece más corto es el que menos frutos otorga. Queremos luchar por
nuestro proyecto de izquierdas, desde esas granjas llamadas Estados
donde las burguesías nos ceban para comernos mejor. Esos Estados
donde ni existe soberanía nacional ni nada parecido a la democracia.
Enorme granjas valladas donde los capitalistas aprovechan su tablero
mundial bien segmentado para explotarnos “nacionalmente”.
Llamarse
a sí mismo “chavista” y “revolucionario” no es más que una
excusa. Inhibe al que así se reclame del esfuerzo de pensar cómo
construir esa otra sociedad que queremos substituya la barbarie del
capitalismo. Ser chavista y creer en el socialismo es una muletilla
que sujeta en un sujeto carismático nuestra esperanza perforada por
la falta de fe en el programa socialista.
El
chavismo ha servido para que muchos venezolanos vivan mejor, tengan
mejor educación y salud; pero también para que sigan con la estela
de consumismo capitalista y compren televisores, coches y Blackberrys
que engordan los beneficios de la burguesía en centros comerciales
como el Sambil caraqueño. El chavismo también ha contribuido a que
otros trabajadores del mundo se empobrezcan gracias a la ley del
valor que rige todo el sistema-mundo capitalista64.
El capitalismo mundial es un juego de suma cero y el chavismo de hoy
no sirve para salir de él, como tampoco servía la teoría del
“socialismo en un solo país” seguida en el siglo XX por la
ortodoxia de los partidos comunistas. Para ello se debería superar
el estadio inferior de politización de las masas que representa el
“chavismo” y llegar de la mano de la mayoría de pueblos de la
Tierra al “socialismo”, donde se podrá destruir la base
capitalista de la sociedad. El chavismo pudiera ser, volviendo a
Gramsci y su teoría del cesarismo, un escalón para alcanzar el
socialismo, pero en todo caso un escalón inferior de una larga
escalera que debiera internacionalizarse. El socialismo en un solo
país es imposible, como advirtieron Marx, Engels, Lenin, Trotsky.
Esto se demostró tanto en el siglo XX como en lo que llevamos de
XXI65.
Después
de años en que las Industrias Culturales burguesas consiguieran
extender sus dogmas políticos entre los asalariados de todo el
mundo, y por supuesto también, entre los trabajadores venezolanos66,
la debilidad de la izquierda venezolana, se ha visto por dos lados:
uno, la incapacidad de los sectores de la izquierda chavista de
profundizar un proceso que sólo es revolucionario en los discursos,
reformista en muchas de sus políticas y no pocas veces antiobrero e
incluso social-liberal en otras; y por otro, por la incapacidad de la
izquierda “revolucionaria” de superar un apoyo que les condena
fácilmente a una imagen de secta entre los trabajadores más
conscientes. El partido PSL (Partido del Socialismo y la Libertad)
dirigido por el sindicalista Orlando Chirinos, de tendencia
trotskista, obtuvo en las elecciones presidenciales de 2012, poco más
de 4.000 votos. Una cifra tan ridícula en un país con casi 30
millones de habitantes que habla por sí misma. Otros trotskistas
tienen problemas similares que no los hacen quitarse la imagen de
secta minoritaria “ista-ista”. Para una gran parte de los obreros
venezolanos Chávez continúa siendo su referente gracias al capital
simbólico obtenido por sus enfrentamientos con la burguesía y su
discurso antiimperialista y socialista (en declive). Pero otra parte
significativa de los obreros venezolanos, ha perdido la fe en la
“Revolución Bolivariana” y ha vuelto a la ideología del
“sálvese quien pueda”, mientras que algunos otros creyeron en
Capriles. Este candidato de la derecha clásica, se presentó en
algunos lugares disfrazado con un discurso socialdemócrata donde
parecía que iba a respetar ciertas conquistas que se han producido
con Chávez, referentes a salud o educación. Todo lo cual es bien
lógico, pues si de algún modo podríamos decir que el discurso de
Chávez es vagamente revolucionario y su praxis socialdemócrata en
receso, lógico es que la superestructura comunicacional de la MUD de
Capriles tuviera que ser vagamente socialdemócrata para disputarle
la hegemonía ideológica al chavismo para luego aplicar, ya en el
gobierno, una lógica neoliberal con contenciones en un hipotético
escenario post-Chávez.
