jueves, 27 de diciembre de 2012

¿Revolución o proceso en Venezuela? La dialéctica del chavismo en el sistema-mundo.





Jon Juanma1

Advertencia al lector: declaración de intenciones.

El estudio que el lector tiene entre manos, no aspira a explicar o a entender la inmensa complejidad de la llamada “Revolución Bolivariana”. Por el contrario, pretende mostrar en primer lugar un acercamiento al lector no familiarizado. En segundo lugar, una reflexión a aquel que venezolano o no, haya seguido con interés el decurso de la historia reciente del país caribeño. Y en tercer y último lugar desearía, con más fuerza si cabe: arrojar la luz que me sea posible sobre determinados aspectos y actores sobre los creo que no se ha prestado suficiente atención.
Ojalá este trabajo sirva para fomentar el pensamiento (auto) crítico y la acción transformadora en todos aquellos que quieren construir un nuevo sistema mundial donde se puedan cumplir las promesas de libertad, justicia e igualdad, que el capitalismo promete pero continuamente nos niega. Para mi análisis me basaré en materialismo histórico, el enfoque del sistema-mundo y el amor por la búsqueda, imposible pero necesaria, de una verdad que nos permita convivir desde la dignidad insuperable que merecemos en tanto portadores conscientes de vida. Una verdad aproximada, que aunque precaria y temporal como la ciencia, es la única que nos puede servir de basamento para una ética de la convivencia, que preserve la libertad en la diversidad y garantice nuestra irreductible igualdad como seres humanos. En medio de este ambicioso camino, ha quedado la humilde investigación que en breve podrá conocer. Con honestidad y falibilidad procuraré construir hipótesis a partir de datos objetivos, contrastables, que dibujen algún sentido en una realidad que nos desborda. Pero en estos días donde necesitamos dirigirnos a algún lugar mejor so pena de perecer ante la lógica capitalista que tiende a subsumir el mundo bajo la forma mercancía y a tratarnos como tales (Marx), es necesario construir mapas alternativos. En especial cuando observamos que los viejos nos dirigen una y otra vez al mismo lugar de donde surgen todos los problemas (y los precios). Mapas que nos ayuden a avanzar desde el amor sincero por el futuro, y el presente, de una humanidad que no debe seguir tolerando que nadie marque a fuego su valor, ni el tiempo de su vida o destino.

1. Antecedentes

El 4 de febrero de 1992, Hugo Rafael Chávez Frías, teniente coronel del Ejército de Aire Venezolano, enarboló un intento de golpe de Estado ante la grave situación socioeconómica por la que atravesaba el país. Los golpistas fueron detenidos y Chávez, antes de entregarse, pactó con las autoridades declarar ante los medios de comunicación. Ese minuto mediático fue uno de los mejor invertidos en la historia política de la era televisiva pues Chávez conectó directamente con el corazón de muchos desheredados del pueblo2. Tanto fue así que, a los pocos días en los carnavales de ese año, algunos niños se disfrazaron del carismático y desconocido militar que saliendo de la nada, ya nunca abandonaría el paisaje cotidiano de los venezolanos. Para alegría de unos y pesar de otros.
Hasta ese momento Venezuela estaba gobernada por Acción Democrática (AD), con un ejecutivo salpicado de numerosos escándalos de corrupción que se veían agravados ante el empobrecimiento acusado de las clases populares venezolanas fruto del seguimiento de las políticas monetaristas y capitalistas del FMI. Acción Democrática era un partido adscrito a la Internacional Socialista, que como todos los de esta agrupación de la socialdemocracia internacional, después del fin de la URSS3, pasaron a gobernar con las doctrinas neoliberales como hoja de ruta4. Las diferencias entre el centro-izquierda y el centro-derecha se disipaban en la centralidad capitalista neoliberal. De hecho, algunos de ellos ya llevaban desde los ochenta, con el triunfo de Reagan y Thatcher, practicando esas políticas que ayudaron a contraer el poder de la clase obrera y a exorbitar el poder de clase capitalista. El neoliberalismo fue una actualización superestructural en la esfera política de una realidad económica que en la base del sistema-mundo capitalista estaba produciendo un abandono del modelo de acumulación keneysiano o de “capitalismo imbricado” en favor de uno de “acumulación flexible” (Harvey, 2007). El sistema capitalista decidió relegar sus contradicciones al futuro y de este modo comenzaron las políticas de financiarización de la economía que prepararon nuevas y profundas crisis que volverían a poner al sistema-mundo, con su modo de producción capitalista, en la tesitura de renovarse o morir (2007/presente). Como apuntaron Marx y Engels, el capitalismo es un sistema que continuamente requiere revolucionar la sociedad para no perecer. Su necesidad incesante de acumular valor mediante la apropiación del plusvalor producido por la clase obrera internacional en la forma de las mercancías, produce que el capital necesite nuevos mercados a los que subsumir5 en su lógica. Por esa razón el neoliberalismo busca nuevos mercados donde no opera la lógica del capital, como los servicios públicos, para que una vez privatizados muten de derechos ciudadanos a mercancías. Mercancías, como la salud, que los pueblos deberán comprar si no quieren morir. De este modo el capital garantiza la continuidad de la lógica de acumulación llevándose por delante pueblos y países enteros.
Sin embargo el neoliberalismo venía golpeando Venezuela desde antes de Chávez, pues tres años antes de su intento de golpe de Estado, en febrero de 1989, se produjo el llamado “Caracazo”: un conjunto de motines populares contra el encarecimiento de la vida provocado por la aplicación de un salvaje paquete de medidas neoliberales patrocinado por el FMI y Carlos Andrés Pérez. La situación se descontroló e intervino la policía y el ejército venezolano para aplastar a los amotinados, dejando un saldo incierto de entre 300 y 3 000 muertos. En noviembre de 1992, el mismo año en que Chávez ascendió para siempre a la iconosfera venezolana6, otro militar, Hernán Grüber, lideró un nuevo intento de golpe fracasado. Grübern era militante, como Chávez, de la organización cívico-militar Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200)7. Entre los sublevados de noviembre, algunos como Jesse Chacón, acabarían ejerciendo importantes cargos en las filas chavistas mientras que otros, como el partido Bandera Roja, serían opositores. Un año después de las insurrecciones militares abortadas, Pérez fue por fin destituido. Pero no por unos golpistas sediciosos, sino por las propias instituciones jurídicas venezolanas que lo procesaron ante graves casos de corrupción. Posteriormente, se sucedieron en menos de un año dos presidentes interinos hasta que en 1994 ganó las elecciones Rafael Caldera bajo las siglas de Convergencia, apoyadas por varios partidos de izquierda entre los que se encontraba el Partido Comunista de Venezuela (PCV). Caldera había sido durante muchos años el líder del centroderechista y democristiano COPEI8, un partido con un fuerte apoyo de la Iglesia Católica, las clases dirigentes y por supuesto Estados Unidos. Caldera abandonó COPEI y fundó Convergencia porque perdió las primarias de su antiguo partido para postularse como candidato presidencial. Todo ello le permitió, con la inestimable ayuda de un oportunismo digno de estudio, llegar a acuerdos electorales con partidos que habían sido antagónicos a su proyecto político hasta ayer mismo. Es interesante resaltar que Caldera, justo después del intento de golpe de Estado de Chávez y sus compañeros del MVR-200, había pronunciado una frase que se haría célebre entre el pueblo y los historiadores venezolanos. A modo de exculpación, o al menos de entendimiento, del intento de golpe, afirmó:

Es difícil pedirle al pueblo que se inmole por la libertad y por la democracia, cuando piensa que la libertad y la democracia no son capaces de darle de comer9.

Lo que Caldera llamaba “democracia” era en realidad capitalismo internacional y una determinada forma histórica de Estado burgués, pero él ni podía ni debía expresarse en esos términos pues sería como si el mago nos explicara por dónde sale el conejo de la chistera.
Tempranamente el gobierno Caldera fue debilitándose a causa de una explosiva mezcla entre la inflación galopante que sacudía el país y la pérdida de credibilidad constante de su gabinete. Esta desconfianza popular aumentó después que solicitara un préstamo al Fondo Monetario Internacional. Algo que el propio Caldera, durante la campaña electoral, había asegurado que no haría nunca. Además, el presidente abrió PDVSA (la corporación estatal de petróleo venezolana) a un proceso de paulatina privatización (que no se llegó a materializar) ante la victoria de Chávez y su Polo Patriótico en los comicios de 1998. Otro suceso importante que acaeció durante el gobierno de Caldera, fue que éste le otorgó a Chávez el sobreseimiento de su caso debido a las presiones que ejercieron los partidos de izquierda que le daban estabilidad gubernamental, como fue el caso del MAS (Movimiento Al Socialismo) y el anteriormente citado PCV.
Después de dos años en prisión, Hugo Chávez recuperó la libertad y aunque al principio se mostró reacio a lanzarse como candidato presidencial fue definitivamente convencido por Luis Miquilena (empresario excomunista y propietario del Diaro Clarín) y José Vicente Rangel (reconocido periodista y excandidato clásico de la izquierda venezolana10). Es así como en las elecciones de 1998, respaldado por la coalición electoral Polo Patriótico (mezcla de nacionalistas, socialdemócratas de izquierda y comunistas11), Hugo Chávez consiguió el 56,20 % de los votos frente a su directo rival Henrique Salas Romer que con Proyecto Venezuela (centro-derecha) consiguió el 39,97%. Dicho esto, el 56,20% de votos representaban el 33% del censo electoral, debido a la alta abstención. O sea, pese a la gran diferencia con su principal competidor, sólo uno de cada tres venezolanos con derecho a voto, eligieron a Chávez12. A partir de esa fecha, debido a la dialéctica fruto del enfrentamiento entre una oposición furibunda de derechas, con una ideología elitista, clasista e incluso racista, y unas clases populares en movimiento que poco a poco van instalando en el poder a algunos de sus miembros, entramos en la configuración del escenario básico de los años siguientes. Escenario que a modo de teatro político sería articulado, no sin cierto maniqueísmo e intereses personales de toda índole, por el enfrentamiento entre “chavistas/oficialistas” (todos aquellos partidos, agrupaciones y ciudadanos a favor del gobierno de Chávez) y “escuálidos/opositores” (todos aquellos contrarios al gobierno de Chávez). A finales de 1998, la llamada “Revolución Bolivariana” conseguiría su acceso al poder del Estado con el apoyo de una parte importante del pueblo venezolano.

2. El gobierno Bolivariano, la dialéctica del chavismo dentro y fuera del Estado.

2.1 1998/2007 Enfrentamiento in crescendo.

