Vota PPSOE, el Partido Único del Reino de España
Jon Juanma Illescas Martínez *
Permítanme presentarme. No puedo decirles mi nombre por razones de seguridad personal y familiar, pero sí modestamente afirmar que soy hijo de una importante familia con gran reputación en el mundo de la banca y las finanzas. Nací en Cataluña, mi mujer en el País Vasco, pero nos sentimos españoles hasta la médula. De hecho nuestros nombres lucen en perfecto castellano en contraste con nuestros exóticos apellidos. Dejo un momento mi partida de golf, para aprovechar y decirle al vigoroso Mamadou que escriba en el ordenador mis más íntimos pensamientos en relación a la política de mi amado país. Mientras dicto al hermoso joven mis reflexiones, sumergido en el yacuzzi consigo relajarme de este día tan agotador, gracias a las burbujas que suavemente me cosquillean en aquel lugar donde la espalda pierde su nombre. Escribe Mamadou…
Se acerca la jornada de elecciones en nuestro moderno y dinámico país. Afortunadamente parece que el partido del orden, el PPSOE, seguirá gobernando. Sí, no es una errata queridos lectores, han leído bien, el PPSOE. Ya saben, la clásica coalición electoral de nuestra reciente y flamante democracia juancarlista.
El otro día después de una extenuante jornada laboral en la proa de mi velero ordenando compras y ventas de acciones, deslocalizaciones de fábricas, ventas de armas, y demás iniciativa empresarial, decidí relajarme con mis amigos del Club Náutico compartiendo un excelente vino francés. Allí comprobé que mis colegas están muy reconfortados ante la presumible victoria del PPSOE en nuestra amada España. Aunque ellos quisieran que ganase la facción más derechista de la coalición: el PP.¡Pero que diablos!, les digo a ellos. Estos chicos del PSOE se han portado realmente bien, han sido buenos españoles, buenos representantes del Partido Único. Han continuado las políticas privatizadoras de la facción del PP sólo que a un ritmo más lento. "No desesperéis”, les digo a mis amigos. Como dice el refrán “vísteme despacio que tengo prisa”.
Han pasado a nuestras manos la gestión de los hospitales públicos en muchas Comunidades Autónomas, continúan (y aún amplían) las ayudas a los colegios e institutos privados donde llevamos a nuestros hijos para preservarlos de pobres y extranjeros, y además siguen dándonos decenas de subvenciones por ser empresarios “responsables” con los marginados. Entiéndase, por la integración de la mujer, los inmigrantes, los jóvenes, los discapacitados, los parados de larga duración y demás perdedores. O sea Obra Social de la Caixa, ya saben, el Alma de la Caixa…
Que suerte que la izquierda moderna del PPSOE entienda todo lo dicho y que no tiene ya sentido hablar con la verborrea de la vieja izquierda tan de moda en otros lares como Latinoamérica. De enfrentamientos entre clases, entre explotadores capitalistas y obreros explotados. ¡Aquí todos somos españoles y queremos lo mejor para España! La corriente del PSOE ha cambiado mucho con el paso de los años. Se ha modernizado, entrando competitivamente en el siglo XXI, entendiendo que el sistema que más prosperidad crea para todos es el de la economía de mercado.
Recuerdo cuando el PSOE era un partido independiente, antes de fusionarse en el PPSOE. Eran tiempos pasados, oscuros, lúgubres. Tiempos de radicalismos, de luchas feroces e irreconciliables; que si la clase obrera, que si un mundo sin guerras, que si la emancipación de los trabajadores, que si huelgas por aquí, nacionalizaciones por allá, que si obreros cultos y formados….Afortunadamente todo aquello pasó, nos costó dinero, pero pasó. Ahora el PPSOE es un partido sólido sin disensiones internas, cohesionado en las grandes cuestiones que más interesan al conjunto de la nación. A todos nos importa que España vaya bien y compartimos las mismas preocupaciones y quebraderos de cabeza. Desde el electricista, pasando por el albañil y el pizzero hasta nosotros, la casta superior y triunfadora de la sociedad libre: los empresarios. ¡Todos somos españoles caramba!