Por
tanto en Venezuela tenemos un gobierno nacionalista y socialdemócrata
en posible descomposición que realizó importantes avances para el
pueblo venezolano los años pasados, pero que no están consolidados
institucionalmente pues dependen en exceso de la adhesión popular a
la figura de Hugo Chávez. El venezolano es un gobierno
crecientemente infectado de elementos proburgueses donde los
revolucionarios que tienen derecho a existir deben hacerlo tras
domesticar sus discursos y en todo caso rindiendo pleitesía a Chávez
como líder supremo, prácticamente infalible. Si esto no fuera
respetado, o alguien atacara abiertamente a delfines de Chávez como
Diosdado Cabello, rápidamente serían fulminados, como pasó con el
fallecido diputado Luis Tascón, que por denunciar un asunto de
presunta corrupción de Cabello y su hermano (por entonces encargado
del SENIAT) fue expulsado del PSUV por el propio Chávez.
9.
Palabras finales
Mientras escribo estas líneas a
principios del mes de diciembre de 2012, Hugo Chávez ha hecho
público que se le ha vuelto a reproducir un tumor cancerígeno del
que fue operado en junio de 2011. Por ello deberá permanecer en Cuba
para reanudar el tratamiento. Ante la posibilidad de no poder cumplir
con las funciones que requiere el cargo de presidente de Venezuela,
por el que fue recientemente electo, Chávez ha hecho público que
designa sucesor a Nicolás Maduro, actual vicepresidente y ministro
de Relaciones Exteriores. Ha pedido a sus seguidores que le nombren
candidato del PSUV en caso que tuviera que enfrentar nuevas
elecciones. Al margen del nulo grado de democratismo que implica esta
forma de designar a los máximos representantes políticos,
utilizando el “dedazo” propio de los regímenes y las
organizaciones verticalistas, abre un nuevo proceso dentro del
chavismo. Está por ver si una figura anodina como Maduro es capaz de
mantener la química chavista con las masas y si es por tanto capaz
de conservar un liderazgo claro como el que tenía Chávez. Parece
que Maduro lo tendría complicado para ganar en unas nuevas
elecciones presidenciales frente a un candidato como Radonsky que
estrechó la diferencia con Chávez y consolidó su liderazgo en la
oposición al volver a vencer como gobernador del importante Estado
de Miranda67.
Además, está por ver qué ocurre con Diosdado Cabello, poderoso
hombre del partido, que despierta poca simpatía entre las bases
chavistas. El hecho de que no haya ningún líder brillante que pueda
suceder a Chávez es sintomático de que Chávez coadyuvó a formar
un culto a su personalidad que impidió el conocimiento mediático de
otros líderes surgidos desde la base. Es más, los líderes queridos
por las bases, muchas veces han sido apartados del poder, como
ocurrió con el socialista Eduardo Samán, por aquel entonces
Ministro de Comercio enfrentado a la burguesía y a parte del
chavismo socialdemócrata. Samán, apreciado por algunas bases, es un
hombre, al menos en el discurso, del ala izquierda chavista. Sin
embargo, toda la derecha y el centro del chavismo, han intentado por
todos los medios acallarlo y quitarle presencia mediática. Es
notorio que esta camarilla socialdemócrata ha sido la que siempre
estuvo en los círculos más altos de poder con Chávez desde el
principio de su candidatura bolivariana en 1998, cuando él se
definía como “ni de derecha ni de izquierda”. ¿Cómo
explicar que con la “conversión” del líder al socialismo en
2005 todos, o la gran mayoría de su camarilla socialdemócrata, se
convirtiera también al socialismo anticapitalista?
¿Milagro colectivo o arribismo propio del mandarinismo venezolano?
Parece lógico pensar que, o no ocurrió tal la conversión de la
dirigencia en bloque y sólo lo hicieron para mantener en el puesto.
O quizás, peor aún, ni siquiera la conversión de Chávez lo fue en
profundidad y consecuencia. Puede que simplemente se tratase de una
estrategia para mantenerse en el poder en un momento en que las masas
estaban en un estadio casi revolucionario68
por la violencia de las élites para asumir las reformas
socialdemócratas del gobierno bolivariano.