En 1998 Hugo Chávez vence en las elecciones con un proyecto de corte nacionalista, centroizquierdista y antineoliberal que pese a ello, huía de posicionarse como de izquierdas. Las hemerotecas nos ayudan a recordar cuando Chávez afirmaba que “su gobierno no era de izquierdas ni de derechas”13, José María Aznar era “su amigo”14 y mostraba simpatías ideológicas por la tercera vía de Tony Blair15. Incluso declaraba buscar un “capitalismo” “con rostro humano” para su país. En 1999 se aprobaría la vigente Constitución de la “República Bolivariana de Venezuela”16 con el respaldo de un impresionante 71,2% de los votantes, que no resultaba tan impresionante si atendemos a que no llegaba ni a la mitad de la población con derecho electoral (45,9%) (CIDOB). Pero acaba siendo notable si atendemos la usual baja participación del pueblo venezolano debido al descrédito del sistema de partidos imperante en la IV República. La constitución de 1961, propia de los años del puntofijismo y la vieja República, sería substituida por una nueva constitución de corte progresista en las libertades civiles y los derechos sociales, mientras que se mostraba proteccionista e intervencionista en lo económico. La nueva Carta Magna mantuvo el apoyo de las fuerzas del Polo Patriótico y cohesionó la ilusión en el proyecto bolivariano encabezado por Hugo Chávez. Si bien la Constitución también daba un poder superior al Presidente de la República y alargaba el plazo de convocatorias electorales presidenciales de cinco a seis años.
En 2002 el gobierno de Chávez recibió un golpe de Estado que duró tres días, hasta que una mezcla entre las presiones populares y una parte del ejército lo restablecieron en el poder. El golpe de Estado fue apoyado por la derecha clásica: militares, la cúpula empresarial venezolana y sus medios de comunicación, la élite de la Iglesia católica y al parecer por Estados Unidos con otros grupos de capitalistas foráneos con sus gobiernos títeres, como pareciera que fue el caso del español José María Aznar, otrora aliado de Chávez. La ofensiva de la derecha continuó pese a la vuelta de Chávez. A finales de año, se produjo un paro petrolero por parte de los mismos sectores, en 2004 el referéndum revocatorio (que logró vencer Chávez) y en 2006, en el cénit de la presión internacional y la demonización del gobierno bolivariano en toda la prensa burguesa mundial, Chávez volvió a vencer en las elecciones presidenciales con su tope electoral hasta la fecha (62,84%). Esta ascensión entre enfrentamientos con las élites y aumento electoral se vería frenada con la pérdida del Referéndum Constitucional en diciembre de 2007.

2.2 2007/2012 Consenso in crescendo.

A partir de la pérdida del Referéndum Constitucional por muy escaso margen (51,01%), el gobierno venezolano hizo una serie de gestos favorables a la burguesía (nacional e internacional) para distender las relaciones que estaban llegando a un punto de enfrentamiento considerable. El nombrado referéndum intentaba reformar la Carta Magna de 1999 con nuevos artículos más socializantes, que abrían la posibilidad de un control mayor por parte del Estado de sectores estratégicos de la economía, con lo cual no estaban de acuerdo sectores de derecha del propio gobierno. La Reforma contenía a grandes rasgos: una reducción de la jornada laboral a 6 horas, la inclusión de nuevas formas jurídicas de propiedad socialistas, la institucionalización de las Misiones Bolivarianas17, un mayor poder popular en detrimento de gobernaciones y alcaldías, la prohibición del latifundio, una mayor carga ecologista, etc. Era un viraje a la izquierda no exento de contradicciones18. A partir de la entrevista en el año 2008 con el Presidente de la República de Bielorrusia, Chávez entendió que el socialismo no debía ser necesariamente antiempresarial y en él podían tener cabida los empresarios “patriotas”. Esto fue aprovechado por el sector derechista del gobierno para rodear el círculo de confianza del presidente Chávez y dar una explicación derrotista a la pérdida del referéndum, en el sentido que el pueblo no se encontraba preparado para “tanto socialismo”. Personajes de corte socialdemócrata de derecha y centro en las esferas de poder “bolivariano” como Diosdado Cabello, Jorge Rodríguez o Andrés Izarra vieron fortalecidos sus planteamientos.

2.3 Relaciones exteriores

El enfoque del sistema-mundo nos enseña a entender que lo que pasa en cualquier país del sistema no tiene que ver fundamentalmente con las fuerzas que operan en ese territorio sino en la arena internacional. Chávez y el chavismo con su mezcla polimorfa de sensibilidades políticas, en todo caso de preeminencia burguesa, pero más nacionalista y a la izquierda que la candidatura presidencialista de Capriles en 2012 en representación de la MUD (Mesa de Unidad Democrática, más tarde conocida como “Unidad Venezuela”), tiene su sustento en la arena internacional en el bloque liderado por la aspirante a potencia hegemónica internacional: China. Mientras que la MUD, una coalición todavía más polimorfa de partidos donde la hegemonía se sitúa en el centro-derecha tiene su sustento internacional en el bloque liderado por Estados Unidos. En este eje clásico estadounidense tendríamos, a grandes rasgos, los siguientes países y organizaciones regionales del sistema mundial: Estados Unidos, la Unión Europea, India, Japón, Australia y Corea del Sur. En Centroamérica y Suramérica destacan México y Colombia. En cambio, en el eje postulante liderado por China, tendríamos a: China, Rusia, Bielorrusia, Brasil, Argentina, Irán y Corea del Norte. En particular Rusia y China son muy importantes para el gobierno chavista, pues la primera suministra material bélico19 y la segunda aporta financiación e inversiones directas en territorio venezolano (además de participar en la formación de cuadros del PSUV20). En este sentido, los cambios ideológicos que ha producido el “socialismo de mercado” inaugurado por Deng Xiaoping en 1978 en el gigante asiático, también ha tenido su influencia en no pocos dirigentes del Partido Comunista de Cuba, país que ejerce como un gran referente y ejemplo de dignidad e independencia histórica frente a los Estados Unidos. Por tanto, en lugar de introducir mejoras en la democracia de base o a dejar de utilizar la ley del valor para salir de la lógica capitalista21, parte de la dirigencia cubana aspira a introducir reformas procapitalistas en el mercado, sin perder la hegemonía del Partido en la sociedad. En este sentido es curioso fijarnos en el tercer partido (por apoyo electoral) de la coalición chavista, el Movimiento Revolucionario Tupamaro (o TUPAMARO)22. Compuesto por auténticos militantes con una dirigencia formada al calor de la guerrilla urbana y con una alta formación marxista-leninista es un partido que tiene como una de sus máximas influencias el pensamiento de Mao Zedong23, que está en franca devaluación entre la mayoría de los dirigentes del PCCh24.
El chavismo, en la comarca latinoamericana (que diría Galeano) ha tenido mayoritariamente un componente progresista, en tanto ha intentado unir a los países latinoamericanos, anteriormente fragmentados cuando no enfrentados por el predominio de la política del patio trasero patrocinada por Estados Unidos. Cabe mencionar las iniciativas del ALBA, Petrocarible o Telesur. Venezuela ha estado a favor de reconocer a las guerrillas colombianas como grupos guerrilleros y no terroristas, aunque también ha entregado a Colombia a varios miembros de las FARC. En el eje latinoamericano sus aliados más firmes han sido la Bolivia de Evo Morales, la Cuba de Fidel y Raúl Castro, el Ecuador de Rafael Correa y la Nicaragua del veterano Daniel Ortega. En menor medida, pero mucho más importante por sus pesos específicos, el chavismo ha conseguido el apoyo, o al menos la comprensión, de Argentina y Brasil, con los Kirchner y los gobiernos de Lula y Dilma respectivamente a la cabeza. También en Uruguay, donde el Frente Amplio y en especial el actual presidente del país, “Pepe” Mújica, han mantenido una buena relación con el ejecutivo bolivariano. De hecho, el apoyo uruguayo fue clave para la incorporación de Venezuela como miembro de pleno derecho al Mercosur el 31 de julio de 2012.
En Oriente Próximo y el mundo árabe, Venezuela ha jugado un papel dual, donde se ha posicionado claramente a favor de Palestina frente al sionismo israelí, pero donde ha mantenido también posiciones muy polémicas como su apoyo acrítico a la Libia de Gadafi y la Siria de Bashar al-Assad. Parece que en general, ha prevalecido un interés geoestratégico a un eje ideológico en sus relaciones con los líderes de los diferentes países del mundo. Ejemplo de ello fue su reconciliación mediática (no en Venezuela) con el rey Juan Carlos de España después de su desencuentro con el monarca en la Cumbre Iberoamericana de 200725.
Estamos viviendo un nuevo período que he llamado Nuevo Orden Multipolar Transitorio (NOMT) (Illescas), fruto del fin de la URSS y la hegemonía unipolar estadounidense. En esta nueva fase histórica del sistema-mundo será importante saber con qué bloque se posicionará Venezuela en caso de desatarse un nuevo conflicto internacional. La competencia intercapitalista de los dos bloques anteriormente expuestos (estadounidense o chino) puede llevarnos a una nueva Guerra Mundial como pasó en la Gran Guerra, por motivos semejantes (Lenin). Venezuela tiene una de las reservas más importantes de petróleo y será clave tanto para un escenario bélico como otro postbélico. Una vez pasado el período NOMT, podremos vivir un renovado período capitalista con nueva potencia hegemónica (Arrighi, 2007) y nuevos modelos de acumulación de capital (Fontes) o por el contrario cambiar a un sistema-mundo no capitalista, que bien pudiera ser o socialista, si las fuerzas populares son predominantes, o peor que el capitalista, si las élites imponen su hegemonía y el modo de producción capitalista ya no es viable para sus intereses (Wallerstein). Otros autores, como Minqi Li apuntan que el ascenso de China e India llevarán las contradicciones del sistema-mundo capitalista a su máximo nivel, generando hambrunas y acelerando un cambio climático que provocará que diversas partes del mundo sean sumergidas por el mar provocando a su vez masivas migraciones. Li propone como única salida la conformación de un sistema-mundo socialista que afronte esas catástrofes que ocurrirían según su criterio a mediados de este siglo XXI (Li). Si el fin del capitalismo no coincide con el fin de la especie, quizás sí pueda cumplirse la teleología marxista y después de siglos de capitalismo llegue irremisiblemente un tipo de socialismo mundial (Marx y Engels), que esperemos sepa aprender de los errores del “socialismo realmente existente” en la URSS y satélites, por el bien de la humanidad (Buzgalín).

3. Chavismo como ideología: entre el proyecto popular y el populismo.

Si atendemos a la acepción mayoritariamente descriptiva del concepto de “ideología” sustentada por Lenin, Gramsci o Eagleton26 (pero también por los últimos Marx y Engels), y no a la contradictoria a la par que mayoritariamente peyorativa expuesta por Marx y Engels en “La ideología alemana” (1846) en tanto “falsa consciencia”, podríamos decir que el significado de la etiqueta “chavismo” ha oscilado según las coyunturas y los años en los que Chávez lleva en el poder. Pero diciendo esto no añadiríamos nada nuevo al lector, pues lo mismo ha ocurrido con otros términos políticos como “progresista”, “revolucionario” o “internacionalista”, que han ido modificando su contenido mientras el continente permanecía navegando por las tumultuosas aguas de la historia contemporánea. Lo que sí es cierto es que en este tiempo de mediana duración que va desde que Chávez ganó sus primeras elecciones hasta los días en que escribo estas líneas (1998/finales de 2012), el “chavismo” ha mantenido ciertas constantes que cabría enumerar:

  1. Un izquierdismo nacionalista amplio que busca unos servicios públicos de calidad, que comprendan educación, sanidad y derechos sociales, al servicio de las mayorías venezolanas.
  2. Un latinoamericanismo sincero que comprende todos los países al sur de los Estados Unidos, incluidos México y el Caribe. O sea, toda aquella región conocida por la Doctrina Monroe como el “Patio Trasero” de los Estados Unidos. Su proyecto internacional se basa en la doctrina de Bolívar y también recoge referentes como el revolucionario y poeta cubano José Martí o el guerrillero marxista Ernesto Che Guevara.
  3. Un nacionalismo militante, digno contra el imperialismo de EEUU, a veces estridente en la propaganda, por momentos rozando el ridículo y en otros recordando el chauvinismo rancio de actores tan disímiles como los Estados Unidos o Corea del Norte27.
  4. Un amor a prueba de bombas por Hugo Chávez, que va desde el sincero reconocimiento a sus cualidades como estadista y “revolucionario” hasta el fanatismo propio de los fenómenos de fans de la industria cultural o las teologías más exaltadas de las religiones monoteístas.
  5. Ser un aglutinante para englobar a una mezcla difícil de partidarios que incluye familias que de otro modo podrían tener una convivencia muy complicada entre cristianos progresistas, musulmanes, marxistas-leninistas, socialdemócratas nacionalistas, trotskistas, filomaoístas y nacionalistas de toda índole.