Es muy reconfortante ver como nuestro partido y el de todos, el PPSOE, es una coalición sólidamente unida en torno a los pilares de nuestro sistema democrático y nuestro Estado de Derechas, digo de Derecho. Pilares como su apoyo incondicional a la economía de mercado (llamada por nuestros abuelos capitalismo), la Monarquía y la unidad indisoluble del Reino de España entre otros. Por supuesto que este partido, en su seno, como cualquier partido democrático que se precie no está exento de discusiones. Intensos debates en torno a cuestiones tan importantes como: la presencia o ausencia de talante, dar o no cheques por tener bebés ante la apremiante despoblación del Planeta, hacerse o no fotos con Julio Iglesias o Pedro Almodóvar. Temas tan significativos como elegir adecuadamente el color de la corbata, el look del spot electoral o el número de veces que se pone cara de compungido en un falso debate televisivo. También por supuesto, temas de hondo calado ideológico respecto al modelo económico. La corriente del PP, por ejemplo, quiere privatizarlo todo a unos 270 km/h mientras que la corriente del PSOE piensa que con ir a 190 km/h y mirar para otro lado ya es suficiente. En fin, discrepancias las hay, pero ya no son esas estériles discusiones ideológicas sobre asuntos que actualmente nadie cuestiona en el mundo occidental, civilizado (por Hollywood) y liberado de las hordas comunistas filosoviéticas.
De todos modos, y para que las cosas no se nos vayan de las manos, los empresarios, los emprendedores creadores de toda riqueza y empleo, financiamos con gran convicción democrática las campañas electorales de las dos facciones con la misma cantidad ingente de dinero (no para nosotros claro). Para que compitan alegre y sanamente en sus primarias para elegir al candidato del partido el cual, por supuesto, si es electo también lo será como presidente de la nación.
Respetaremos el triunfo de cualquier facción del partido muestra de que vivimos en un país democrático y avanzado. Además, a los disidentes de izquierda ajenos al PPSOE, incluso si militan en otros partidos y aunque jamás les permitamos gobernar, siempre que condenen cualquier tipo de terrorismo serán tolerados e incluso se les dejará algún que otro espacio en nuestros medios de comunicación públicos o privados (risas). Para que expliquen con moderación sus típicas utopías quijotescas tales como: subir los impuestos a los empresarios (¡Qué disparate!), tener una enseñanza laica, acabar con las guerras imperialistas (quise decir humanitarias bajo el amparo de Naciones Unidas y la legalidad internacional), dejar de subvencionar a la Iglesia Católica Apostólica y Romana junto a otras empresas anónimas y/o establecer la República (¡Santo Dios!).
Sin más demora, me despido de ustedes queridos compatriotas deseándoles una feliz jornada electoral. Con el sano consejo de que no se preocupen pensando quién lo hará mejor o peor, no se calienten la cabeza que es perjudicial para la salud y déjense llevar por el corazón, que como el algodón, no engaña. Simplemente, miren a los candidatos del PPSOE fijamente a los ojos, los dos son buenos chicos, y elijan al que elijan, España irá bien.
El domingo y después de depositar su voto al Partido Único, al llegar a casa, abran una lata bien fría de Coca-Cola y una bolsa de palomitas. Olvídense de la hipoteca, las listas de espera de la Seguridad Social, los gastos de los niños, el encarecimiento de la cesta de la compra y enchufen su televisor para celebrar con sana pasión futbolera un nuevo triunfo de nosotros los capitalis…..digoooo…de la democracia. ¡Viva la democracia y viva el Rey!
* Jon Juanma es el seudónimo artístico/revolucionario de Jon E. Illescas Martínez, Licenciado en Bellas Artes, artista plástico, analista político y teórico del socialismo.
Jon Juanma Illescas Martínez *
Permítanme presentarme. No puedo decirles mi nombre por razones de seguridad personal y familiar, pero sí modestamente afirmar que soy hijo de una importante familia con gran reputación en el mundo de la banca y las finanzas. Nací en Cataluña, mi mujer en el País Vasco, pero nos sentimos españoles hasta la médula. De hecho nuestros nombres lucen en perfecto castellano en contraste con nuestros exóticos apellidos. Dejo un momento mi partida de golf, para aprovechar y decirle al vigoroso Mamadou que escriba en el ordenador mis más íntimos pensamientos en relación a la política de mi amado país. Mientras dicto al hermoso joven mis reflexiones, sumergido en el yacuzzi consigo relajarme de este día tan agotador, gracias a las burbujas que suavemente me cosquillean en aquel lugar donde la espalda pierde su nombre. Escribe Mamadou…
Se acerca la jornada de elecciones en nuestro moderno y dinámico país. Afortunadamente parece que el partido del orden, el PPSOE, seguirá gobernando. Sí, no es una errata queridos lectores, han leído bien, el PPSOE. Ya saben, la clásica coalición electoral de nuestra reciente y flamante democracia juancarlista.