Finalizando
podríamos decir que en Venezuela hay todavía un proceso abierto, en
donde sí existen algunos revolucionarios sinceros en las estructuras
de poder, pero donde no hay ninguna revolución en marcha. Porque los
revolucionarios están lejos de tener la hegemonía dentro del
epicentro del poder chavista, y la revolución lleva 13 años
postergándose si bien ha tenido momentos donde se le ha visto asomar
la cabecita, como un bebé que no termina de nacer durante un parto
interminable, agónico, que ya se ha cobrado cientos de víctimas69.
El llamado por algunos “hiperliderazgo”70
de Chávez entre sus filas, en todo caso un eufemismo para no decir
caciquismo71,
autoritarismo, etc., está bloqueando la posibilidad de que los
revolucionarios chavistas logren la hegemonía y por tanto se active
la revolución. Pero Chávez, que se deja querer, y su cohorte, por
intereses palaciegos, siguen alimentando el monstruo del culto a su
personalidad (demandado y reproducido en las redes sociales por
millones de sus seguidores con menor formación), lo que cada vez
hace más difíciles las críticas de los revolucionarios dentro del
proceso. En Venezuela, pareciera que antes de verter una crítica al
gobierno hubiera que darse golpes en el pecho y jurar fidelidad al
“gran líder” para no parecer desafecto, que era lo mismo que
hacían los vasallos con los señores feudales en la Edad Media. La
cuestión es que estamos en el siglo XXI y al igual que la clase
trabajadora mundial se dirime entre volver a niveles de explotación
capitalista semejantes al siglo XIX pero con iPhones e Internet de
alta velocidad, los revolucionarios venezolanos tendrán que dirimir
si pueden hacer una revolución en el siglo XXI con organizaciones
propias del siglo XI (PSUV, instituciones del Estado, etc.).
El
problema definitivo surge con la siguiente hipótesis: ¿Qué
ocurriría si el problema radicara en que la derecha chavista no
fuera la que tiene secuestrado el proceso de cambio y esta derecha
burocrática y autoritaria incluyera al propio Chávez? ¿Cómo iban
a vencer al “líder-Dios”72
que han
ayudado a crear propiciando una verdadera revolución sin parecer
“contrarrevolucionarios” a los ojos de las masas inundadas por la
propaganda chavista? ¿Cómo iban a hacerlo si todos los medios del
Estado están a favor del culto de Chávez como si fuera una
santidad? Quizás si Chávez tuviera la desgracia de verse obligado a
dejar el cargo por su enfermedad y Maduro o algún otro hombre de
centro del aparato del PSUV
tuviera que hacerse cargo de la Presidencia, entonces las
contradicciones saltarían por doquier y la lucha de clases entre
revolucionarios y boliburguesía sería más directa comenzando “a
rodar cabezas”. Lo lamentable de todo esto es que la izquierda
revolucionaria dentro del chavismo en el poder, se nos antoja
demasiado pequeña para que no sean sus cabezas las que salgan
rodando de las instituciones gubernamentales si deciden romper los
huevos, para hacer la tortilla de la revolución. Actualmente la
izquierda revolucionaria venezolana (dentro del chavismo y fuera de
él), es tan pequeñita en relación al poder carismático del
Chávez ampliado por los altavoces de los medios oficialistas que
junto al poder legal de la derecha chavista, se nos antoja complicada
su futura victoria frente a las
tendencias burocráticas y socialdemócratas del proceso.
Más probable parece que,
en un escenario posChávez, se refuerce un chavismo sin Chávez
tendente al social-liberalismo o un neoliberalismo franco con
Capriles Radonsky, que una salida socialista revolucionaria. Incluso
es posible un acercamiento de la derecha chavista a la derecha
clásica de Rodonsky, como ocurrió a partir de que los sandinistas
perdieron las elecciones de 1990 en Nicaragua frente a la derecha
representada por Violeta Barrios .
Sólo
el tiempo dirá si los revolucionarios dentro del proceso bolivariano
serán suficientes, lo bastante audaces y lo suficientemente
valientes como para llevar a cabo una táctica que les permita
movilizar a un pueblo muy desigualmente formado tras décadas de
rentismo y lumpen, para profundizar una revolución que no ha nacido
todavía, y que deberán hacerla sin Chávez, e incluso contra él
mismo. Una tercera y última posibilidad,
no descartable, ante
el aumento de la combatividad de las masas (si es que esto es posible
tras años de movilización continua), sería
que Hugo Chávez se recuperase de su enfermedad y superado por los
acontecimientos volviera a radicalizarse para, simplemente, no perder
la Presidencia de la República. Puesto por el que más allá de su
honesto amor por el pueblo
venezolano, siente una adicción
que le ha hecho llegar a
confundir su persona con los
destinos del país donde por casualidad nació.