No es que Chávez realmente tenga tanto poder teórico (sí de convicción) como para establecer una ideología coherente y orgánica seguida por todos sus partidarios, es que sus partidarios no tienen un plan mejor que los unifique. Chávez y el chavismo es una necesidad marcada por la impotencia de los nacionalistas, los socialdemócratas y los comunistas de casi todo signo de desplegar su propio programa con el apoyo del pueblo. A rebufo de la velocidad que les proporciona la vela del chavismo, al menos, navegan. Los más formados políticamente, como el PCV o los Tupamaro, albergan esperanzas de ir cultivando las consciencias del pueblo chavista para hacerlos superar este estadio que tiene mucho que ver con el mito infantil del superhéroe, donde el pueblo delega responsabilidades en el líder/héroe para que le salven la papeleta28. Y estos grupos lo esperan conseguir como el viejo topo, escapando de los fuertes vientos de la superficie, que provienen de la hegemonía capitalista imperante en el sistema-mundo y en sectores del propio gobierno chavista.

4. Chávez, el hombre político por excelencia.

4.1 Chávez, el histriónico estadista, la bestia política.

En Chávez hay en síntesis al menos dos relatos maniqueos y hegemónicos con diversos subrelatos, y uno alternativo que es el que voy a proponer. Los dos primeros vendrían de dos sectores enfrentados, que Chávez últimamente intenta unificar con una campaña de marketing centrista y centrada en el eslogan de la “unidad nacional”. Los dos fueron nítidamente antagónicos desde 1998 hasta el día después del Referéndum Constitucional de diciembre de 2007. El primer relato vendría sostenido por la derecha sociológica venezolana y los medios burgueses internacionales (sin importar si son de derecha, centro o centro-izquierda):

Relato 1: “Chávez, el autoritario maleducado”: Según este relato Chávez vendría a ser un protodictador, cuando no un dictador sin dictadura. Lo cual resulta muy curioso cuando no directamente una descarada antinomia. Chávez sería así un militar golpista de corte nacionalista con una ideología desgastada y totalmente obsoleta, cercana al marxismo “trasnochado” de países como Cuba o la extinta URSS. Hugo Chávez sería pues una emanación pestilente de un pasado caduco (con su proyecto anti-EEUU y anti-libre mercado), un recuerdo incómodo ajeno a la lógica liberal del mercado triunfante en el sistema-mundo29. Por tanto lo que habría que hacer con él, cuanto antes, es devolverlo al pasado de donde procede. Para ello, y dependiendo de las sensibilidades de derecha que se manifiesten simpatizantes de este relato, los métodos irían desde un aislamiento diplomático y comercial combinado con un empoderamiento comunicacional y monetario de la oposición “democrática” (ergo, neoliberal) que “sí respeta los derechos humanos y la legalidad institucional” (ergo el derecho capitalista), dándoles garantías a los inversores extranjeros. Esto es: dándole seguridad política a los de siempre, de que podrán extraer las plusvalías que antaño succionaban de la clase trabajadora venezolana.

Relato 2: “Chávez, el valiente héroe antiimperialista y prosocialista”: Este otro relato, antagónico del anteriormente narrado, reside en la fe de algunos que ven a Chávez, por su discurso y por sus reiterados enfrentamientos con los poderes fácticos (golpe de Estado derechista de 2002, paro petrolero, elecciones presidenciales de 2006, etc.) como un líder panamericano verdaderamente revolucionario que quiere, como el Che (y antes Martí o Bolívar, forzando un poco la historia), vertebrar la unidad de Latinoamérica en unas sociedades crecientemente socialistas. Es un relato un tanto superficial con el que opera la mayoría de la izquierda venezolana y la izquierda mundial políticamente organizada (excepto la mayoría de maoístas y algunos otros marxistas-leninistas de diversas tendencias como trostkistas, neoestalinistas, etc.). Es notorio que este relato es promocionado directamente, también, por el propio Chávez que en su cuenta oficial de Twitter se autodefine como “Soldado Bolivariano, Socialista y Antiimperialista”.

Me gustaría proponer desde estas páginas otra visión de Chávez que no es una tercera vía en el sentido centrista adoptado por el proyecto político de Tony Blair y Anthony Giddens en Reino Unido. No pretendo nomojarmey parecer equidistante entrechavistasyopositores. Al contrario, es un intento de esbozo desde la tradición marxista revolucionaria, no dogmática pero radical30, para comprender este fenómeno caribeño que tiene ecos latinoamericanos e incluso mundiales, llamado chavismo. Para esbozar este tercer relato alternativo, quiero apoyarme en losCuadernos de la Cárcelde Antonio Gramsci cuando sobre el fenómeno del cesarismo afirmaba:

Se puede decir que el cesarismo expresa una situación en la cual las fuerzas en lucha se equilibran de modo catastrófico, o sea que se equilibran de modo que la continuación de la lucha no puede concluir más que con la destrucción recíproca. Cuando la fuerza progresista A lucha contra la fuerza regresiva B, puede suceder no sólo que A venza a B o B venza a A, puede suceder también que no venzan ni A ni B, sino que se agoten recíprocamente y una tercera fuerza C intervenga desde fuera sometiendo lo que queda de A y de B. En Italia, después de la muerte del Magnífico, sucedió precisamente esto, como sucedió en el mundo antiguo con las invasiones de los bárbaros. Pero el cesarismo, si bien expresa siempre la solución "arbitral", confiada a una gran personalidad [en nuestro caso Chávez], de una situación histórico-política caracterizada por un equilibrio de fuerzas de perspectivas catastróficas, no siempre tiene el mismo significado histórico.(Gramsci, 1999 Tomo V:65)
Para Gramsci, como para Marx, a diferencia del fenómeno delbonapartismoque siempre es reaccionario, elcesarismopodía ser reaccionario pero también progresista, en palabras del revolucionario y teórico italiano:

Puede haber un cesarismo progresista y uno regresivo, el significado exacto de cada forma de cesarismo, en último análisis, puede ser reconstruido por la historia concreta y no por un esquema sociológico. Es progresista el cesarismo cuando su intervención ayuda a la fuerza progresista a triunfar aunque sea con ciertos compromisos y atemperamientos limitativos de la victoria; es regresivo cuando su intervención ayuda a triunfar a la fuerza regresiva, también en este caso con ciertos compromisos y limitaciones, que sin embargo poseen un valor, un alcance y un significado distintos que en el caso precedente. César o Napoleón I son ejemplos de cesarismo progresista. Napoleón III y Bismarck de cesarismo regresivo. Se trata de ver si en la dialéctica "revolución-restauración" es el elemento revolución o el elemento restauración el que prevalece, porque es cierto que en el movimiento histórico no se retrocede jamás y no existen restauraciones "in toto".(Ibid)
El cesarismo se da en aquellos contextos donde la correlación entre fuerzas políticas en pugna es muy similar y por tanto no hay un ganador previsible. Tanto el cesarismo como el bonapartismo se caracterizan por altas dosis de culto a la personalidad. En mi opinión el cesarismo chavista sirvió en un principio para aglutinar fuerzas dispersas enfrentadas a la lógica neoliberal y agrupadas en los partidos que dieron aliento a la coalición electoral del Polo Patriótico. Lo único que tenían en común los nacionalistas, los socialdemócratas de izquierda, los eurocomunistas y los marxistas-leninistas del PCV era su anti-neoliberalismo. ¿Pero fuera de ello qué? No había un proyecto común. Así que cuando ese neoliberalismo ya se había subvertido, o al menos las fuerzas políticas que lo encarnaban fueron derrotadas de cara a la galería (mediante las reiteradas elecciones donde el chavismo venció), estas mismas fuerzas substituyeron el enfrentamiento directo por el entrismo troyano.Si no puedes vencer al enemigo, únete a él, una conocida consigna de la guerra desde la Antigüedad y los tiempos del estratega chino Sun Tzu. Es así como tras la superficie chavista reluciente y victoriosa desde las elecciones de 2004 para la Asamblea Nacional y las presidenciales de 2006, ¡sin oposición para redactar leyes desde 2004 a 2010! se esconde una lucha de clases silenciosa31. Desde 2004 a 2010, con toda la asamblea legislativa controlada por el chavismo, éste no fue capaz de redactar una nueva Ley del Trabajo que substituyera a la de la IV República. ¿Qué clase de revolución es esa? ¿Revolución o más bien nuevo estadio en la lucha de clases de larga duración (long durée32)?

4.2 Chávez, un hombre atrapado en su propaganda. Sobre el culto a la personalidad.

Empecemos admitiendo que en Venezuela sí hay un poderoso culto a la personalidad desde el pueblo y desde las instituciones. De parte del pueblo, espontáneamente, y de las instituciones, organizadamente como estrategia comunicacional tendente a contraatacar el culto a la “demonización” de Chávez propuesto por los medios antichavistas. Esta política institucional también se produce porque los revolucionarios no tienen casi ningún cargo de importancia, pues estos son copados por los socialdemócratas de derecha e izquierda (pocos). Ambos, pueblo e instituciones oficialistas apoyan a Hugo Rafael Chávez Frías, el hombre detrás de la “revolución bolivariana”, pero, ¿quién es él realmente?
Como apuntó Heráclito, nadie puede cruzar dos veces el mismo río, pues el río ya ha cambiado y el que lo cruza también. En el caso de la evolución de las personas, se producen constantes y variables y a veces también revoluciones drásticas en su personalidad: avances y retrocesos fruto de diferentes adaptaciones o negaciones. Para el caso de Chávez, como para cualquier mortal, también se aplica esta ley. Aquel hombre desconocido que con 37 años liderara la intentona golpista contra Pérez en 1992, no es el mismo que mientras escribo estas líneas se enfrenta a un cáncer con 58 años. Antes era el teniente coronel de un país empobrecido de la periferia del sistema. Hoy es el presidente de un país de la semiperiferia, además de uno de los rostros políticos más reconocibles del panorama internacional. ¿Quién es hoy Hugo Chávez? Es una pregunta demasiado ambiciosa para poder contestarla, se requeriría de un estudio profundo y minucioso de su evolución psíquico-física durante estos años en que ha vivido en el epicentro del poder venezolano. Pero también se requeriría un estudio de su infancia y su desarrollo adolescente, su juventud, etc. Quien les escribe está lejos de poder afrontar semejante empresa investigadora. Simplemente, reflexionaré trazando algunos esbozos que armados de una observación atenta y buen sentido común, fácilmente podremos establecer. En principio parecerán cuestiones obvias, pero sentarán las bases para un análisis más agudo de la cuestión.
Desde 1992 a 2012 han pasado 20 años, dos décadas, y Chávez ha envejecido. También ha engordado considerablemente. En cuanto a su importancia social, objetivamente, desde que es el presidente de una república fuertemente presidencialista como la venezolana, ha pasado a tener un poder social muchas veces multiplicado al que tuvo como desconocido teniente coronel del ejército venezolano. Vox populi es que el poder corrompe, o al menos puede corromper a las personas y desde luego también desgastarlas. El estrés y la responsabilidad de tales cargos, junto a las diversas y múltiples presiones que se enfrentan, producen un acelerado envejecimiento y desgaste de sus rasgos. Es común que tengan un proceso de acelerado descolgamiento en la mirada, alopecia o caneamiento del cabello. Como decía Lincoln, “Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si queréis probar el carácter de un hombre dadle poder”. Del mismo modo que la carencia casi absoluta de poder en el entramado de relaciones sociales marca a la persona (pensemos en un parado de larga duración o una persona sin techo, su baja autoestima, tendencia a la depresión y la drogadicción, etc.), el mantenimiento de un gran poder durante largo tiempo también puede erosionar la personalidad en un sentido adverso (megalomanía, despotismo, narcisismo patológico, sed de dominación, etc.). Aceptemos varias premisas básicas:

  1. Chávez, como presidente de una república durante más de una década, tiene un poder muy superior respecto al que tiene una persona media (“plusvalía de poder”). De hecho superior a la mayoría de presidentes del mundo, pues lo común es que éstos permanezcan en el cargo entre cuatro y ocho años. Sin embargo, interesante es anotar que es inferior al que retiene cualquier magnate capitalista de un banco transnacional que permanece en la dirección hasta su muerte.

