domingo, 15 de julio de 2012

Entrevista para Tercera Información


Autor: Geovani Montalvo
Fecha: 13 de julio de 2012


Desde la lucha contra el régimen monárquico desatada en 1996, el Acuerdo de Paz alcanzado en 2006 y el avance de la izquierda a través del triunfo electoral en 2008, la continua lucha del organizado pueblo nepalí ofrece, con sus aciertos y desaciertos, varias lecciones a la izquierda mundial.
En una entrevista concedida al Diario Tercera Información, Jon E. Illescas Martínez asegura que la “revolución desconocida” de Nepal nos debe servir para ejercitar nuestro internacionalismo oxidado.
«Los problemas estructurales de Nepal, pese a los avances reformistas del gobierno del maoísta Baburam Bhattarai, permanecen con casi la misma fuerza que antes», asegura, no obstante reconoce que la revolución prosigue su camino reafirmando «nuestra batalla compartida por el socialismo, la democracia y la paz mundial».
Jon E. Illescas Martínez, también conocido bajo el seudónimo de Jon Juanma, es artista e investigador FCM en la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Alicante, creador del Sociorreproduccionismo Prepictórico y autor del libro publicado en junio: “Nepal, la revolución desconocida. Crisis permanente en la tierra de Buda”.
De origen español, Illescas también es militante en diversos colectivos de izquierda y varios de sus trabajos sobre comunicación, cultura y geopolítica han sido traducidos al inglés, portugués e italiano.
«El capitalismo “humano” y “civilizado” expiró como un sueño alucinógeno que era suministrado por nuestros gobernantes, para abortar el horizonte socialista de las masas obreras», expresa, y añade que «quien piense en hacer una revolución que no sea mundial o que empiece localmente pero no se propague mundialmente, simplemente no sabe en qué mundo vive».
3i - La insurgencia maoísta declaró la guerra a la monarquía nepalesa en 1996, una década después se acordó la paz entre la guerrilla y el recién formado gobierno considerado "marioneta" por seguir controlado por el régimen anterior ¿Qué factores obligaron a ambos bandos a negociar la paz?
Illescas: Por una parte los maoístas habían aprobado en el 2001 el llamado “Camino Prachanda” como línea política oficial. Según Prachanda, líder maoísta, Nepal era un país semicolonial y semifeudal que necesitaba una revolución democrático-burguesa y, por ende, el principal objetivo era acabar con la monarquía y las fuerzas –llamémosles- “feudales”.
Algunos maoístas se dieron cuenta que pese a que iban avanzando posiciones con respecto al ejército monárquico y su apoyo dentro del país aumentaba, hacer una revolución socialista era imposible con India y China como vecinos, con “sus” desarrollos capitalistas a todo vapor.
Prachanda pensó que era momento para aparecer ante los ojos del pueblo nepalí como “los campeones de la paz” (sic) después de tantos años de guerra y cansancio, de casi 15.000 muertos y más de 100.000 desplazados, familias divididas, insostenibilidad de la reproducción social, etc.
Después de los logros obtenidos en las zonas controladas por las comunas populares, pensaron que en ese momento la hegemonía la podían obtener realizando política sin derramamiento de sangre. Pese a los buenos resultados de las elecciones, pronto se vería que las cosas no serían tan sencillas...
- ¿Qué papel desempeñó los Estados Unidos, India, la Unión Europea y Naciones Unidas durante la guerra civil y después del acuerdo de paz?
Hay que diferenciar dos períodos, antes y después de 2001. Antes, no le prestaron mucha atención, pues Nepal siempre había sido un país muy convulso y no esperaban que los maoístas llegaran a tener el apoyo que luego cosecharon.
Ese año, con la masacre de la familia real y el ascenso de Gyanendra como Rey, para muchos el autor intelectual de los asesinatos, la monarquía aceleró su pérdida de popularidad. A esto ayudó a que, muy probablemente, tanto India como Estados Unidos dieron el “OK” para que, tanto el Congreso Nepalí (centro-derecha) como el Partido Comunista de Nepal-Unificación Marxista Leninista (centro-izquierda), dejaran de apoyar a Gyanendra, debido a su perfil todavía más reaccionario que el anterior monarca asesinado, a la postre su hermano.
Por su parte, la Unión Europea siempre estuvo vigilante pero en segundo orden, con Alemania a la cabeza, más bien informada e intentando sacar tajada a nivel comercial (por ejemplo, con los contratos con Airbus) pero sin meter mucho las narices en asuntos de inteligencia, etc.
Pues como sabemos, la zona de Nepal y en general el sudeste asiático no es una zona donde ella tenga el visto bueno “de la comunidad internacional” para su injerencia. Más bien es cosa de la India con su aliada Estados Unidos y su rival China, sin olvidar Rusia, que hace lo que puede y le dejan por la zona (poco).
En cuanto a Naciones Unidas funcionaron como lo que son: una organización con maravillosos objetivos declarados, pero limitada en su toma de decisiones por las potencias imperialistas, y compuesta por una mezcla de profesionales de buena voluntad, mezclada con auténticos criminales disfrazados de “agentes humanitarios”.
- ¿Cuál es la situación de las mujeres y ex combatientes luego del acuerdo de paz?
Gracias a la lucha de los maoístas la situación de la mujer sufrió una mejora espectacular. Adquirió el derecho a divorciarse (antes sólo podían los hombres), a la posesión de tierras, etc. No en vano entre el 40 y el 45 % de los guerrilleros eran mujeres.