Nacionalismo
no es internacionalismo, bolivarianismo no es socialismo, ni las
banderas y los himnos necesitan preocuparse por mantenerse en pie
cuando se encarece el precio de la vida fruto de las irresolubles
contradicciones del sistema. El capitalismo seguirá poniendo precio
a nuestras vidas sin importar las etiquetas que les coloquen73,
el socialismo debe arrancarlos. Puede ser una buena brújula para
saber dónde nos encontramos, en Venezuela y en cualquier parte del
sistema-mundo.
Si
el chavismo acaba por ser progresivo o regresivo en esta lucha por el
socialismo venezolano, que solo puede serlo a condición de
construirlo internacionalmente, solo el tiempo lo dirá. Será
después que ante la actual crisis del modo de producción
capitalista, los pueblos de la tierra decidan si escogen el camino
del socialismo, o el de la profundización en la barbarie que supone
que el trabajo muerto privatizado74
continúe reinando sobre el mundo de los vivos.
Notas:
- Jon E. Illescas Martínez, también conocido con el seudónimo de Jon Juanma, es doctorando en la Universidad de Alicante y en la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente está desarrollando su tesis doctoral sobre la geopolítica de las industrias culturales hegemónicas en el sistema-mundo, con la ayuda de la Fundación CajaMurcia (BMN). Recientemente publicó su libro “Nepal, la revolución desconocida. Crisis permanente en la tierra de Buda”. Su correo electrónico es jonjuanma@gmail.com . El presente artículo fue finalizado el 21 de diciembre de 2012.
- Para entender la conexión que se estableció entre Chávez y el pueblo venezolano, leer el análisis de: Guédez, Martín: A la luz del 4 de febrero de 1992. Aporrea, 4 de febrero de 2008: http://www.youtube.com/watch?v=KnSbHh4s9HU
- El 25 de diciembre de 1991las autoridades soviéticas decidieron la disolución de la URSS pese a que en el referéndum del 17 de marzo el pueblo votó mayoritariamente a favor de su mantenimiento (77,8%).
- Los partidos socialdemócratas obviaron sus típicas recetas keneysianas pos- II Guerra Mundial con el triunfo del neoliberalismo como doctrina económica hegemónica desde los años ochenta del pasado siglo en grandes zonas del sistema-mundo, en especial en varios de los países centrales (de ese momento) como: Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y otros importante de la semiperiferia como: India, China, Brasil o Argentina.
- Fagocitar, incluir en un conjunto más amplio con su propia lógica y leyes.
- Para los semiólogos la iconosfera es toda aquella parte de la biosfera donde habita el hombre, toda aquella área dónde el ser humano deja su huella cultural (señales, imágenes, etc).
- El movimiento de carácter cívico-militar, que venía a substituir el movimiento clandestino exclusivamente militar llamado Ejército Bolivariano Revolucionario 200, el cual debía su nombre a que fue fundado en 1977, justo 200 años después del nacimiento de Simón Bolívar. Así pues el MBR-200 fue la continuación del EBR-200, desde su refundación por Hugo Chávez en 1982.
- Comité de Organización Política Electora lndependiente.
- Se puede ver en vídeo en el siguiente enlace: http://www.youtube.com/watch?v=ipS0xZQfyk8 (2012/12/06) o consultar su discurso completo en: http://www.analitica.com/bitblioteca/caldera/4f.asp (2012/12/06).
- En la década de los setenta y principio de los ochenta se presentó como candidato de la izquierda amplia venezolana, pero a partir de esas fechas trabajó como periodista en distintos programas hasta transformarse en un popular presentador/entrevistador de la televisión venezolana.
- La coalición estaba formada, de mayor a menor importancia electoral por el partido de Chávez, el Movimiento V República (mutación del movimiento cívico-militar MBR-200 a la arena política), el PCV (mezcla de comunistas marxistas-leninistas y eurocomunistas), el MAS (eurocomunistas excindidos del PCV) y el PPT (Patria Para Todos, socialdemócratas clásicos, humanistas y progresistas de colores varios).