  1. Dicho lo cual hay que admitir que su poder es legítimo en tanto ha sido democráticamente electo. Al menos, respecto a la legalidad de la democracia burguesa venezolana. El pueblo, de un modo más o menos mayoritario, ha ratificado a Chávez en el poder hasta el día de hoy y la oposición que ha generado se ha mantenido inferior al número de sus votantes desde 1998. Si bien es cierto que el porcentaje de sus opositores aumenta desde finales de 2007.

  1. Chávez no se proclamó socialista hasta 2004/5. Es de los pocos casos, en que un presidente de un país se ha radicalizado estando en el poder. Chávez, a diferencia de la mayoría de los activistas o militantes de cualquier partido de izquierdas, se ha formado mientras ejercía el cargo político más importante de su país. Anteriormente, sus conocimientos se encontraban en la arena de lo “políticamente correcto”, del centrismo político.

  1. Chávez estuvo a punto de morir en el golpe de Estado de 2002, como el mismo relató repetidas veces y eso deja temores, fortalece o ablanda la psicología del individuo. Chávez, desde que volvió al poder ha mantenido una política excesivamente generosa para sus bases, de amnistiar a los culpables del golpe de Estado de 2002.

Tras el golpe, Hugo Chávez fue preso en la isla de La Orchila por los golpistas y allí sintió que su vida corría serio peligro. No sería descabellado, que después de este “incidente”, Hugo Rafael Chávez Frías, el hombre de carne y hueso ahora enfermo de cáncer, tuviera miedo a morir en una intentona de nuevo tipo. Tras el paro petrolero que sufrió a finales del mismo año por prácticamente las mismas fuerzas de la reacción, Chávez se reunió en 2004 con Gustavo Cisneros, al que acusó de participar en el golpe de Estado de 2002, y a quien había llamado “fascista”. Tras esta reunión, auspiciada nada menos que por el ex-presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter, el canal del magnate Cisneros suavizó sus críticas a Chávez e incluso otorgó un más que razonable tiempo mediático a los políticos chavistas. En 2007, tres años después de esa reunión, el ejecutivo venezolano no renovó al canal privado y opositor RCTV del espectro radioeléctrico venezolano, lo que significaba que a partir de ese momento RCTV dejaría de emitir en abierto y sólo podría hacerlo por cable33. Esto significaría que RCTV, y su propietario el magnate de medios Marcel Granier, dejarían de ganar tanto dinero. Cuando RCTV emitía en abierto recibía cuantiosos ingresos de los anunciantes por ser uno de los dos canales más vistos en Venezuela. A partir de la no renovación, deberían basar su negocio en las cuotas de los socios. ¿Quién fue el gran beneficiado? El canal Venevisión, propiedad de Cisneros. Venevisión, con su máximo competidor fuera de juego (RCTV), aumentó sus ingresos publicitarios sustancialmente. Cisneros es un magnate muy poderoso no sólo en Venezuela, tiene relaciones con la élite estadounidense, como lo acredita que el propio expresidente Carter mediara para su reunión con Chávez34, pero también con la española para conectar con el mercado europeo35.
A tenor de los hechos, no sería nada alocado pensar que Chávez, que nunca fue socialista en el sentido de anticapitalista, y sí más bien un socialdemócrata nacionalista que quería que sus compatriotas vivieran mejor, optara por una estrategia de atraerse a una parte de la burguesía para utilizarla de apoyo para destruir a la otra burguesía más recalcitrantemente opositora y repartir sus activos entre el pueblo y la burguesía colaboradora. De este modo se apropiaba de ciertos medios, despejándole la competencia y regalándole una mayor cuota de mercado a la burguesía colaboracionista, garantizándole un mercado empoderado por la financiarización promovida por el Estado rentista petrolero y un respeto jurídico (total o provisorio) para sus negocios. ¿Táctica revolucionaria para avanzar o proyecto nacionalista burgués? Con este accionar, las contradicciones entre capital y trabajo, serían desplazadas temporalmente a un futuro que luego se vería no tan lejano, atendiendo a la conflictividad laboral en numerosas empresas estatales como PDVSA, el sector educativo o SIDOR.

5. La boliburguesía o durmiendo con el enemigo.

En tiempos de la Revolución Cultural en China había una expresión utilizada con mucha frecuencia en el mandarín de aquellos años que decía: Dazhe Hongqi Fan Hongqi. Se podría traducir comoAgitar la bandera roja para oponerse a la bandera roja. Con ello el pueblo chino se refería a aquellos que eran adversarios de Mao Zedong y sus ideas, y para disimular sus verdaderas intenciones se hacían pasar por sus más fervientes partidarios (Daubier). Esto mismo es lo que sucede en Venezuela con Chávez y muchos de los políticos autoproclamados “chavistas”, “patriotas”, “revolucionarios”, “socialistas” o vaya usted a saber qué toca para la ocasión. Muchos agitan la bandera pero sin viento que la ondee. Quien les escribe no sabría indicar al lector si realmente esto sucede porque dichos “líderes” estén en contra de Chávez o porque estén en contra de las ideas prosocialistas que éste dice defender. Con esto quiero decir que no sé si Chávez realmente es un socialista convencido o más bien se queda en un exmilitar de corte nacionalista y socialdemócrata36 metido en abanderado del socialismo por casualidad histórica. Quizás vivamos en un tiempo en que para llevar un mínimo de calidad de vida a las mayorías de un país semiperiférico como Venezuela, quizás haya que montar un simulacro de revolución (que asuste a las élites) para evitar el aplastamiento de la hegemonía neoliberal, mayoritaria en los gobiernos del sistema-mundo.
Se ha producido casos de políticos como Diosdado Cabello (exvicepresidente de la República cuando Chávez fue arrestado por los golpistas en 2002, ex-gobernador del Estado Miranda y actual presidente de la Asamblea Nacional), que han sido ampliamente repudiados por el pueblo en elecciones estaduales, que son en nada queridos por las bases chavistas de izquierda, pero que fracaso tras fracaso siguen mereciendo la confianza de Chávez, que los reubica en nuevos importantes cargos. Por otra parte está el tema, promovido por el gobierno, de losempresarios bolivarianos, lo que para algunos economistas marxistas venezolanos como Manuel Sutherland, miembro de la ALEM37, consiste un auténtico disparate contrario a las leyes del desarrollo capitalista actualmente existente. Para Chávez pareciera que todo empresario espatriotaobolivarianoen tanto respete sus políticas de gobierno, como ya vimos con el señor Cisneros y se vería con otros tantos más.

6. ¿Rumbo al socialismo?

A algunos prohombres de la llamada “derecha endógena” o “derecha chavista” como Diosdado Cabello les encanta decir que en Venezuela ya hay socialismo. Por su parte Chávez unas veces afirma que ya hay socialismo en la patria de Bolívar y otras que van rumbo al mismo. Unas veces, con apenas días de diferencia, celebra que el PIB cae porque el capitalismo se derrumba en Venezuela y otras que sube por mérito de su gobierno “revolucionario”38. Pero lo cierto es que en un país donde, después de más de una década39 de supuesta revolución, el 2% de la población (grandes terratenientes) acaparan el 55% de las tierras y el sector privado controla más del 70% del PIB, se nos hace difícil hablar de revolución de ningún tipo. Para Sutherland, en Venezuela lo que hay es “un gobierno de carácter militar, nacionalista y socialdemócrata”. Además, la petrolera PDVSA, gran bastión “revolucionario” del gobierno venezolano, si bien es de mayoría accionarial estatal tiene acuerdos de cooperación con las burguesías de veintitrés países donde no hay ninguna supuesta “revolución” y por tanto tendemos a creer que se consideran “capitalistas”. Parece que el ejecutivo venezolano es un conjunto poliforme de políticos de diversas tendencias (lo dicho: socialdemócratas de derecha, centro e izquierda) junto con militares que la única sensibilidad que comparten con los anteriores es un nacionalismo que ellos llaman “patriotismo” y se enzarza entre la figura de Bolívar y Chávez, como dicta la propaganda oficial de regusto hagiográfico.
Si a un proceso de reformas socialdemócratas le llaman “revolución” es porque en este momento el capitalismo no puede permitir ni ese grado de disenso (que sí pudo aceptar mientras existía la amenaza de la URSS40) menos en un país históricamente de la periferia del sistema. Es por ello que las fuerzas poliformes del ejecutivo chavista pudieron adquirir un mínimo de cohesión que no las hiciera saltar a pedazos a la primera escaramuza con sus rivales políticos. El socialismo venezolano o bolivariano, en todo caso “chavista”, es tan laxo que como el mismo Chávez afirmó en él caben los terratenientes siempre que respeten la legalidad “bolivariana” y desde luego grandes empresarios como el señor Mendoza, que también hace negocios con capitalistas españoles en suelo venezolano41. Y por supuesto, como señalamos anteriormente, son bienvenidos aquellos capitalistas que se dediquen al negocio de la comunicación y sean moderados con su línea editorial (Cisneros/Televen).
El socialismo no es poder de consumo en base a la financiarización o al acceso a la renta petrolera, es mucho más. Porque si bien es verdad que hay menos pobres en Venezuela, también es cierto que los hay porque una parte de la plusvalía mundial la están recibiendo sus trabajadores mediante el acceso a la renta petrolera. Según la CEPAL, con el ejecutivo presidido por Chávez, la pobreza se redujo del 48,6% en 2002 al 27,8% en 2010, mientras que la pobreza extrema pasó del 22,2% al 10,7%42. Unas reducciones muy importantes, cuando en la mayoría de los países del mundo la tónica es a ampliarla. Pero también es cierto que actualmente algunos super ricos venezolanos son más ricos que antes de Chávez43, de hecho Venezuela es el séptimo país con más super ricos de Latinoamérica44. En cambio, las diferencias generales entre el 20% más rico y el 20% más pobre se han reducido hasta el punto de ser el país menos desigual de América Latina en el año 200945. Ha disminuido tanto la pobreza absoluta como la relativa. Pese a ello Venezuela sigue teniendo un índice de desigualdad, según datos de 2011, superior a países de la antigua URSS como Letonia o Estonia, después de más de veinte años de capitalismo. Pero también tiene una desigualdad mayor que países tan capitalistas como Corea del Sur, Grecia o España (con datos actualizados de la crisis)46 o incluso con respecto a los de su liga histórica de la semiperiferia periférica: como Níger, Indonesia o Mongolia47. Según Sutherland, para el año 2010, después de once años de gobierno “bolivariano”, el 71% del PIB venezolano estaba controlado por el sector privado mientras que el controlado por el Estado sólo alcanzaba el 29%. Lo curioso, cuanto menos, es que en el año en que Chávez comenzó a gobernar, la parte del PIB correspondiente al Estado era ligeramente más favorable (32%)48. Sutherland culpa de ello a los planes del Estado y a la burguesía venezolana, pues la segunda no podría obtener unas ganancias tan grandes sin la ayuda del Estado49. PDVSA, la petrolera estatal, genera el 96% de divisas disponibles y mediante el control de cambio por parte del Estado, esa renta petrolera llega a las manos de una burguesía rentista e improductiva que se dedica a importar productos y venderlos en Venezuela a precios desorbitados. Pura especulación fruto de décadas de rentismo. De hecho, la burguesía venezolana llega a un nivel de parasitismo en el que importa 9 veces lo que exporta, que “de esa mísera exportación no petrolera, más del 80 % consta de minerales extraídos con bajo procesamiento50.” Por tanto, en este tiempo, y pese a la propaganda oficial, el Estado no se ha hecho más grande, sino ligeramente más pequeño en cuanto a su participación en la economía venezolana, inserta por completo, no nos olvidemos nunca, en el sistema-mundo capitalista. Estas cifras deberían ser suficientes para derribar el mito chavista del “empresario bolivariano”51.
Respecto al socialismo agrario, Chávez llego a afirmar que apoyaría a los terratenientes, lo cual va contra la propia Constitución venezolana promovida por su gobierno. Chávez declaró respetar a los terratenientes a condición que produjeran:

Una extensión de 75 mil hectáreas, de 100 mil hectáreas, por más que me vengas a sustentarlo, es un latifundio, a menos que tengas 100 mil cabezas de ganado. Ah bueno, soy capaz de respetarte, siempre y cuando me des el ganado a precio regulado para el pueblo venezolano." (Chávez dixit)52

Ergo el presidente supuestamente “revolucionario” de un país “rumbo al socialismo” se comprometió públicamente a respetar a los terratenientes que tuvieran tierras del tamaño semejante o mayor que grandes ciudades como Madrid, París o Río de Janeiro53. Con la única condición que produjeran, ergo que explotaran a los trabajadores y acumularan capital siempre que dejaran alguna migaja de los beneficios en el país. Curioso socialismo este.
Sin embargo, para ser justos debemos admitir que lo que sí se ha producido en Venezuela con el Gobierno de Chávez es un empoderamiento simbólico de todos los empobrecidos. Por primera vez se les ha dado la palabra y se ha contado con ellos como actores políticos protagónicos54. Para algunos analistas y militantes venezolanos, no sin razón, este, y no otro, puede ser considerado el mayor logro de la Revolución Bolivariana. Revolución que en caso de serlo, a día de hoy no es socialista, pero sí ha servido para alzar la voz de los empobrecidos dignificándolos.


7. Una impostura “socialista” llamada PSUV

El Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV), debe ser, a buen seguro, uno de los partidos de izquierda más antidemocráticos y caudillistas existentes en el mundo. Sus estatutos, aprobados con los mismos métodos, son expresión de la lógica chavista del dedazo y la obediencia ciega del militarismo que procede del propio estilo de Chávez y sus compañeros exmilitares desde los tiempos del MBR-200. Sin embargo, este personalismo, no proviene de Chávez en exclusiva, sino que para sorpresa del analista no venezolano, fue demandado por muchos seguidores/militantes que no se fían de la mayoría de los pesos pesados del chavismo pero sí de Chávez. Es tal el grado de personalismo al que llega el PSUV que en el artículo 3 relativo a valores y principios se dice que “todo ello inspirado en el liderazgo fundamental e ideas revolucionarias del Comandante Hugo Chávez”. En el 9.1, en relación a los deberes del militante se incluye la defensa de “su líder” cuando afirma: “Defender la Patria, la Revolución y su líder y el PSUV” Entonces, ¿qué pasa si su líder se corrompe o toma un camino contrario a la voluntad de la mayoría de la organización? ¿Su líder es infalible como Dios? ¿Y si se vuelve loco?
Por otra parte, si bien Chávez y por ende el PSUV no asumen el marxismo, ni mucho menos el marxismo-leninismo55, sí acogen aquello que les interesa como el “centralismo democrático” cuando hablan de los principios organizativos, quizás porque eso garantiza “...la subordinación del conjunto de la organización a la dirección; la subordinación de todos los militantes a sus organismos; la subordinación de los organismos inferiores a los superiores; la subordinación de la minoría a la mayoría...” En el 9.4 se habla directamente de: “Acatar y cumplir los lineamientos e instrucciones, emanadas de las distintas instancias de dirección del partido.” Demasiadas subordinaciones y acatamientos para tan pocas garantías de que se cumple el otro principio del centralismo democrático leninista, aquel que garantiza que la información, y los mandatos, emanan también de abajo a arriba y no solo de arriba a abajo, como ocurre en el Ejército. Además, los militantes sólo pueden establecer críticas dentro de la organización del partido56, o sea, que dependen de la burocracia del partido para ejercitar su derecho a crítica, cuando muchas veces las críticas tienen que ver con la burocracia y ésta maneja la casi totalidad de los medios de comunicación chavistas, ¿quién vigilará al vigilante? Especialmente insultante, para todo socialista y por ende demócrata radical, resulta el artículo 5 llamado para más inri “Métodos de la democracia interna” donde se dice que:

Para la toma de decisiones y elecciones internas el partido podrá utilizar diversos métodos: elección directa, universal y secreta; cooptación, elecciones de primero, segundo o tercer grado; opinión y consenso, los cuales se determinaran por las diversas instancias de dirección de acuerdo a las condiciones políticas.”57

O sea, que la dirección hará lo que le dé la real gana, en pocas palabras. Lo más alucinante del caso no es que se haga, cosa que se hace con distintas intensidades en no pocos partidos de izquierda del mundo (desgraciadamente, y siguiendo la misma mecánica que los de derechas) sino que se tenga la desfachatez absoluta de reconocerlo y darle rango estatutario. Lo nunca visto.
El PSUV es un partido de masas sin ideología revolucionaria, y para estar dentro solo hace falta firmar y pagar la cuota, por lo cual rápidamente se llenó de gentes que no creían en el proceso e incluso votaban por la oposición, cuando lo que querían era medrar en las instituciones del Estado. O sea, igual que aquel oportunista que hace carrera en una empresa privada haciéndole la pelota a los jefes, pues aquí en una pública llamada Estado venezolano. Ese nulo nivel de exigencia para ser militante, explica los millones de afiliados de esta organización. La posibilidad de ejercer el despotismo58 por parte de Chávez dentro del partido como su particular rancho, se puede ver claramente (por si no estaba claro ya) en el artículo 24 relativo a la organización regional: “el Presidente o Presidenta del Partido [Chávez] podrá establecer una estructura regional que tenga como autoridad un Vicepresidente o Vicepresidenta regional o sectorial, de su libre nombramiento y remoción.59”. ¿Esto tiene algo que ver con la democracia? El capítulo 26 sigue con la misma tónica de dictadura presidencialista dentro del PSUV cuando declara que:

La Dirección Política Nacional será coordinada por una o un Primer Vicepresidente o Primera Vicepresidenta, designado o designada por el Presidente o Presidenta del partido; estará integrada por: un número de miembros comprendido entre quince (15) y treinta (30) militantes, seleccionados de acuerdo a los métodos que establece el artículo 5 de estos estatutos, quienes durarán tres (3) años en el ejercicio de sus funciones, y por los Vicepresidentes o las Vicepresidentas regionales que serán de libre nombramiento y remoción del Presidente o Presidenta del partido.60

O sea, seleccionados como dice el artículo 5, que como vimos anteriormente considera cualquier método válido, incluida la cooptación. Luego volvemos con lo mismo: una vez nombrados los miembros de la Dirección Política Nacional por el Vicepresidente, el Presidente hará o deshará como quiera. Nada más y nada menos. Pero el despotismo del Presidente en el PSUV queda definitivamente claro en el artículo 30:

El Presidente o la Presidenta del PSUV constituye la máxima autoridad ejecutiva y administrativa del partido; es designado o designada por el Congreso Socialista y tiene las funciones máximas de dirección y control.”

El Presidente del PSUV, o sea Chávez y luego quien sea (o él designe) su sucesor, será la máxima autoridad del partido y será designado por el Congreso Socialista, que en ningún lugar dice cómo será elegido y sí que será convocado por la Dirección Política Nacional (elegida por Chávez si este lo desea) y por el Presidente (Chávez de nuevo). ¿Muchos “Chávez” en la misma frase verdad? Un círculo perfecto que empieza en Chávez y acaba en Chávez. Estatutariamente no hay nadie que pueda estar en un puesto de dirección si no es del agrado de Chávez. ¿Qué tiene que ver este tipo de democracia con la instaurada por la Comuna de París de 1871 y apoyada como la indicada para un gobierno obrero revolucionario por Marx, Engels y Lenin? ¿Qué tiene que ver esta organización donde Chávez tiene un poder absoluto con aquella democracia que garantizaba que todos los miembros eran revocables en cualquier momento por la mayoría de la base?
Estas carencias democráticas del PSUV dan la razón a los militantes del PCV que votaron en contra de disolverse e integrarse en sus filas. Así mismo, otro partido de militantes formados antes de la eclosión del chavismo como el Movimiento Revolucionario Tupamaro, decidieron después de integrarse como corriente, salir del PSUV y volver a funcionar como partido político independiente. Y todo ello a pesar de que tanto el PCV como Tupamaro apoyan a Chávez en el gobierno.