Esto obligo a que incluso, la monarquía tuviera que tomar medidas para no parecer tan “troglodita” e incorporó algunas mujeres al ejército (un 5%) y también a los cuerpos policiales. Después de los acuerdos de paz, en los diversos borradores que la Asamblea Constituyente realizó de la Carta Magna, la ley de leyes tendía a confirmar estos derechos, e incluso a ampliarlos en una superestructura legal que no llegó a ser aprobada.
Se atisbaban poderosos avances en materia de libertad sexual para la comunidad LGTB, como la validación legal de los matrimonios homosexuales o avances en derechos reproductivos para la mujer.
En mi opinión, a no ser que se produzca una involución muy fuerte en Nepal ligada por la reacción, el futuro de las mujeres será mucho mejor, al margen del avance o no de una economía socialista. Pues hay que tener en cuenta que un partido de centro-izquierda, tan importante como el PCN-UML, en materia de libertad sexual y derechos de las mujeres, es algo así como una mezcla entre el PSOE e IU en España.
Uno de sus diputados, por ejemplo, es un importante activista gay declarado. En ese sentido sí soy optimista.
El capitalismo puede subsumir la libertad legal de las mujeres como mercancías, del mismo modo que siempre ha hecho con la de los hombres, en tanto fuerza de trabajo. Las mujeres pueden conseguir la misma falsa (o limitada) libertad capitalista que disfrutan los hombres bajo este sistema.
En cuanto a los combatientes, la mayoría se han reincorporado a la vida civil con buenas dotaciones económicas, y el resto están a punto de incorporarse al ejército, pero todavía esperando en los acantonamientos de lona y lata donde viven desde los acuerdos de paz de 2006.
- Luego del triunfo en 2008 de ex combatientes maoístas para la Asamblea Constituyente, propiciando una correlación favorable a la izquierda, ¿por qué Nepal sigue sin tener nueva Constitución que responda a las aspiraciones de la mayoría de la población?
Porque si bien la voluntad del pueblo nepalí era notablemente favorable para la izquierda, estamos hablando de la voluntad mayoritaria de los habitantes de un país en un sistema-mundo capitalista altísimamente imbricado.
No existen países con soberanía nacional, eso ha pasado a la historia. Ni siquiera potencias como India o China tienen algo así, imagina un país de 30 millones de habitantes rodeado por dos colosos de más de 1200 y 1400 respectivamente.
Tampoco EUA. Están atados por sus intereses geolocalizados a lo largo del orbe, no en vano todos, al margen de sus diferencias políticas, se guían económicamente por la Ley del Valor y esto hace que sus economías estén anudadas a la lógica capitalista con su contradicción fundamental entre trabajo y capital.
Incluso un país tan autárquico como Corea del Norte, en su página web oficial en inglés, solicita ayuda a inversores internacionales ofreciéndole una de las manos de obra “más disciplinadas y baratas de la zona” (sic).
En Cuba y Vietnam también se abre más espacio para la economía capitalista con las últimas reformas, y China, desde las reformas de Deng Xiaoping, no ha dejado de ampliar su base económica capitalista, pese a las ingenuas ilusiones de los partidarios occidentales del “socialismo de mercado”.
Para que se produjese una Constitución que respondiera a las aspiraciones de la mayoría de la población nepalí, y en mi opinión tal cosa solo podría acontecer con una constitución socialista, pues Nepal tiene el papel de país ultraperiférico y dependiente; tanto en India como en China, las fuerzas revolucionarias deberían crecer y estar más cerca de la toma del poder.
Si bien esto no ha ocurrido todavía, si es cierto que en ambas superpotencias la ideología maoísta está aumentando su popularidad y por eso el gobierno indio y el chino están tan preocupados por la facción maoísta escindida de Kiran, hasta que sepan hasta qué punto son coherentes con sus soflamas revolucionarias.
Si Kiran y los suyos van en serio, esto daría al traste con la intención de las élites de cooptar a los líderes maoístas en una revolución pasiva que tendría parecido resultado al que tuvo la Transición española: producir cambios menores, de carácter formal, para que nada de lo importante cambiara. Como el gatopardo de Lampedusa, “cambiar para que nada cambie”, como sucedió con el triángulo compuesto por el monarca Juan Carlos (títere de EUA), Suárez y el oportunista de Santiago Carrillo.
- ¿Qué consecuencias tiene la disolución de la Asamblea Constituyente, por su atraso en la redacción de una nueva constitución, y la convocatoria a nuevas elecciones para noviembre próximo?
Pues por lo pronto ha sumido al país en un caos muy importante. Y los nepalíes se dividen entre el hastío político y la radicalización: algunos desean la vuelta a un cierto orden, otros se plantean la vuelta a la lucha armada, las milicias políticas de todos los partidos aumentan y “los poderosos vecinos” siguen jugando al Risk con la vida de los empobrecidos nepalíes, mientras que los maoístas están más divididos que nunca. Lo cual, por supuesto, es todo un éxito para las clases dirigentes.
Pero este éxito momentáneo puede llevar tanto a un triunfo de la reacción como a una radicalización del pueblo, peligrosa para los intereses de las clases dirigentes.