- Esto, por supuesto, también ocurre en muchos países del centro del sistema capitalista, con altas abstenciones.
- Marcano, Cristina: “El enigma de Chávez”. Letras libres, enero de 1999: http://www.letraslibres.com/revista/arena-internacional/el-enigma-de-hugo-chavez (2012/12/15).
- Posteriormente llamaría en reiteradas ocasiones “fascista” al expresidente español, del Partido Popular (derecha). Pero eso sería después de su “conversión” al socialismo por 2004/2005. Anteriormente ambos habían tenido una buena relación, de hecho Aznar apoyó el proceso de cambios que inició Chávez con la Reforma Constitucional de 1999. Para ver sus declaraciones a favor del “capitalismo de rostro humano”, ver: El País, 5 de diciembre de 1998: http://elpais.com/diario/1998/12/05/internacional/912812408_850215.html (2012/12/14).
- La Tercera Vía fue un proyecto del ala derecha de los partidos socialdemócratas europeos para “centrar” su ideario político en tiempos de hegemonía neoliberal. Un ejemplo paradigmático ocurrió en el Reino Unido, donde en el Partido Laborista, el sector derechista, a raíz de las teorías del sociólogo Anthony Giddens, “centró” su proyecto político después del huracán neoliberal que durante toda la década de los ochenta significó el ejecutivo de Margaret Thatcher (1979/1990). La Tercera Vía no era contraria a ciertas privatizaciones siempre que el mercado estuviera “bien regulado”. En Alemania su cara más conocida fue el caso de Schröder y en España, Felipe González o Rodríguez Zapatero.
- En adelante, el país sería conocido en las instituciones internacionales con ese nombre oficial en honor a Simón Bolívar, mientras que a la bandera se le agregaría una estrella.
- Instituciones de carácter transitorio, que buscan dar educación y sanidad públicas para los empobrecidos, superando las instituciones heredadas de la IV República, donde las resistencias hubieran sido mayores. Destacan la Misión Barrio Adentro (sanidad), Mercal (alimentación subvencionada), Sucre (estudios universitarios) y Vivienda Venezuela (construcción de viviendas) entre muchas otras.
- Illescas Martínez, Jon E. (Jon Juanma): “Si fuera venezolano votaría sí”. Rebelión, 2 de diciembre de 2007: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=59928
- Aunque también lo hacen otros países no tan amigos de cara a la galería, como España. País que desde 2004 a 2010 vendió a Chávez armas por valor de 28 millones de euros. Con el cambio de ejecutivo en 2011, la situación no se revirtió y el Ministro de Defensa del derechista Partido Popular tildó a Chávez, después de sus escaramuzas con el rey Juan Carlos I en 2007, de “gran amigo”. Quizás porque mientras pronunciaba estas palabras, en Caracas, una delegación de la empresa pública Navantia estaba negociando la venta de nuevos productos bélicos al gobierno bolivariano, que se irían a sumar a los ocho buques de guerra acordados en 2005 (con el ejecutivo del PSOE). Ver en: http://elcomercio.pe/actualidad/1443334/noticia-espana-elogia-chavez-negocia-venta-material-militar-venezuela (2012/12/09).
- A principios de febrero de 2009, China y Venezuela llegaron a diversos acuerdos multilaterales, firmados por el vicepresidente chino Xi Jinping, entre los cuales se encontraba la formación de cuadros del PSUV: El Universal, 18 de febrero de 2009: http://www.eluniversal.com/2009/02/18/pol_art_china-ayudara-a-form_1273106.shtml (2012/12/09)
- Como propugnaba el Che y en cierta medida Ernst Mandel a principios de la Revolución Cubana.
- Partido marxista-leninista de influencias maoístas, actualmente legal. Antes del chavismo combatía ilegalmente contra los funcionarios corruptos, los agentes de la CIA y los narcotraficantes que molestaban a las poblaciones de los barrios empobrecidos, como la Parroquia del 23 de Enero en el municipio Libertador (próximo a Caracas).
- Junto a Marx, Engels, Lenin y el Che, entre otros, sin olvidar referencias a la figura histórica de Jesús de Nazaret.