8. Chavismo, ¿buenas o malas noticias para el Socialismo?

En mi opinión, el proceso chavista tuvo cuestiones positivas: ofreció resistencia a las políticas neoliberales que marcaban aquellos años desastrosos para América Latina, pero también para los “Estados del Bienestar” europeos. Fue un punto de la alternativa difusa mundial contra ese neoliberalismo triunfante y desde 2005 sacó de nuevo a la palestra el debate sobre si era más conveniente el capitalismo o el socialismo para guiar las vidas de los pueblos, en un momento en el que el capitalismo se asimilaba (interesadamente) con nociones burguesas como “libre mercado” u otras populares como “democracia”61. Pero me remitiré a unas palabras del actual presidente del Uruguay, “Pepe” Mújica, tupamaro y exguerrillero durante los tiempos de la dictadura, que en una entrevista afirmó: “Cuando pase Chávez, habrá un montón de millones de venezolanos que vivían en la miseria que van a estar viviendo un poco mejor, que van a tener una casa mejor, que van a tener servicios de salud; ahora no va a haber construido ningún socialismo.62
Para construir el socialismo mundial, el mismo que propugnan autores como Chase-Dunn (2006), desde la perspectiva crítica del sistema-mundo influida por Wallerstein o Arrighi, pero todavía antes por Marx y Engels, no basta con poner parches en una parte del barco capitalista por donde entra el agua, si el hacerlo significará que mediante la Ley del Valor63 descuidaremos otras partes que serán perforadas por el capital sediento de plusvalor (Marx). Ese gran barco en el que todos viajamos, queramos o no, se llama humanidad. No se pueden salvar una parte si el costo es la explotación de otras. Es como los Estados del bienestar europeos de 1945 a 1973, los cuales se basaban en la explotación imperialista de otras partes del mundo como África y Latinoamérica. El “Estado del bienestar bolivariano” se está sustentando en las plusvalías generadas por obreros de otras partes del mundo que son absorbidas por la renta petrolera en el mercado internacional. El problema de ese barco global artificialmente separado por fronteras y aduanas es que todavía no nos atrevemos a ponerle una bandera que represente a la raza humana y utilizamos aquellas que nos dividen sirviendo a la élite burguesa transnacional. Seguimos aceptando la falsedad de su discurso y jugamos con sus reglas que distorsionan nuestros propósitos. Descuidando el internacionalismo asalariado, acabamos conformándonos con un regionalismo izquierdista cortoplacista que vemos más “posible” que la lucha por la conquista del socialismo y la democracia mundial. Luchando por el bienestar “nacional” con la Ley del Valor por en medio, dentro del modo de producción capitalista internacional, lo único que haremos será barrer la porquería e inundar otra parte del barco, pero no tirarla a la basura.
Nos da miedo enfrentarnos a nuestros propios sueños porque estamos intoxicados con los que nos vende la hegemonía burguesa, los cuales siguen produciéndonos pesadillas. Nos conformamos porque todavía estamos aturdidos por el fin del “socialismo real” y las victorias del capitalismo. Hacemos de Chávez una figura de importancia en la izquierda, porque ya se sabe que en “el mundo de los ciegos, el tuerto es el rey”. Aunque Chávez es un hombre muy inteligente, gran estadista y excelente orador, no tiene ni se basa en una teoría, ni siquiera en un camino mínimamente coherente o expuesto, de construcción socialista. Nadie sabe qué es eso del “socialismo del siglo XXI” o el “socialismo bolivariano”. Más bien da la impresión que depende de una opción por los pobres sujeta a la correlación de fuerzas internas, a la improvisación y a una mezcla entre pragmatismo y oportunismo en política exterior. El triunfo de Chávez en la izquierda con su discurso salpicado de verborrea revolucionaria, unas veces exaltado y populista, otras reflexivo y conciliador , es el espejo de nuestras limitaciones. Chávez no es el apasionado e internacionalista revolucionario que fue el Che, ni la mezcla entre teórico y lúcido comunista que fue Lenin, pero tampoco tiene la grandeza táctica de Mao ni la humildad de un revolucionario tempranamente derribado como Allende o Martí.
Chávez es un hombre muy inteligente, que habla con el lenguaje del pueblo y lo emociona como casi nadie antes en la historia de Venezuela, fruto de su innegable sensibilidad. Ha sido el querido profesor político de muchos venezolanos que antes de su aparición pasaban olímpicamente de la política y de este modo eran ignorados por aquella. Pero pese a que ha sido buen profesor, también tiene defectos importantes que han marcado a sus “alumnos”, como su excesivo gusto por el poder (y los focos) que no ha permitido consolidar ni dar a conocer otros referentes revolucionarios. Ha logrado mucho para algunos venezolanos, bastante para un número importante, pero poco para garantizar que después de su presidencia los cambios permanezcan. Desde la izquierda mundial y la revolucionaria venezolana, nos conformamos con Chávez porque no tenemos otra cosa. Y ya es hora de construirla. Pero nos demoramos porque es más fácil creer en espejismos que buscar la salida cuando estamos en el desierto. El problema es que muchas veces el camino que parece más corto es el que menos frutos otorga. Queremos luchar por nuestro proyecto de izquierdas, desde esas granjas llamadas Estados donde las burguesías nos ceban para comernos mejor. Esos Estados donde ni existe soberanía nacional ni nada parecido a la democracia. Enorme granjas valladas donde los capitalistas aprovechan su tablero mundial bien segmentado para explotarnos “nacionalmente”.
Llamarse a sí mismo “chavista” y “revolucionario” no es más que una excusa. Inhibe al que así se reclame del esfuerzo de pensar cómo construir esa otra sociedad que queremos substituya la barbarie del capitalismo. Ser chavista y creer en el socialismo es una muletilla que sujeta en un sujeto carismático nuestra esperanza perforada por la falta de fe en el programa socialista.
El chavismo ha servido para que muchos venezolanos vivan mejor, tengan mejor educación y salud; pero también para que sigan con la estela de consumismo capitalista y compren televisores, coches y Blackberrys que engordan los beneficios de la burguesía en centros comerciales como el Sambil caraqueño. El chavismo también ha contribuido a que otros trabajadores del mundo se empobrezcan gracias a la ley del valor que rige todo el sistema-mundo capitalista64. El capitalismo mundial es un juego de suma cero y el chavismo de hoy no sirve para salir de él, como tampoco servía la teoría del “socialismo en un solo país” seguida en el siglo XX por la ortodoxia de los partidos comunistas. Para ello se debería superar el estadio inferior de politización de las masas que representa el “chavismo” y llegar de la mano de la mayoría de pueblos de la Tierra al “socialismo”, donde se podrá destruir la base capitalista de la sociedad. El chavismo pudiera ser, volviendo a Gramsci y su teoría del cesarismo, un escalón para alcanzar el socialismo, pero en todo caso un escalón inferior de una larga escalera que debiera internacionalizarse. El socialismo en un solo país es imposible, como advirtieron Marx, Engels, Lenin, Trotsky. Esto se demostró tanto en el siglo XX como en lo que llevamos de XXI65.
Después de años en que las Industrias Culturales burguesas consiguieran extender sus dogmas políticos entre los asalariados de todo el mundo, y por supuesto también, entre los trabajadores venezolanos66, la debilidad de la izquierda venezolana, se ha visto por dos lados: uno, la incapacidad de los sectores de la izquierda chavista de profundizar un proceso que sólo es revolucionario en los discursos, reformista en muchas de sus políticas y no pocas veces antiobrero e incluso social-liberal en otras; y por otro, por la incapacidad de la izquierda “revolucionaria” de superar un apoyo que les condena fácilmente a una imagen de secta entre los trabajadores más conscientes. El partido PSL (Partido del Socialismo y la Libertad) dirigido por el sindicalista Orlando Chirinos, de tendencia trotskista, obtuvo en las elecciones presidenciales de 2012, poco más de 4.000 votos. Una cifra tan ridícula en un país con casi 30 millones de habitantes que habla por sí misma. Otros trotskistas tienen problemas similares que no los hacen quitarse la imagen de secta minoritaria “ista-ista”. Para una gran parte de los obreros venezolanos Chávez continúa siendo su referente gracias al capital simbólico obtenido por sus enfrentamientos con la burguesía y su discurso antiimperialista y socialista (en declive). Pero otra parte significativa de los obreros venezolanos, ha perdido la fe en la “Revolución Bolivariana” y ha vuelto a la ideología del “sálvese quien pueda”, mientras que algunos otros creyeron en Capriles. Este candidato de la derecha clásica, se presentó en algunos lugares disfrazado con un discurso socialdemócrata donde parecía que iba a respetar ciertas conquistas que se han producido con Chávez, referentes a salud o educación. Todo lo cual es bien lógico, pues si de algún modo podríamos decir que el discurso de Chávez es vagamente revolucionario y su praxis socialdemócrata en receso, lógico es que la superestructura comunicacional de la MUD de Capriles tuviera que ser vagamente socialdemócrata para disputarle la hegemonía ideológica al chavismo para luego aplicar, ya en el gobierno, una lógica neoliberal con contenciones en un hipotético escenario post-Chávez.
Por tanto en Venezuela tenemos un gobierno nacionalista y socialdemócrata en posible descomposición que realizó importantes avances para el pueblo venezolano los años pasados, pero que no están consolidados institucionalmente pues dependen en exceso de la adhesión popular a la figura de Hugo Chávez. El venezolano es un gobierno crecientemente infectado de elementos proburgueses donde los revolucionarios que tienen derecho a existir deben hacerlo tras domesticar sus discursos y en todo caso rindiendo pleitesía a Chávez como líder supremo, prácticamente infalible. Si esto no fuera respetado, o alguien atacara abiertamente a delfines de Chávez como Diosdado Cabello, rápidamente serían fulminados, como pasó con el fallecido diputado Luis Tascón, que por denunciar un asunto de presunta corrupción de Cabello y su hermano (por entonces encargado del SENIAT) fue expulsado del PSUV por el propio Chávez.

9. Palabras finales

Mientras escribo estas líneas a principios del mes de diciembre de 2012, Hugo Chávez ha hecho público que se le ha vuelto a reproducir un tumor cancerígeno del que fue operado en junio de 2011. Por ello deberá permanecer en Cuba para reanudar el tratamiento. Ante la posibilidad de no poder cumplir con las funciones que requiere el cargo de presidente de Venezuela, por el que fue recientemente electo, Chávez ha hecho público que designa sucesor a Nicolás Maduro, actual vicepresidente y ministro de Relaciones Exteriores. Ha pedido a sus seguidores que le nombren candidato del PSUV en caso que tuviera que enfrentar nuevas elecciones. Al margen del nulo grado de democratismo que implica esta forma de designar a los máximos representantes políticos, utilizando el “dedazo” propio de los regímenes y las organizaciones verticalistas, abre un nuevo proceso dentro del chavismo. Está por ver si una figura anodina como Maduro es capaz de mantener la química chavista con las masas y si es por tanto capaz de conservar un liderazgo claro como el que tenía Chávez. Parece que Maduro lo tendría complicado para ganar en unas nuevas elecciones presidenciales frente a un candidato como Radonsky que estrechó la diferencia con Chávez y consolidó su liderazgo en la oposición al volver a vencer como gobernador del importante Estado de Miranda67. Además, está por ver qué ocurre con Diosdado Cabello, poderoso hombre del partido, que despierta poca simpatía entre las bases chavistas. El hecho de que no haya ningún líder brillante que pueda suceder a Chávez es sintomático de que Chávez coadyuvó a formar un culto a su personalidad que impidió el conocimiento mediático de otros líderes surgidos desde la base. Es más, los líderes queridos por las bases, muchas veces han sido apartados del poder, como ocurrió con el socialista Eduardo Samán, por aquel entonces Ministro de Comercio enfrentado a la burguesía y a parte del chavismo socialdemócrata. Samán, apreciado por algunas bases, es un hombre, al menos en el discurso, del ala izquierda chavista. Sin embargo, toda la derecha y el centro del chavismo, han intentado por todos los medios acallarlo y quitarle presencia mediática. Es notorio que esta camarilla socialdemócrata ha sido la que siempre estuvo en los círculos más altos de poder con Chávez desde el principio de su candidatura bolivariana en 1998, cuando él se definía como “ni de derecha ni de izquierda”. ¿Cómo explicar que con la “conversión” del líder al socialismo en 2005 todos, o la gran mayoría de su camarilla socialdemócrata, se convirtiera también al socialismo anticapitalista? ¿Milagro colectivo o arribismo propio del mandarinismo venezolano? Parece lógico pensar que, o no ocurrió tal la conversión de la dirigencia en bloque y sólo lo hicieron para mantener en el puesto. O quizás, peor aún, ni siquiera la conversión de Chávez lo fue en profundidad y consecuencia. Puede que simplemente se tratase de una estrategia para mantenerse en el poder en un momento en que las masas estaban en un estadio casi revolucionario68 por la violencia de las élites para asumir las reformas socialdemócratas del gobierno bolivariano.
Finalizando podríamos decir que en Venezuela hay todavía un proceso abierto, en donde sí existen algunos revolucionarios sinceros en las estructuras de poder, pero donde no hay ninguna revolución en marcha. Porque los revolucionarios están lejos de tener la hegemonía dentro del epicentro del poder chavista, y la revolución lleva 13 años postergándose si bien ha tenido momentos donde se le ha visto asomar la cabecita, como un bebé que no termina de nacer durante un parto interminable, agónico, que ya se ha cobrado cientos de víctimas69. El llamado por algunos “hiperliderazgo”70 de Chávez entre sus filas, en todo caso un eufemismo para no decir caciquismo71, autoritarismo, etc., está bloqueando la posibilidad de que los revolucionarios chavistas logren la hegemonía y por tanto se active la revolución. Pero Chávez, que se deja querer, y su cohorte, por intereses palaciegos, siguen alimentando el monstruo del culto a su personalidad (demandado y reproducido en las redes sociales por millones de sus seguidores con menor formación), lo que cada vez hace más difíciles las críticas de los revolucionarios dentro del proceso. En Venezuela, pareciera que antes de verter una crítica al gobierno hubiera que darse golpes en el pecho y jurar fidelidad al “gran líder” para no parecer desafecto, que era lo mismo que hacían los vasallos con los señores feudales en la Edad Media. La cuestión es que estamos en el siglo XXI y al igual que la clase trabajadora mundial se dirime entre volver a niveles de explotación capitalista semejantes al siglo XIX pero con iPhones e Internet de alta velocidad, los revolucionarios venezolanos tendrán que dirimir si pueden hacer una revolución en el siglo XXI con organizaciones propias del siglo XI (PSUV, instituciones del Estado, etc.).
El problema definitivo surge con la siguiente hipótesis: ¿Qué ocurriría si el problema radicara en que la derecha chavista no fuera la que tiene secuestrado el proceso de cambio y esta derecha burocrática y autoritaria incluyera al propio Chávez? ¿Cómo iban a vencer al “líder-Dios”72 que han ayudado a crear propiciando una verdadera revolución sin parecer “contrarrevolucionarios” a los ojos de las masas inundadas por la propaganda chavista? ¿Cómo iban a hacerlo si todos los medios del Estado están a favor del culto de Chávez como si fuera una santidad? Quizás si Chávez tuviera la desgracia de verse obligado a dejar el cargo por su enfermedad y Maduro o algún otro hombre de centro del aparato del PSUV tuviera que hacerse cargo de la Presidencia, entonces las contradicciones saltarían por doquier y la lucha de clases entre revolucionarios y boliburguesía sería más directa comenzando “a rodar cabezas”. Lo lamentable de todo esto es que la izquierda revolucionaria dentro del chavismo en el poder, se nos antoja demasiado pequeña para que no sean sus cabezas las que salgan rodando de las instituciones gubernamentales si deciden romper los huevos, para hacer la tortilla de la revolución. Actualmente la izquierda revolucionaria venezolana (dentro del chavismo y fuera de él), es tan pequeñita en relación al poder carismático del Chávez ampliado por los altavoces de los medios oficialistas que junto al poder legal de la derecha chavista, se nos antoja complicada su futura victoria frente a las tendencias burocráticas y socialdemócratas del proceso. Más probable parece que, en un escenario posChávez, se refuerce un chavismo sin Chávez tendente al social-liberalismo o un neoliberalismo franco con Capriles Radonsky, que una salida socialista revolucionaria. Incluso es posible un acercamiento de la derecha chavista a la derecha clásica de Rodonsky, como ocurrió a partir de que los sandinistas perdieron las elecciones de 1990 en Nicaragua frente a la derecha representada por Violeta Barrios .
Sólo el tiempo dirá si los revolucionarios dentro del proceso bolivariano serán suficientes, lo bastante audaces y lo suficientemente valientes como para llevar a cabo una táctica que les permita movilizar a un pueblo muy desigualmente formado tras décadas de rentismo y lumpen, para profundizar una revolución que no ha nacido todavía, y que deberán hacerla sin Chávez, e incluso contra él mismo. Una tercera y última posibilidad, no descartable, ante el aumento de la combatividad de las masas (si es que esto es posible tras años de movilización continua), sería que Hugo Chávez se recuperase de su enfermedad y superado por los acontecimientos volviera a radicalizarse para, simplemente, no perder la Presidencia de la República. Puesto por el que más allá de su honesto amor por el pueblo venezolano, siente una adicción que le ha hecho llegar a confundir su persona con los destinos del país donde por casualidad nació.
Nacionalismo no es internacionalismo, bolivarianismo no es socialismo, ni las banderas y los himnos necesitan preocuparse por mantenerse en pie cuando se encarece el precio de la vida fruto de las irresolubles contradicciones del sistema. El capitalismo seguirá poniendo precio a nuestras vidas sin importar las etiquetas que les coloquen73, el socialismo debe arrancarlos. Puede ser una buena brújula para saber dónde nos encontramos, en Venezuela y en cualquier parte del sistema-mundo.
Si el chavismo acaba por ser progresivo o regresivo en esta lucha por el socialismo venezolano, que solo puede serlo a condición de construirlo internacionalmente, solo el tiempo lo dirá. Será después que ante la actual crisis del modo de producción capitalista, los pueblos de la tierra decidan si escogen el camino del socialismo, o el de la profundización en la barbarie que supone que el trabajo muerto privatizado74 continúe reinando sobre el mundo de los vivos.