- ¿Es posible que la nueva constitución nepalesa contemple la disolución de la monarquía?
A no ser que se produzca un golpe de estado reaccionario, con Gyanendra a la cabeza como títere apoyado por la India y EUA, lo cual no es descartable; la monarquía no tendrá lugar en la nueva constitución.
¿Por qué? Porque las bases de los principales partidos opositores, tanto del PCN-UML como del CN son mayoritariamente republicanas y sólo admitirían una vuelta a una monarquía parlamentaria como mal menor en una situación de caos total, no sin sus resistencias.
Si los acontecimientos discurren por la arena política, respetando los resultados electorales, la monarquía no tendrá cabida en la nueva constitución. De hecho, los principales partidos votaron en 2008, en la primera sesión de la Asamblea Constituyente, por su abolición.
- ¿Qué implicaciones traería la instauración de una monarquía parlamentaria en Nepal?
Una victoria parcial pero muy importante de las fuerzas reaccionarias nepalíes junto a los gobiernos de India, EUA y Alemania.
Además, posiblemente significaría la vuelta a la Guerra Popular de una parte de los maoístas, que en todo caso, serían muchos menos que al finalizar la guerra debido a que muchos ex guerrilleros han sido desmovilizados y licenciados con importantes cuantías económicas, mientras que otros tantos ya no creo que estén dispuestos a volver a una vida de sacrificios, visto los tímidos avances obtenidos después de tantísimo dolor.
Eso sí, entre un 40% y 50 % de los nepalíes no tienen empleo y muchos jóvenes tienen que emigrar para buscar trabajo en la India, Malasia o varios países del Golfo, lo cual sigue siendo una olla de presión constante que puede favorecer a los “futuros insurgentes”.
Los problemas estructurales de Nepal, pese a los avances reformistas del gobierno del maoísta Baburam Bhattarai, permanecen con casi la misma fuerza que antes.
- ¿Qué retos debe superar la izquierda nepalesa?
Creo que debe establecer una comunicación franca con sus bases y decirle cuál es la situación realmente existente. Cuáles son las amenazas explícitas de la India, EUA, etc y los límites que impone el gobierno chino.
A partir de ahí es de donde se debe partir para pensar cuál puede ser el mejor camino para obtener mejoras, minimizando los costes de la lucha, que evidentemente siempre van a existir. En ese sentido creo que los maoístas deberían implementar un mejorado centralismo democrático que fuera sobre todo, de abajo a arriba, y no de arriba a abajo, como ha ocurrido históricamente con todo centralismo democrático “realmente existente”.
Para ello deberían implementar sistemas de votación que aprovecharan las nuevas tecnologías como tímidamente ocurre en algunas zonas de Brasil y Venezuela. El gobierno de Bhattarai lo está haciendo pero de un modo muy tímido.
Es necesario institucionalizar esos mecanismos de participación para que efectivamente las bases controlen a sus dirigentes y no al revés. En realidad, esto, no es un reto de la izquierda nepalí, sino de toda la izquierda mundial.
Hasta que no tengamos este control institucionalizado de las bases, en partidos, sindicatos y gobiernos, volveremos a los mismos fracasos de siempre: revoluciones abortadas, revoluciones traicionadas, restauraciones legales capitalistas, etc.
A la par que es necesario avanzar hacia la colectivización de los medios de producción, es necesario avanzar en la colectivización de la información y los dispositivos para la toma de decisiones. De este modo, aunque sea por una cuestión de simple aritmética, el espacio para la corrupción revolucionaria se hará más estrecho y las posibilidades de que el pueblo tenga una vida más digna aumentarán exponencialmente.
Imagina que la ciudadanía mediante “cajeros automáticos” electorales diseñados para la ocasión, pudieran votar los articulados propuestos por cada partido nepalí para la nueva constitución, e incluso pudieran proponer sus propios articulados, a modo de IILLPP. Lo podrían hacer en unos días con esas máquinas mediante su correspondiente identificación biométrica o magnética. Toda esta tecnología existe, falta la voluntad y la claridad política para implementarla. Eso sí sería una constitución del pueblo.
Y pensando en España, imagina que cada recorte social propuesto por la marioneta de Rajoy tuviera que enfrentarse el refrendo popular, simplemente no se llevarían a cabo, porque incluso mucha gente “de derecha” votarían en contra.
El problema no es la democracia, el problema es que lo que llamamos “democracia”, es un fraude completo: leyes electorales que distorsionan el voto, inmigrantes y jóvenes que son trabajadores sin derecho al sufragio, iniciativas legislativas populares imposibles de materializar, etc.
Todo está amañado, y no es sólo en España y en Nepal, sino en todos los sistemas políticos de base capitalista de cualquier lugar del mundo, en mayor o menor medida. Democracia y capitalismo son antagónicos, no podemos dejar que nos roben un patrimonio de los desheredados como “democracia” porque siempre ha sido nuestro y todavía lo es. El suyo es la dictadura del Capital.
Por tanto, es necesario que los pueblos exijan ese control, porque ahora, debido al avance de las fuerzas productivas, es perfectamente posible. Es la única manera de detener al capitalismo, con una democracia mundial, porque el mercado y su entramado de intereses es mundial.