- No así entre las masas obreras y campesinas chinas que han sido las grandes sacrificadas del crecimiento de la clase media y los magnates chinos.
- El famoso “¿Por qué no te callas? que le espetó el rey Juan Carlos I a Chávez cuando discutía con Zapatero.
- Para estos autores, todos tendríamos una ideología, esto es, unos determinados posicionamientos políticos que estarían integrados en nuestra concepción del mundo. En el sistema capitalista, a grandes rasgos, puede existir una ideología burguesa (procapitalista) y otra proletaria (prosocialista) con independencia de la clase social a la que pertenezca el individuo (existen muchos trabajadores procapitalistas). Por supuesto, también hay distintas ideologías de grupos particulares como el feminismo, el ecologismo, etc. A todas ellas habría que añadir las religiones (y sus diferentes teologías) que tendrían elementos en su cosmovisión proclives a proyectarse en el escenario político.
- Para estos autores, todos tendríamos una ideología, esto es, unos determinados posicionamientos políticos que estarían integrados en nuestra concepción del mundo. En el sistema capitalista, a grandes rasgos, puede existir una ideología burguesa (procapitalista) y otra proletaria (prosocialista) con independencia de la clase social a la que pertenezca el individuo (existen muchos trabajadores procapitalistas). Por supuesto, también hay distintas ideologías de grupos particulares como el feminismo, el ecologismo, etc. A todas ellas habría que añadir las religiones (y sus diferentes teologías) que tendrían elementos en su cosmovisión proclives a proyectarse en el escenario político.
- Leer la excelente novela-cómic de Julio Cortázar, “Fantomas contra los vampiros multinacionales”.
- Al menos hasta que desde la crisis de 2007, más de la mitad de los gobiernos del mundo se dedicaron a inyectar dinero público a la banca privada, estrangulando el nivel de vida de sus clases populares. Veáse en este caso países como Grecia, España, Irlanda, Portugal; pero también Estados Unidos o Alemania (menos comentados por los medios hegemónicos).
- “Radical” es aquel que va a la raíz para advertir el origen de los problemas que se manifiestan en la superficie y todos ven (pobreza, corrupción, violencia, etc). En nada tiene que ver con “extremista” que es un sinónimo falso de “radical”, forzado por los medios de comunicación capitalistas para desprestigiar los proyectos políticos que quieren ir a la raíz de los problemas, y por ende, subvertir el sistema genocida que nos gobierna.
- La oposición no se presentó en las elecciones legislativas de diciembre de 2005 y por tanto, durante esa legislatura el chavismo tuvo una mayoría absoluta aplastante que casi llegó a la totalidad de los grupos políticos si no fuera por las excepción de unos pocos diputados públicamente díscolos, a sueldo o no, de la oposición sin representación en la cámara.
- Siguiendo los tiempos históricos de Braudel.
- En 2010 dejaría de hacerlo también por este medio debido a una polémica con las autoridades del país.
- Chávez reconoció la reunión solo después que se filtrara por la prensa y se vio bastante apurado dando las explicaciones pertinentes. Incluso en su programa Aló Presidente, una viejita lo llamó para advertirle que se cuidara de tan malas compañías. Hernández Arvero, Miguel Ángel: “Carter, Cisneros y Chávez: ¿de qué hablan?” Aporrea, 20 de junio de 2004: http://www.aporrea.org/actualidad/a8632.html (2012/12/09).
- Amigo de Felipe González, George H. W. Bush y bien relacionado con los reyes de España. Se puede seguir su intensa actividad relacional en su página personal en FlickR: http://www.flickr.com/photos/gustavoacisneros/ (2012/12/21).
- No digo “socialdemócrata” como algo peyorativo, sino como un socialdemócrata sincero tipo Olof Palme, que quiere que las grandes mayorías vivan bien. La diferencia con Palme es que Chávez está en un país fuera del (actual) “primer mundo”, donde se supone que los presidentes no pueden ser socialdemócratas.
- Asociación Latinoamericana de Economía Marxista.
- El PIB baja y es bueno: EFE: “Chávez dice que baja el PIB porque cae el capitalismo”. Los Tiempos, 27 de mayo de 2010: http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/economia/20100527/chavez-dice-que-baja-pib-porque-cae-el-capitalismo_72593_134616.html “Donde dije digo, digo Diego”, el PIB alto es bueno:VTV: “La economía venezolana está sólida y va a la inversa de la crisis del capitalismo”. Tercera Información, 9 de agosto de 2010: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article17465
- En total nada menos que trece (13) años de “revolución” y más de siete hablando del carácter “socialista” de la misma.