El otro día después de una extenuante jornada laboral en la proa de mi velero ordenando compras y ventas de acciones, deslocalizaciones de fábricas, ventas de armas, y demás iniciativa empresarial, decidí relajarme con mis amigos del Club Náutico compartiendo un excelente vino francés. Allí comprobé que mis colegas están muy reconfortados ante la presumible victoria del PPSOE en nuestra amada España. Aunque ellos quisieran que ganase la facción más derechista de la coalición: el PP.¡Pero que diablos!, les digo a ellos. Estos chicos del PSOE se han portado realmente bien, han sido buenos españoles, buenos representantes del Partido Único. Han continuado las políticas privatizadoras de la facción del PP sólo que a un ritmo más lento. "No desesperéis”, les digo a mis amigos. Como dice el refrán “vísteme despacio que tengo prisa”.
Han pasado a nuestras manos la gestión de los hospitales públicos en muchas Comunidades Autónomas, continúan (y aún amplían) las ayudas a los colegios e institutos privados donde llevamos a nuestros hijos para preservarlos de pobres y extranjeros, y además siguen dándonos decenas de subvenciones por ser empresarios “responsables” con los marginados. Entiéndase, por la integración de la mujer, los inmigrantes, los jóvenes, los discapacitados, los parados de larga duración y demás perdedores. O sea Obra Social de la Caixa, ya saben, el Alma de la Caixa…
Que suerte que la izquierda moderna del PPSOE entienda todo lo dicho y que no tiene ya sentido hablar con la verborrea de la vieja izquierda tan de moda en otros lares como Latinoamérica. De enfrentamientos entre clases, entre explotadores capitalistas y obreros explotados. ¡Aquí todos somos españoles y queremos lo mejor para España! La corriente del PSOE ha cambiado mucho con el paso de los años. Se ha modernizado, entrando competitivamente en el siglo XXI, entendiendo que el sistema que más prosperidad crea para todos es el de la economía de mercado.
Recuerdo cuando el PSOE era un partido independiente, antes de fusionarse en el PPSOE. Eran tiempos pasados, oscuros, lúgubres. Tiempos de radicalismos, de luchas feroces e irreconciliables; que si la clase obrera, que si un mundo sin guerras, que si la emancipación de los trabajadores, que si huelgas por aquí, nacionalizaciones por allá, que si obreros cultos y formados….Afortunadamente todo aquello pasó, nos costó dinero, pero pasó. Ahora el PPSOE es un partido sólido sin disensiones internas, cohesionado en las grandes cuestiones que más interesan al conjunto de la nación. A todos nos importa que España vaya bien y compartimos las mismas preocupaciones y quebraderos de cabeza. Desde el electricista, pasando por el albañil y el pizzero hasta nosotros, la casta superior y triunfadora de la sociedad libre: los empresarios. ¡Todos somos españoles caramba!
Es muy reconfortante ver como nuestro partido y el de todos, el PPSOE, es una coalición sólidamente unida en torno a los pilares de nuestro sistema democrático y nuestro Estado de Derechas, digo de Derecho. Pilares como su apoyo incondicional a la economía de mercado (llamada por nuestros abuelos capitalismo), la Monarquía y la unidad indisoluble del Reino de España entre otros. Por supuesto que este partido, en su seno, como cualquier partido democrático que se precie no está exento de discusiones. Intensos debates en torno a cuestiones tan importantes como: la presencia o ausencia de talante, dar o no cheques por tener bebés ante la apremiante despoblación del Planeta, hacerse o no fotos con Julio Iglesias o Pedro Almodóvar. Temas tan significativos como elegir adecuadamente el color de la corbata, el look del spot electoral o el número de veces que se pone cara de compungido en un falso debate televisivo. También por supuesto, temas de hondo calado ideológico respecto al modelo económico. La corriente del PP, por ejemplo, quiere privatizarlo todo a unos 270 km/h mientras que la corriente del PSOE piensa que con ir a 190 km/h y mirar para otro lado ya es suficiente. En fin, discrepancias las hay, pero ya no son esas estériles discusiones ideológicas sobre asuntos que actualmente nadie cuestiona en el mundo occidental, civilizado (por Hollywood) y liberado de las hordas comunistas filosoviéticas.