Los nepalíes no se enfrentan a “sus reaccionarios”, sino a los de todo el mundo en cadena. Igual que le sucedió (y en parte todavía le sucede) al pueblo cubano tras 1959 o al español en su Guerra Civil.
Imagínate ahora, donde las inversiones especulativas se producen por programas informáticos y/o gerentes instalados de una punta a la otra del orbe. Quien piense en hacer una revolución que no sea mundial o que empiece localmente pero no se propague mundialmente, simplemente no sabe en qué mundo vive. Y la élite capitalista y sus mandarines sí lo saben muy bien. Más nos vale que desde la izquierda lo aprendamos pronto o vendrán tiempos terroríficos para el conjunto de la humanidad.
- ¿Qué significado tiene la revolución nepalesa -que a su juicio es una "una revolución desconocida"-, frente al nuevo orden mundial y al colapso del capitalismo?
Es otro foco rebelde más. Una piedrecita en la bota gigante del sistema-mundo capitalista, que le molesta y le impide pisar(nos) con toda la fuerza de la que sería capaz. Debemos multiplicar las piedras y actuar con internacionalismo.
Nuestra única posibilidad como especie es que actuemos como tal, al margen de documentos nacionales de identidad y demás legalismos que sólo consiguen separarnos los unos de los otros, atrapándonos a todos en esas cápsulas (o cárceles) que son los Estados.
Cercos donde el Capital, que es internacionalista por necesidad, con ayuda de sus gestores políticos psicópatas, puede seguir vampirizándonos con toda tranquilidad mientras impotentes vemos cómo destrozan nuestras vidas sin saber muy bien qué hacer o contra quién luchar.
Así el Capital nos separa y enfrenta: “nacionales” contra “extranjeros”, hombres contra mujeres, españoles contra alemanes, indios contra chinos, “blancos” contra “negros”, asiáticos contra occidentales, etc.
Si dinamitan la unidad de los asalariados, que sólo somos hormigas, ellos vencen; si nosotros conservamos la unidad material y relacional que tenemos, nosotras como hormigas unidas vencemos, porque somos muchísimas más.
Debemos formar una nueva internacional formada por todos los asalariados del mundo que destruya la lógica de segregación y explotación del capital, para desde allí acumular fuerzas creando una contrahegemonía que, llegado el punto de bifurcación histórica, nos permita dar el salto al socialismo y la democracia mundial.
Para ello será necesario algo que el capitalismo económico y cultural nos ha ido robando de nuestras subjetividades: la solidaridad y el sacrificio fruto de nuestra capacidad de amar. Hará falta mucha empatía, cariño, camaradería, cajas de resistencia, compartir nuestras casas y las amenazas, etc; para ganar esta batalla.
Todo lo demás es simple oportunismo político y una pérdida de tiempo. Es patético comprobar cómo en Europa muchos líderes de la izquierda política continúan basando sus exigencias políticas en el marco del llamado Estado del bienestar, cuando el Estado del bienestar ha muerto, al menos para la mayoría de nosotros, incluidos, ojo al dato, la mayoría de alemanes y cada vez más suecos.
El Estado del bienestar fue un accidente histórico, un producto transitorio parido por la Guerra Fría y el miedo que los capitalistas occidentales tenían respecto a una Unión Soviética que acabaron derrotando.
Falta formación y estima por la verdad en muchos de estos líderes de la izquierda política que todavía se hallan guiados por el oportunismo y el miedo a no salirse de lo políticamente correcto marcado por la hegemonía cultural burguesa construida por años de neoliberalismo.
No vamos a cocinar ninguna tortilla sin romper los huevos, lo que sucede es que a ellos (los líderes oportunistas de la izquierda política y sindical) les gusta que los huevos los rompan donde no les llegue el olor ni les salpiquen las cáscaras, para que luego se los sirvan en forma de rica tortilla en bandeja de plata.
Eso era el Estado del bienestar, imperialismo capitalista genocida con los obreros de la mayoría del mundo servido como migajas para los obreros de los países centrales. Las migajas que caían del plusvalor que los capitalistas centrales y sus lumpemburguesías periféricas extraían de los obreros de los países empobrecidos.
Pues bien, se acabó el sueño keynesiano: ya no somos obreros de los países centrales y en breve la mayoría de Europa será un secundario semiperiférico más, así que nuestra única posibilidad será elegir entre socialismo o barbarie. La que tenemos, y todavía peor la que vendrá. El capitalismo “humano” y “civilizado” expiró como un sueño alucinógeno que era suministrado por nuestros gobernantes para abortar el horizonte socialista de las masas obreras.
En este sentido, volviendo a tu pregunta, la “revolución desconocida” de Nepal nos debe servir para ejercitar nuestro internacionalismo oxidado: apoyando e informándonos sobre la lucha del pueblo nepalí, mientras tomamos nota de sus aciertos y sus errores, para nuestra batalla compartida por el socialismo, la democracia y la paz mundial.
Ni más ni menos que nuestra lucha por salvar todo lo bueno que la especie todavía conserva, emplazándola a construir ese otro mundo mejor, donde la dignidad será la norma y no una peligrosa excepción, donde los avances tecnológicos nos servirán para poder trabajar menos y no más, donde tendremos la oportunidad de vivir felices en un hábitat sano. ¿Sueño o utopía? No, necesidad y posibilidad. De nosotros depende su futura concreción. (FIN/2012)