- Como apuntó el historiador Bernat Muniesa el capitalismo eligió cortarse un dedo (Estados del bienestar) en lugar de la mano (socialismo/comunismo).
- Como es el caso del grupo Leche Pascual con quien Alimentos Polar está construyendo una inmensa fábrica de yoghures que se comercializarán bajo el sello del grupo de la familia Mendoza.
- Bultrago, Leonardo: “Venezuela es el tercer país con menor pobreza en Latinoamérica”. AVN Noticias, 13 de enero de 2012: http://www.avn.info.ve/contenido/venezuela-es-tercer-pa%C3%ADs-menor-pobreza-latinoam%C3%A9rica
- Dudley, Steven: “Surge una nueva clase de ricos en Venezuela”. El Instituto Independiente, 17 de julio de 2006: http://independent.typepad.com/elindependent/2006/07/surge_nueva_cla.html (2012/12/21).
- Venezuela, según el Reporte Mundial de la Ultra Riqueza elaborado por la compañía Wealth X, tiene 500 individuos que tienen una renta superior a 1.000 millones de $. Se puede ver en Banca y Negocios, 10 de diciembre de 2012: http://bancaynegocios.com/venezuela-el-septimo-pais-con-mas-ultra-ricos-en-latinoamerica/ (2012/12/10).
- Noticia al día, 22 de agosto de 2012: http://noticiaaldia.com/2012/08/onu-venezuela-es-el-pais-con-menor-menor-desigualdad-entre-ricos-y-pobres-de-america-latina-y-el-caribe/ (2012/12/21).
- Si bien la tendencia en España es ha aumentar la desigualdad desde 2007 y bien pudiera ocurrir en unos años, que España fuera un país más desigual que Venezuela, si continua la tendencia antagónica de ambos. El blog Salmón, 22 de junio de 2011: http://www.elblogsalmon.com/economia/el-indice-de-gini-en-espana-a-nivel-de-1995-y-aumentando-las-desigualdades (2012/12/21).
- Datos de Corea del Sur (año de referencia 2010), Indonesia (2009), Mongolia (2008), Níger (2007), CIA WorldFactbook, año 2012: https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/rankorder/2172rank.html?countryName=Bangladesh&countryCode=bg®ionCode=sas&rank=98#bg España y Grecia, Eurostat de abril de 2012, año de referencia 2011: http://epp.eurostat.ec.europa.eu/tgm/table.do?tab=table&plugin=1&language=en&pcode=tessi190 .
- Sutherland, Manuel: “La economía venezolana o cómo la burguesía hurta la renta petrolera y es dueña del 71% del PIB” Alemistas, 7 de septiembre de 2012: http://alemistas.org/?p=437 (2012/12/11).
- Como en cualquier país del sistema-mundo capitalista.
- Ibídem.
- Chávez ha realizado numerosos llamados a los empresarios “patriotas” y “bolivarianos” a que no tengan miedo a su gobierno y a ayudarles a sus negocios. De hecho, se formó un “Frente de Empresarios Bolivarianos con Chávez” en que los mismos empresarios agradecían a Chávez el acceso a la renta petrolera para sus negocios. Ver en: http://www.youtube.com/watch?v=QMYegA6SLZo y http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/104040/inauguran-el-frente-de-empresarios-bolivarianos-con-chavez-en-carabobo-fotos/.
- Aló Presidente, 24 de febrero de 2008.
- Illescas Martínez, Jon E. (Jon Juanma): “¿Socialismo agrario en Venezuela?, abróchense los cinturones...” Rebelión, 26 de febrero de 2008: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=63753 (2012/12/11).
- De hecho, Nicolás Maduro, actual Ministro de Relaciones Internacionales y Vicepresidente, laboraba como conductor del Metro de Caracas.
- En este vídeo Chávez reniega explícitamente del marxismo-leninismo: http://www.youtube.com/watch?v=2bIl4Uii5GI (2012/12/15). En cambio en otros vídeos cita positivamente el Manifiesto Comunista y al materialismo histórico: http://www.youtube.com/watch?v=cvZoOzf8kRA y http://www.youtube.com/watch?v=DJQ-E9SVXr8 (2012/12/15).