Notas:

  1. Jon E. Illescas Martínez, también conocido con el seudónimo de Jon Juanma, es doctorando en la Universidad de Alicante y en la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente está desarrollando su tesis doctoral sobre la geopolítica de las industrias culturales hegemónicas en el sistema-mundo, con la ayuda de la Fundación CajaMurcia (BMN). Recientemente publicó su libro “Nepal, la revolución desconocida. Crisis permanente en la tierra de Buda”. Su correo electrónico es jonjuanma@gmail.com . El presente artículo fue finalizado el 21 de diciembre de 2012.

  1. Para entender la conexión que se estableció entre Chávez y el pueblo venezolano, leer el análisis de: Guédez, Martín: A la luz del 4 de febrero de 1992. Aporrea, 4 de febrero de 2008: http://www.youtube.com/watch?v=KnSbHh4s9HU

  1. El 25 de diciembre de 1991las autoridades soviéticas decidieron la disolución de la URSS pese a que en el referéndum del 17 de marzo el pueblo votó mayoritariamente a favor de su mantenimiento (77,8%).

  1. Los partidos socialdemócratas obviaron sus típicas recetas keneysianas pos- II Guerra Mundial con el triunfo del neoliberalismo como doctrina económica hegemónica desde los años ochenta del pasado siglo en grandes zonas del sistema-mundo, en especial en varios de los países centrales (de ese momento) como: Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y otros importante de la semiperiferia como: India, China, Brasil o Argentina.

  1. Fagocitar, incluir en un conjunto más amplio con su propia lógica y leyes.

  1. Para los semiólogos la iconosfera es toda aquella parte de la biosfera donde habita el hombre, toda aquella área dónde el ser humano deja su huella cultural (señales, imágenes, etc).

  1. El movimiento de carácter cívico-militar, que venía a substituir el movimiento clandestino exclusivamente militar llamado Ejército Bolivariano Revolucionario 200, el cual debía su nombre a que fue fundado en 1977, justo 200 años después del nacimiento de Simón Bolívar. Así pues el MBR-200 fue la continuación del EBR-200, desde su refundación por Hugo Chávez en 1982.

  1. Comité de Organización Política Electora lndependiente.

  1. Se puede ver en vídeo en el siguiente enlace: http://www.youtube.com/watch?v=ipS0xZQfyk8 (2012/12/06) o consultar su discurso completo en: http://www.analitica.com/bitblioteca/caldera/4f.asp (2012/12/06).

  1. En la década de los setenta y principio de los ochenta se presentó como candidato de la izquierda amplia venezolana, pero a partir de esas fechas trabajó como periodista en distintos programas hasta transformarse en un popular presentador/entrevistador de la televisión venezolana.

  1. La coalición estaba formada, de mayor a menor importancia electoral por el partido de Chávez, el Movimiento V República (mutación del movimiento cívico-militar MBR-200 a la arena política), el PCV (mezcla de comunistas marxistas-leninistas y eurocomunistas), el MAS (eurocomunistas excindidos del PCV) y el PPT (Patria Para Todos, socialdemócratas clásicos, humanistas y progresistas de colores varios).

  1. Esto, por supuesto, también ocurre en muchos países del centro del sistema capitalista, con altas abstenciones.

  1. Marcano, Cristina: “El enigma de Chávez”. Letras libres, enero de 1999: http://www.letraslibres.com/revista/arena-internacional/el-enigma-de-hugo-chavez (2012/12/15).

  1. Posteriormente llamaría en reiteradas ocasiones “fascista” al expresidente español, del Partido Popular (derecha). Pero eso sería después de su “conversión” al socialismo por 2004/2005. Anteriormente ambos habían tenido una buena relación, de hecho Aznar apoyó el proceso de cambios que inició Chávez con la Reforma Constitucional de 1999. Para ver sus declaraciones a favor del “capitalismo de rostro humano”, ver: El País, 5 de diciembre de 1998: http://elpais.com/diario/1998/12/05/internacional/912812408_850215.html (2012/12/14).

  1. La Tercera Vía fue un proyecto del ala derecha de los partidos socialdemócratas europeos para “centrar” su ideario político en tiempos de hegemonía neoliberal. Un ejemplo paradigmático ocurrió en el Reino Unido, donde en el Partido Laborista, el sector derechista, a raíz de las teorías del sociólogo Anthony Giddens, “centró” su proyecto político después del huracán neoliberal que durante toda la década de los ochenta significó el ejecutivo de Margaret Thatcher (1979/1990). La Tercera Vía no era contraria a ciertas privatizaciones siempre que el mercado estuviera “bien regulado”. En Alemania su cara más conocida fue el caso de Schröder y en España, Felipe González o Rodríguez Zapatero.

  1. En adelante, el país sería conocido en las instituciones internacionales con ese nombre oficial en honor a Simón Bolívar, mientras que a la bandera se le agregaría una estrella.

  1. Instituciones de carácter transitorio, que buscan dar educación y sanidad públicas para los empobrecidos, superando las instituciones heredadas de la IV República, donde las resistencias hubieran sido mayores. Destacan la Misión Barrio Adentro (sanidad), Mercal (alimentación subvencionada), Sucre (estudios universitarios) y Vivienda Venezuela (construcción de viviendas) entre muchas otras.

  1. Illescas Martínez, Jon E. (Jon Juanma): “Si fuera venezolano votaría sí”. Rebelión, 2 de diciembre de 2007: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=59928

  1. Aunque también lo hacen otros países no tan amigos de cara a la galería, como España. País que desde 2004 a 2010 vendió a Chávez armas por valor de 28 millones de euros. Con el cambio de ejecutivo en 2011, la situación no se revirtió y el Ministro de Defensa del derechista Partido Popular tildó a Chávez, después de sus escaramuzas con el rey Juan Carlos I en 2007, de “gran amigo”. Quizás porque mientras pronunciaba estas palabras, en Caracas, una delegación de la empresa pública Navantia estaba negociando la venta de nuevos productos bélicos al gobierno bolivariano, que se irían a sumar a los ocho buques de guerra acordados en 2005 (con el ejecutivo del PSOE). Ver en: http://elcomercio.pe/actualidad/1443334/noticia-espana-elogia-chavez-negocia-venta-material-militar-venezuela (2012/12/09).

  1. A principios de febrero de 2009, China y Venezuela llegaron a diversos acuerdos multilaterales, firmados por el vicepresidente chino Xi Jinping, entre los cuales se encontraba la formación de cuadros del PSUV: El Universal, 18 de febrero de 2009: http://www.eluniversal.com/2009/02/18/pol_art_china-ayudara-a-form_1273106.shtml (2012/12/09)

  1. Como propugnaba el Che y en cierta medida Ernst Mandel a principios de la Revolución Cubana.

  1. Partido marxista-leninista de influencias maoístas, actualmente legal. Antes del chavismo combatía ilegalmente contra los funcionarios corruptos, los agentes de la CIA y los narcotraficantes que molestaban a las poblaciones de los barrios empobrecidos, como la Parroquia del 23 de Enero en el municipio Libertador (próximo a Caracas).

  1. Junto a Marx, Engels, Lenin y el Che, entre otros, sin olvidar referencias a la figura histórica de Jesús de Nazaret.

  1. No así entre las masas obreras y campesinas chinas que han sido las grandes sacrificadas del crecimiento de la clase media y los magnates chinos.

  1. El famoso “¿Por qué no te callas? que le espetó el rey Juan Carlos I a Chávez cuando discutía con Zapatero.

  1. Para estos autores, todos tendríamos una ideología, esto es, unos determinados posicionamientos políticos que estarían integrados en nuestra concepción del mundo. En el sistema capitalista, a grandes rasgos, puede existir una ideología burguesa (procapitalista) y otra proletaria (prosocialista) con independencia de la clase social a la que pertenezca el individuo (existen muchos trabajadores procapitalistas). Por supuesto, también hay distintas ideologías de grupos particulares como el feminismo, el ecologismo, etc. A todas ellas habría que añadir las religiones (y sus diferentes teologías) que tendrían elementos en su cosmovisión proclives a proyectarse en el escenario político.