sábado, 14 de julio de 2012

A YPF não é nossa, mas tanta bandeira envenena o ar


Autor: Jon Juanma

Tradução: Fabiana Oliveira 
Hoje, o poder público vem a ser, pura e simplesmente, o conselho administrativo que rege os interesses coletivos da clase burguesa.” Marx, Karl e Engels, Friedrich (Manifesto Comunista, 1848).

Não me importa YPF, Espanha e Argentina. No meu DNI consta que sou cidadão espanhol e no meu passaporte: europeu. Importa-me tanto como se afirmassem que sou marciano ou habitante da Terra Media. Sim me importam, no entanto, os espanhóis e os argentinos. E me incomoda que se queiram enfrentar por interesses alheios. Me importam os que trabalham. Preocupam-me muito aqueles que, com o suor em sua cara e/ou suas mãos, lutam para ganhar a vida. Aqueles que criam toda a riqueza não herdada da natureza. Importam-me muito todos eles, sem me preocupar se os documentos delas afirmam que “são” espanholes, argentinos, brasileiros, alemães, nepaleses, chineses ou mongóis. Meu coração bate com aqueles que devem esforçar cada minuto dos seus dias para sobreviver, possibilitando que os seus seres queridos amanheçam de seus dias para sobreviver e que tenham um outro amanhecer onde, talvez, e tão somente talvez, possam respirar com ele o maravilhoso formigamento da esperança. Aqueles que ainda sonham que pode/deve existir um futuro melhor, aqueles que não perdem a fé na nossa raça humana, para que algum dia deixemos de ser macaquinhos com sapatos. Estes sim me importam e muito.
Considero-me comunista, socialista e democrata (radical). A ordem é indiferente. Digo “radical” pela perversão que tem a palavra “democrata” quando a empregam/prostituem os ditadores das finanças e das dívidas externas. Estes que não passam de lixo disfarçados com ternos e gravatas, os que calcinam os povos desde a tranquilidade de suas jacuzzies e seus hotéis cinco estrelas. Deveria ser o suficiente dizer que sou democrata e automaticamente o publico entenderia que, por lógica, sou também socialista e comunista. Mas vivemos num mundo de pernas para o ar, na mistificação permanente e, às vezes o lógico deve fazer malabares para não tornar-se visível aos olhos da maioria, como se transformando em algo sem sentido, isso quando não diretamente uma autentica loucura. E isso não é culpa somente dos que estão no topo estão, nós do fio vermelho temos nossa responsabilidade, nossas imundícies históricas que os exploradores souberam aproveitar e, como é iminente deles: explorar.1
E porque digo isso? Ontem o governo do PP aparecia anunciando altivo, nos seus cúmplices meios de comunicação, que o governo argentino está afetando os interesses de uma empresa espanhola (Repsol) por nacionalizar uma parte da sua filial argentina (YPF), afirmando que isso é como se meter com a Espanha e com todos os espanhóis. Eu digo a vocês que eles mentem, caluniam e sabem disso. Repsol é uma companhia privatizada pelo anterior governo do PP de Aznar e YPF pelo governo argentino de Meném (ambos ex-presidentes, amigos atualmente). Paradoxalmente, ou não tanto, Ménem era do mesmo partido a que pertence atualmente Cristina Kirchner, Presidenta da República e debutante “nacionalizadora”2, que também votou a favor da privatização neste então3. E uns e outros seguem mentindo e insultando a profissão dos poucos políticos honestos que ainda existem no mundo. A imundície enfiada nas suas gargantas de humanos que atuam como marionetes ao serviço dos grandes prestigiadores. Políticos da infrapolítica que destroem qualquer vestígio da sua humanidade gravemente ferida, encharcados na hedionda miséria dos que limpam o traseiro, dia pós dia, dos magnatas enriquecidos, ou seja: dos ladrões e assassinos de colarinho branco, donos de armas (dividas externas) com silenciadores (meios de desinformação). A vocês, governo do PP, governo de “patriotas” de meia-tigela, pergunto: quantos centos de milhares de famílias espanholas são expulsas de suas casas porque aos bancos estrangeiros pareceu mais rentável ter a eles fora que dentro de seus lares? É ou não, também, meter-se com os espanhóis? É meter-se com os espanhóis quando as multinacionais estadounidenses o alemãs radicadas na Península demitem a centenas de milhares de trabalhadores dos seus postos de trabalho? É ou não meter-se com os espanhóis quando atualmente 25% deles vivem sob esta monarquia em que reina um caçador de elefantes e sub existem sob o umbral da pobreza ao mesmo tempo que nosso Estado segue sendo uma das maiores economias da Europa? É ou não é meter-se com os espanhóis pagar cada dia mais juros aos compradores de dívidas estrangeiros enquanto que, para pagar a eles, se cortam os salários e se destrói tudo o que é público? É ou não é destruir a nossa sociedade permitir que as multinacionais farmacêuticas exijam a privatização dos hospitais públicos para que cresçam os seus negócios enquanto que se deixa que os pacientes menos rentáveis morram nas suas casas?
Por outro lado, aos meus/minhas irmãos/irmãs argentinos/argentinas, digo algo que muitos já sabem: o governo do estado argentino não é nem socialista, nem revolucionário, nem nada parecido, por mais que honre e coloque quadros do Che Guevara em algumas das recepções oficiais. Um Che que certamente não estaria nem no seu partido e nem entre as filas de corruptos, oportunistas e, na melhor das hipóteses: reformistas. O governo argentino não nacionaliza e recupera as ações da YPF por fortaleza própria, mas pela debilidade das outras burguesias decadentes. Porque no expropriam aos capitalistas argentinos, estadounidenses o brasileiros? Kirchner e companhia são pró-burgueses, mas baseiam o seu modelo capitalista em um desenvolvimento regional-popular de certo tipo obrigado pelas dinâmicas históricas de acumulação de capital mundial e a própria pressão interna dos “seus” trabalhadores argentinos que já não suportam mais o papel de habitantes de uma semi-colonia, como foi Argentina por décadas em que ajudava a esmagar aos seus habitantes mais empobrecidos com a ajuda das ex-metrópoles coloniais. É por isso que exigem melhoras e agora o governo Kirchner pode aproveitar redirecionando uma parte da mais-valia mundial que se extrai sempre, com toda a violência capitalista, do roubo dos trabalhadores destes países que vivem justamente debaixo do nível médio mundial de exploração.
O sistema capitalista internacional deve se reordenar por suas recorrentes crises de sobreprodução (já foram, pelo menos, umas vinte) e as novas acumulações de capital (principalmente na Ásia) estão obrigando a re(des)equilibrar todo o sistema. Desta maneira, os papeis entre países enriquecidos, semi-periféricos e empobrecidos estão mudando. Repartem-se os mesmos disfarces, mas mudam os portadores. Capitalismo 100%, destruição criativa: mudamos tudo para que nada mude. Algumas colônias ou neocolônias passarão a ser países semi-periféricos “acomodados” e outros antigos semi-periféricos acomodados ou enriquecidos humildes, como Espanha, se transformarão em semi-periféricos. Os EUA mais cedo ou mais tarde descenderão e China e Índia ascenderão como potencias hegemônicas pela sua própria luta de classes interna e sua crescente acumulação de capital fruto do desmantelamento industrial promovido pelos capitalistas dos antigos países enriquecidos. Mas isto não significa que o capitalismo está perdendo, pelo contrário, segue ganhando, pois lamentavelmente a maioria dos trabalhadores do mundo ainda não aprendemos que nossa única pátria possível é a união de todas as formigas dos formigueiros vilipendiados na luta legítima por um formigueiro mundial, digno e em paz. Não esperamos ingenuamente que os mesmos gigantes que nos esmagam vão ter piedade da nossa sorte e nos coloquem caritativamente a salvo. Ou eles ou a gente. 
 