De todos modos, y para que las cosas no se nos vayan de las manos, los empresarios, los emprendedores creadores de toda riqueza y empleo, financiamos con gran convicción democrática las campañas electorales de las dos facciones con la misma cantidad ingente de dinero (no para nosotros claro). Para que compitan alegre y sanamente en sus primarias para elegir al candidato del partido el cual, por supuesto, si es electo también lo será como presidente de la nación.
Respetaremos el triunfo de cualquier facción del partido muestra de que vivimos en un país democrático y avanzado. Además, a los disidentes de izquierda ajenos al PPSOE, incluso si militan en otros partidos y aunque jamás les permitamos gobernar, siempre que condenen cualquier tipo de terrorismo serán tolerados e incluso se les dejará algún que otro espacio en nuestros medios de comunicación públicos o privados (risas). Para que expliquen con moderación sus típicas utopías quijotescas tales como: subir los impuestos a los empresarios (¡Qué disparate!), tener una enseñanza laica, acabar con las guerras imperialistas (quise decir humanitarias bajo el amparo de Naciones Unidas y la legalidad internacional), dejar de subvencionar a la Iglesia Católica Apostólica y Romana junto a otras empresas anónimas y/o establecer la República (¡Santo Dios!).
Sin más demora, me despido de ustedes queridos compatriotas deseándoles una feliz jornada electoral. Con el sano consejo de que no se preocupen pensando quién lo hará mejor o peor, no se calienten la cabeza que es perjudicial para la salud y déjense llevar por el corazón, que como el algodón, no engaña. Simplemente, miren a los candidatos del PPSOE fijamente a los ojos, los dos son buenos chicos, y elijan al que elijan, España irá bien.
El domingo y después de depositar su voto al Partido Único, al llegar a casa, abran una lata bien fría de Coca-Cola y una bolsa de palomitas. Olvídense de la hipoteca, las listas de espera de la Seguridad Social, los gastos de los niños, el encarecimiento de la cesta de la compra y enchufen su televisor para celebrar con sana pasión futbolera un nuevo triunfo de nosotros los capitalis…..digoooo…de la democracia. ¡Viva la democracia y viva el Rey!
* Jon Juanma es el seudónimo artístico/revolucionario de Jon E. Illescas Martínez, Licenciado en Bellas Artes, artista plástico, analista político y teórico del socialismo.
Para cualquier comentario con el autor sobre el artículo:
jonjuanma@gmail.com
Para ver una parte de la obra plástica y/o teórica del autor:
http://jon-juanma.artelista.com/
http://jonjuanma.blogspot.com/
2 comentarios:
Totalmente deacuerdo Jon, poco podemos esperar de estos reaccionarios, del PPSOE que en lo único que se distinguen es que “la corriente interna” del PSOE tiene mas gays y van del tipo mas liberal, como pueda ser el partido demócrata en EEUU.
Quería añadir que ya he oído a varios miembros del PSOE como Fernández de la vega decir “centro-izquierda” al PSOE. Y dicen ser de izquierdas para captar a aquel electorado que aun tiene una visión idealista o romántica de la izquierda clasica.
Sinceramente veo en partidos como el Bloque Nacionalista Galego un mayor enfoque izquierdista. ¿Qué le parece que Rosa diez y UPD hayan sacado un escaño? Gente servil a la burguesía reaccionaria nacionalista española? O gente del ala izquierdista del PSOE escindida? Me gustaría conocer su opinión al respecto.
Un saludo desde Catalunya
Hola Oriol,
tienes mucha razón en lo que dices del PSOE y el Partido Demócrata. Respecto al BNG pienso que se sustenta más en la pequeña burguesía gallega e incluso en la mediana burguesía. Me parecían más de izquierdas hace 5 o 6 años con su anterior líder.
Respecto a UPD creo que son gente bastante servil, ocupan un lugar entre el Lerroux de la Segunda República y el sector moderado de la antigua UCD. Las facturas las paga la burguesía, por supuesto no la alta burguesía (del PPSOE) aunque pudiera ser que más de un banco importante no tuviera problemas para darles un préstamo "a cómodos plazos". Creo que es muy bueno para el sistema crear una disidencia tan controlada como ellos, fíjate en Catalunya en el papel de Ciutadans. Ellos recogen el desencanto de las capas media con cierta cultura respecto al bipartidismo cada vez más notorio, y después no hacen nada de lo más interesante propuesto excepto por supuesto hostigar a los nacionalismos periféricos. Te remito a un artículo mío de hace ya tiempo sobre los resultados de las elecciones al Parlament de Catalunya, en la que hablo de ese partido: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=40610
Una forta abraçada des de Veneçuela!
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