- Formular las críticas sólo dentro de las instancias del partido con su debida fundamentación.” La negrita es mía.
- Para leer los estatutos del PSUV: http://www.psuv.org.ve/psuv/estatutos/ (2012/12/10) La negrita es mía.
- Acepción nº 2 de despotismo: “Abuso de superioridad, poder o fuerza en el trato con las demás personas.” (RAE)
- Negritas cursivas mías.
- Ibid.
- Que, sin llegar a detentarla en exclusiva, fue arrancada hasta cierto punto del movimiento obrero internacional y las masas populares políticamente organizadas.
- Entrevista en CNN con Claudia Palacios en Montevideo: http://www.youtube.com/watch?v=6jlWTiPI7ZI (2012/12/06).
- La Ley del Valor definida por Marx se basa en que toda riqueza capitalista viene de la extracción del plusvalor del asalariado (el tiempo que el obrero trabaja no para recibir el valor de su trabajo sino para el beneficio capitalista), para que el empresario vaya aumentando sus ganancias a la par que recupera el capital invertido y vuelve a invertirlo para ganar más en un ciclo continuo y sin fin definido por la fórmula simplificada: D-M-D' (D es dinero invertido, M la mercancía y D' el capital adelantado más los beneficios). La magnitud del valor es el Tiempo de Trabajo Socialmente Necesario, en determinado momento histórico, para la producción de cada mercancía. La máxima del capitalismo, y su necesidad vital, es el constante aumento del capital, el “crecimiento” sin fin en un mundo finito. De ahí la contradicción irresoluble entre el capitalismo y el ser humano/la Naturaleza.
- Por supuesto que el chavismo no lo ha hecho a posta, pero así funciona el sistema si no se sale conjuntamente de la ley del valor en un sistema internacional socialista.
- Algunos ejemplos: URSS y China (restauración capitalista por parte de la dirigencia comunista), Corea del Norte (ultraestalinismo que ahora debe abrirse al mercado capitalista) y Cuba y Vietnam con partes de su economía crecientemente abiertas al trabajo asalariado y la inversión privada.
- No en vano, por poner un ejemplo, en Venezuela en el año 2000 el consumo de música estadounidense era uno de los mayores de toda Latinoamérica y el consumo de formatos estaounidenses y las telenovelas burguesas era de los más altos del mundo.
- En 2008 Radonsky venció al chavista de derechas Diosdado Cabello y en 2012 volvió a vencer, por muy poco, al chavista de izquierda socialdemócrata Elías Jaua.
- Periodo 2002/2007.
- Sin contar los niveles de violencia callejera que ha transformado a Venezuela en uno de los países con más homicidios del mundo, las reformas del gobierno azuzaron la lucha de clases y son centenares el conjunto de campesinos, sindicalistas y militantes del sector popular asesinados por mercenarios a sueldo de la burguesía.
- Manuel Monereo, profesor de la UCM de Madrid y simpatizante del proceso venezolano, utilizó este término de un modo cortés para no granjearse una animadversión que al final acabó por atraerse suscitando una crítica bastante dura y explícita por parte de Chávez que se hizo extensiva a todos los intelectuales de izquierda que lo acusaban de un “liderazgo excesivo”. Ver vídeo: http://www.dailymotion.com/video/x9l3o7_chavez-responde-a-intelectuales-de_news#.UNTarfkbJMk (2012/12/21).
- Acepción 2ª de la RAE: “Intromisión abusiva de una persona o una autoridad en determinados asuntos, valiéndose de su poder o influencia.”
- Para saber más sobre el problema del culto de personalidad en la izquierda leer: Illescas Martínez, Jon E (Jon Juanma): “Profetas por la Izquierda: El culto a la personalidad”. Blog de Jon Juanma, 5 de mayo de 2011: http://jonjuanma.blogspot.com.es/2011/05/profetas-por-la-izquierda-el-culto-la.html
- Da igual que se llame “Bolivariano”, “socialista”, “neoliberal”, “socialismo de mercado”, etc… Mientras la Ley del Valor sea la lógica principal de los gobiernos y operen con ella, no habrá salidas para la humanidad, sólo retrasos para unos pueblos y adelantos de las masacres para otros.
- El capital.
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