Enquanto isso, reina a preguiça, a imundície e o crime neste Reino de Bananas chamado Espanha. Os criminosos andam soltos estre tantos filhos da mãe. Filhos da puta que estão destroçando as vidas do povo e que me perdoem todas as assalariadas do sexo que são mil vezes mais dignas que todos estes que insultam as maternidades honradas do mundo. Cada jornada que passa, cada uma mais dura, tediosa e pesada, nos exigem mais e mais sacrifícios. E o fazem sem perder a cara-de-pau. Ao povo tranquilo, que gosta da paz e dos momentos bons da vida, lhes pedem a base de golpes o que ninguém em sano juízo deseja: fazer uma revolução. Exatamente o que ninguém busca até que não veja uma outra saída. Exigem-nos isso a base de triturar-nos as vidas, de apagar todo o futuro, de pisarem nos títulos que tanto esforço e estudo nos custaram, de demitirem-nos das empresas que ajudamos a construir, de demolir nossos hospitais e as escolas dos nossos filhos, de cagarem-se sobre o seu futuro, pisoteando a dignidade desde a fragilidade das aulas... Nos estão pedindo uma revolução, nos estão pedindo para ter a desculpa e matarmos a todos uns aos outros: as formigas espanholas contra as de lá e as de lá contra as daqui. Nos estão pedindo revoltas, desejam alvoroços, colocar os três ou quatro gatos “revolucionários” de sempre atrás das grades. Mas desta vez vamos ser mais espertos que eles e vamos fazer uma revolução mundial. Devemos acumular forças e fazer ebulir a água quando menos estejam esperando, mas no lugar de águas nacionais serão oceanos internacionais. Quantos mais sejamos, menos serão as baixas, mais pacífica a revolução mundial necessária. É a nossa única oportunidade. Vamos trabalhar a cada segundo por essa causa, com a força das palavras agora que ainda podemos empregar-las, amando aos povos e não deixando que estes malditos magnatas da burguesia nos façam enfrentar uns contra os outros pelos seus pérfidos interesses de classe. 
 