  1. Para estos autores, todos tendríamos una ideología, esto es, unos determinados posicionamientos políticos que estarían integrados en nuestra concepción del mundo. En el sistema capitalista, a grandes rasgos, puede existir una ideología burguesa (procapitalista) y otra proletaria (prosocialista) con independencia de la clase social a la que pertenezca el individuo (existen muchos trabajadores procapitalistas). Por supuesto, también hay distintas ideologías de grupos particulares como el feminismo, el ecologismo, etc. A todas ellas habría que añadir las religiones (y sus diferentes teologías) que tendrían elementos en su cosmovisión proclives a proyectarse en el escenario político.

  1. Leer la excelente novela-cómic de Julio Cortázar, “Fantomas contra los vampiros multinacionales”.

  1. Al menos hasta que desde la crisis de 2007, más de la mitad de los gobiernos del mundo se dedicaron a inyectar dinero público a la banca privada, estrangulando el nivel de vida de sus clases populares. Veáse en este caso países como Grecia, España, Irlanda, Portugal; pero también Estados Unidos o Alemania (menos comentados por los medios hegemónicos).

  1. Radical” es aquel que va a la raíz para advertir el origen de los problemas que se manifiestan en la superficie y todos ven (pobreza, corrupción, violencia, etc). En nada tiene que ver con “extremista” que es un sinónimo falso de “radical”, forzado por los medios de comunicación capitalistas para desprestigiar los proyectos políticos que quieren ir a la raíz de los problemas, y por ende, subvertir el sistema genocida que nos gobierna.

  1. La oposición no se presentó en las elecciones legislativas de diciembre de 2005 y por tanto, durante esa legislatura el chavismo tuvo una mayoría absoluta aplastante que casi llegó a la totalidad de los grupos políticos si no fuera por las excepción de unos pocos diputados públicamente díscolos, a sueldo o no, de la oposición sin representación en la cámara.

  1. Siguiendo los tiempos históricos de Braudel.

  1. En 2010 dejaría de hacerlo también por este medio debido a una polémica con las autoridades del país.

  1. Chávez reconoció la reunión solo después que se filtrara por la prensa y se vio bastante apurado dando las explicaciones pertinentes. Incluso en su programa Aló Presidente, una viejita lo llamó para advertirle que se cuidara de tan malas compañías. Hernández Arvero, Miguel Ángel: “Carter, Cisneros y Chávez: ¿de qué hablan?” Aporrea, 20 de junio de 2004: http://www.aporrea.org/actualidad/a8632.html (2012/12/09).

  1. Amigo de Felipe González, George H. W. Bush y bien relacionado con los reyes de España. Se puede seguir su intensa actividad relacional en su página personal en FlickR: http://www.flickr.com/photos/gustavoacisneros/ (2012/12/21).

  1. No digo “socialdemócrata” como algo peyorativo, sino como un socialdemócrata sincero tipo Olof Palme, que quiere que las grandes mayorías vivan bien. La diferencia con Palme es que Chávez está en un país fuera del (actual) “primer mundo”, donde se supone que los presidentes no pueden ser socialdemócratas.

  1. Asociación Latinoamericana de Economía Marxista.

  1. El PIB baja y es bueno: EFE: “Chávez dice que baja el PIB porque cae el capitalismo”. Los Tiempos, 27 de mayo de 2010: http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/economia/20100527/chavez-dice-que-baja-pib-porque-cae-el-capitalismo_72593_134616.html “Donde dije digo, digo Diego”, el PIB alto es bueno:VTV: “La economía venezolana está sólida y va a la inversa de la crisis del capitalismo”. Tercera Información, 9 de agosto de 2010: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article17465

  1. En total nada menos que trece (13) años de “revolución” y más de siete hablando del carácter “socialista” de la misma.

  1. Como apuntó el historiador Bernat Muniesa el capitalismo eligió cortarse un dedo (Estados del bienestar) en lugar de la mano (socialismo/comunismo).

  1. Como es el caso del grupo Leche Pascual con quien Alimentos Polar está construyendo una inmensa fábrica de yoghures que se comercializarán bajo el sello del grupo de la familia Mendoza.

  1. Bultrago, Leonardo: “Venezuela es el tercer país con menor pobreza en Latinoamérica”. AVN Noticias, 13 de enero de 2012: http://www.avn.info.ve/contenido/venezuela-es-tercer-pa%C3%ADs-menor-pobreza-latinoam%C3%A9rica

  1. Dudley, Steven: “Surge una nueva clase de ricos en Venezuela”. El Instituto Independiente, 17 de julio de 2006: http://independent.typepad.com/elindependent/2006/07/surge_nueva_cla.html (2012/12/21).

  1. Venezuela, según el Reporte Mundial de la Ultra Riqueza elaborado por la compañía Wealth X, tiene 500 individuos que tienen una renta superior a 1.000 millones de $. Se puede ver en Banca y Negocios, 10 de diciembre de 2012: http://bancaynegocios.com/venezuela-el-septimo-pais-con-mas-ultra-ricos-en-latinoamerica/ (2012/12/10).


  1. Si bien la tendencia en España es ha aumentar la desigualdad desde 2007 y bien pudiera ocurrir en unos años, que España fuera un país más desigual que Venezuela, si continua la tendencia antagónica de ambos. El blog Salmón, 22 de junio de 2011: http://www.elblogsalmon.com/economia/el-indice-de-gini-en-espana-a-nivel-de-1995-y-aumentando-las-desigualdades (2012/12/21).

  1. Datos de Corea del Sur (año de referencia 2010), Indonesia (2009), Mongolia (2008), Níger (2007), CIA WorldFactbook, año 2012: https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/rankorder/2172rank.html?countryName=Bangladesh&countryCode=bg&regionCode=sas&rank=98#bg España y Grecia, Eurostat de abril de 2012, año de referencia 2011: http://epp.eurostat.ec.europa.eu/tgm/table.do?tab=table&plugin=1&language=en&pcode=tessi190 .

  1. Sutherland, Manuel: “La economía venezolana o cómo la burguesía hurta la renta petrolera y es dueña del 71% del PIB” Alemistas, 7 de septiembre de 2012: http://alemistas.org/?p=437 (2012/12/11).

  1. Como en cualquier país del sistema-mundo capitalista.

  1. Ibídem.

  1. Chávez ha realizado numerosos llamados a los empresarios “patriotas” y “bolivarianos” a que no tengan miedo a su gobierno y a ayudarles a sus negocios. De hecho, se formó un “Frente de Empresarios Bolivarianos con Chávez” en que los mismos empresarios agradecían a Chávez el acceso a la renta petrolera para sus negocios. Ver en: http://www.youtube.com/watch?v=QMYegA6SLZo y http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/104040/inauguran-el-frente-de-empresarios-bolivarianos-con-chavez-en-carabobo-fotos/.

  1. Aló Presidente, 24 de febrero de 2008.

  1. Illescas Martínez, Jon E. (Jon Juanma): “¿Socialismo agrario en Venezuela?, abróchense los cinturones...” Rebelión, 26 de febrero de 2008: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=63753 (2012/12/11).

  1. De hecho, Nicolás Maduro, actual Ministro de Relaciones Internacionales y Vicepresidente, laboraba como conductor del Metro de Caracas.

  1. En este vídeo Chávez reniega explícitamente del marxismo-leninismo: http://www.youtube.com/watch?v=2bIl4Uii5GI (2012/12/15). En cambio en otros vídeos cita positivamente el Manifiesto Comunista y al materialismo histórico: http://www.youtube.com/watch?v=cvZoOzf8kRA y http://www.youtube.com/watch?v=DJQ-E9SVXr8 (2012/12/15).

  1. Formular las críticas sólo dentro de las instancias del partido con su debida fundamentación.” La negrita es mía.

  1. Para leer los estatutos del PSUV: http://www.psuv.org.ve/psuv/estatutos/ (2012/12/10) La negrita es mía.

  1. Acepción nº 2 de despotismo: “Abuso de superioridad, poder o fuerza en el trato con las demás personas.” (RAE)

  1. Negritas cursivas mías.

  1. Ibid.

  1. Que, sin llegar a detentarla en exclusiva, fue arrancada hasta cierto punto del movimiento obrero internacional y las masas populares políticamente organizadas.

  1. Entrevista en CNN con Claudia Palacios en Montevideo: http://www.youtube.com/watch?v=6jlWTiPI7ZI (2012/12/06).

  1. La Ley del Valor definida por Marx se basa en que toda riqueza capitalista viene de la extracción del plusvalor del asalariado (el tiempo que el obrero trabaja no para recibir el valor de su trabajo sino para el beneficio capitalista), para que el empresario vaya aumentando sus ganancias a la par que recupera el capital invertido y vuelve a invertirlo para ganar más en un ciclo continuo y sin fin definido por la fórmula simplificada: D-M-D' (D es dinero invertido, M la mercancía y D' el capital adelantado más los beneficios). La magnitud del valor es el Tiempo de Trabajo Socialmente Necesario, en determinado momento histórico, para la producción de cada mercancía. La máxima del capitalismo, y su necesidad vital, es el constante aumento del capital, el “crecimiento” sin fin en un mundo finito. De ahí la contradicción irresoluble entre el capitalismo y el ser humano/la Naturaleza.

  1. Por supuesto que el chavismo no lo ha hecho a posta, pero así funciona el sistema si no se sale conjuntamente de la ley del valor en un sistema internacional socialista.

  1. Algunos ejemplos: URSS y China (restauración capitalista por parte de la dirigencia comunista), Corea del Norte (ultraestalinismo que ahora debe abrirse al mercado capitalista) y Cuba y Vietnam con partes de su economía crecientemente abiertas al trabajo asalariado y la inversión privada.

  1. No en vano, por poner un ejemplo, en Venezuela en el año 2000 el consumo de música estadounidense era uno de los mayores de toda Latinoamérica y el consumo de formatos estaounidenses y las telenovelas burguesas era de los más altos del mundo.

  1. En 2008 Radonsky venció al chavista de derechas Diosdado Cabello y en 2012 volvió a vencer, por muy poco, al chavista de izquierda socialdemócrata Elías Jaua.

  1. Periodo 2002/2007.

  1. Sin contar los niveles de violencia callejera que ha transformado a Venezuela en uno de los países con más homicidios del mundo, las reformas del gobierno azuzaron la lucha de clases y son centenares el conjunto de campesinos, sindicalistas y militantes del sector popular asesinados por mercenarios a sueldo de la burguesía.

  1. Manuel Monereo, profesor de la UCM de Madrid y simpatizante del proceso venezolano, utilizó este término de un modo cortés para no granjearse una animadversión que al final acabó por atraerse suscitando una crítica bastante dura y explícita por parte de Chávez que se hizo extensiva a todos los intelectuales de izquierda que lo acusaban de un “liderazgo excesivo”. Ver vídeo: http://www.dailymotion.com/video/x9l3o7_chavez-responde-a-intelectuales-de_news#.UNTarfkbJMk (2012/12/21).

  1. Acepción 2ª de la RAE: “Intromisión abusiva de una persona o una autoridad en determinados asuntos, valiéndose de su poder o influencia.”

  1. Para saber más sobre el problema del culto de personalidad en la izquierda leer: Illescas Martínez, Jon E (Jon Juanma): “Profetas por la Izquierda: El culto a la personalidad”. Blog de Jon Juanma, 5 de mayo de 2011: http://jonjuanma.blogspot.com.es/2011/05/profetas-por-la-izquierda-el-culto-la.html

  1. Da igual que se llame “Bolivariano”, “socialista”, “neoliberal”, “socialismo de mercado”, etc… Mientras la Ley del Valor sea la lógica principal de los gobiernos y operen con ella, no habrá salidas para la humanidad, sólo retrasos para unos pueblos y adelantos de las masacres para otros.

  1. El capital.

Bibliografía

Libros:

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Artículos:

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