Nossos interesses, no entanto, coincidem com o futuro do gênero humano; os deles: com o fim da espécie. Os nossos encaixam com a necessidade de conseguir a verdadeira democracia e um mundo onde a liberdade e a justiça deixem de ser falsas promessas ou dolorosas mentiras, para transformar-se por fim em principio de realidades. De presente, em presente, nos apresentamos para conquistar nosso futuro. Aqui os que acreditamos na raça humana. 
 
Não faltemos ao nosso encontro histórico.
    
* Jon Juanma é o pseudônimo artístico de Jon E. Illescas Martínez, licenciado em Bellas Artes e investigador da FCM de Sociología e Comunicação na Universidade de Alicante e da Universidade Complutense de Madrid.
Artigo finalizado em 17 de abril de 2012. O presente artigo tem direitos Creative Commons, é publicado e reproduzivel sempre que se cite a autoria, se conserve seu conteúdo e formato na sua integridade e que não exista interesse lucrativo. 
Correo: jonjuanma@gmail.com
Blog: http://jonjuanma.blogspot.com.es/
Notas:
1. Me refiro as revoluções que acabaram parindo novas explorações, e das que temos que aprender muito e evitar bastante.
2. No século XX e na teoría política, nacionalizar não significa que o Estado tenha a maioria mais um por cento das ações, mas 100%. São coisas dos tempos de hegemonia neoliberal, que faz com que os pastores alemães reformistas e adestrados pareçam lobos ferozes bolcheviques.  
3. Ver no Periódico Tribuna: http://www.periodicotribuna.com.ar/10958-el-dia-que-cristina-kirchner-hizo-lobby-a-favor-de-la-privatizacion-de-ypf.html (2012/04/17).

miércoles, 4 de julio de 2012

La revolución en Nepal no quiere morir.




Jon Juanma *

La política es una guerra sin efusión de sangre, y la guerra, una política con efusión de sangre”.
Mao Zedong (毛泽东)

Si ya es difícil que los medios de (des)información masivos nos hablen de revoluciones cuando no son del color de las naranjas, más complicado es que lo hagan de una que desprende un rojo tan intenso como la nepalí. Situada entre dos de las principales potencias mundiales, India y China, la revolución de este país de 30 millones de habitantes continúa dieciséis años después de que la insurgencia maoísta declarara la guerra a la monarquía en 1996. La revolución prosigue su camino, pero cada vez más como un rompecabezas que no cesa de fragmentarse. Hagamos un poco de memoria...
Durante la guerra civil los maoístas se financiaron mediante el robo de bancos y la extorsión de capitalistas, terratenientes y “reaccionarios” junto a la ayuda de organizaciones guerrilleras y populares solidarias con su causa, repartidas principalmente por el sureste asiático. Allí donde controlaron el territorio, los insurgentes establecieron comunas populares al estilo de Mao en la Guerra Civil China (1927/1949) y los obreros junto a los campesinos maoístas ocuparon fábricas y sobre todo latifundios de terratenientes (pues la presencia maoísta era predominantemente rural, en un país donde el 80% de su población vive en el campo). Además, lograron mejorar en mucho la situación de la mujer y los intocables. Allí donde instalaron “gobiernos populares” su situación cambió de forma radical empoderándolos de un modo inédito en toda su historia. No en vano, en el caso de las mujeres, el 40% de la guerrilla estaba formado por ellas1. Frente a esto, el saldo de costos humanos mensurables por los enfrentamientos armados entre insurgentes y fuerzas promonárquicas fue de más de 13 000 muertos y 100 000 desplazados. Los cuales asolaron el país, una vez acabada la demoniaca sinfonía de disparos de fusiles y explosiones de minas.
Después de una década de conflicto armado, en 2006, las fuerzas beligerantes alcanzaron un principio de acuerdo de paz que finalizó lo que Mao llamaba “política con efusión de sangre”, esto es: la guerra. El acuerdo de paz fue supervisado por la ONU que años más tarde abandonaría el país ante el desacuerdo de los partidos por renovar la misión de paz. Con el final de la guerra y la aprobación de una constitución interina que ya no contemplaba al rey como jefe del Estado (pero que tampoco abolía la monarquía), el conflicto armado dejaría paso a la política, esto es, volviendo a la cita del líder chino: la “guerra sin efusión de sangre”. Pero no sería una política dominada por las risas y las palmaditas en la espalda de cara a la galería, del tipo a la que tan acostumbrados estamos en la mayoría de países de la UE; sino atravesada de lucha de clases, candente, tensa y desbordante. Política salpicada de numerosas movilizaciones populares que desde la calle presionaban a la Asamblea y les recordaban a los políticos profesionales de cualquier color político, de dónde emanaba la auténtica soberanía, frente a los designios del capital transnacional fragmentado y representado por diferentes actores internacionales como los Estados Unidos, la India, China o la Unión Europea con Alemania a la cabeza.
En el 2008, los resultados de las elecciones para la Asamblea Constituyente sorprendieron a propios y extraños con el triunfo de los exguerrilleros maoístas, los cuales fueron seguidos a bastante distancia por el Congreso Nepalí (CN) de centro-derecha y el Partido Comunista de Nepal-Unificación Marxista Leninista (PCN-UML), pese al nombre, una mezcla de socialdemócratas y “eurocomunistas”2. La voluntad popular, aun teniendo en cuenta la distorsión de voto propia de toda ley electoral “representativa”, produjo una correlación de fuerzas en la Asamblea favorable a los partidos englobados dentro de una “izquierda amplia” (desde los maoístas hasta los socialdemócratas de izquierda). Estos partidos recibieron el doble de votos que los de la “derecha amplia” (desde social-liberales hasta minorías de monárquicos radicales).
Pero aun con esta mayoría de izquierdas, y pese a que en su primera sesión del 28 de mayo de 2008 fue proclamada la República; después de cuatro años de Asamblea Constituyente, Nepal sigue sin tener nueva Constitución. Las negociaciones políticas han fracasado ante la imposible cuadratura del círculo entre fuerzas representantes del capitalismo transnacional, las élites nacionales, el gobierno injerencista indio, los EUA y la UE por una parte; y las de las clases populares, por otra. Todo esto tiene su reflejo no sólo en los principales partidos sino entre ellos mismos y sus principales líderes. Es lo que el todavía primer ministro maoísta, Baburam Bhattarai, designó como los tres círculos concéntricos de contradicciones: los existentes en el interior de los partidos entre las diversas facciones, entre los diferentes partidos y entre los intereses nacionales y extranjeros. A finales de mayo de este año, Bhattarai, después de que los asambleístas sobrepasaran otra vez el plazo legal para redactar la constitución republicana, decidió disolver la Asamblea Constituyente y convocar nuevas elecciones para noviembre próximo, en contra de la voluntad de muchos políticos, incluso algunos de su propio partido. El principal escollo que impidió la finalización del texto constitucional radicaba en que los maoístas, Partido Comunista Unificado de Nepal Maoísta (PCUN(m)), abogaban por una división territorial federal según las diferentes etnias nepalíes, en consonancia con el significativo Foro Madhesí. Este último, socio gubernamental de los maoístas, reclama una mayor autonomía para la región de Terai, junto a las fronteras de India y el Reino de Bután. Frente a esta posición, el Congreso Nepalí y los marxistas-leninistas (PCN-UML) abogan por una división de carácter más económico-geográfico. El quid de la cuestión no es sólo los derechos de los diferentes pueblos de Nepal con sus varias decenas de lenguas habladas, sino cómo quedarían estipuladas las divisiones electorales y a qué partidos beneficiarían3.
Por otra parte, para echar más leña al fuego, se ha producido una escisión importante dentro del partido maoísta. Liderada por el ala autoproclamada “revolucionaria” de Kiran4, se ha formado un nuevo partido llamado Partido Comunista de Nepal Maoísta (la única diferencia con el anterior maoísta es la ausencia del término “Unificado”)5. Con aproximadamente un tercio de los altos cargos (y los diputados) del antiguo partido y un importante apoyo de sus juventudes y lo que queda del ELP (Ejército de Liberación Popular), esta ala “izquierdista” venía un tiempo denunciando la deriva centrista del actual tándem maoísta formado por el presidente del partido “Prachanda” (antiguo líder guerrillero y primer ministro del gobierno republicano) junto al citado primer ministro Baburam Bhattarai (vicepresidente del partido). El ala “revolucionaria” de Kiran y otros líderes del nuevo partido como Badal6 denuncian el aburguesamiento de los líderes del partido “madre” (en especial de Prachanda), la falta de transparencia económica, su pusilanimidad con los intereses injerencistas del capital indio y la incapacidad de Bhattarai para cumplir las promesas realizadas a los obreros, campesinos, mujeres, dalits7, indígenas y al resto de los sectores populares nepalíes. Por todo ello, exigen la dimisión de su antiguo camarada Bhattarai, al igual que paradójicamente también la demandan el CN, los marxistas-leninistas y una parte de los propios maoístas que permanecen en el partido “nodriza”. Sin embargo los movimientos del nuevo partido maoísta son contradictorios, pues Kiran afirma, por ejemplo, que los maoístas “revolucionarios” no tienen intención de presentarse a las elecciones de noviembre, pero tampoco lo descartan, dejando el asunto como una cuestión todavía por dilucidar. Por no decidir, los maoístas “díscolos” o “revolucionarios” tampoco han decidido si volverán a las montañas para reanudar la “guerra popular” rompiendo por completo, esta vez sí, con el llamado “Camino Prachanda” (Prachanda's Path); o por el contrario, seguirán una vía institucional-popular como defendieron hace tan solo unos meses. Esta vía fue la teorizada por el ahora criticado como “neorevisionista” Bhattarai. La táctica consistía en dejar a una parte de la dirigencia del partido fuera de las instituciones, presionando desde la calle junto a las masas y evitando de este modo la burocratización de los camaradas con cargos institucionales, para así avanzar hacia su objetivo de la implantación del Estado de Nueva Democracia8. El “Camino Prachanda” en cambio, fue la estrategia política que comenzó el partido cuando se encontraba en el ecuador de la guerra insurgente en 2001. Según las tesis de Prachanda (“el fiero”), su estrategia debiera desembocar en lo que solía llamar la conclusión lógica: los acuerdos de paz y la derrota de las fuerzas reaccionarias. Hoy día, podemos afirmar que sí se logró una paz (débil) pero no una derrota de las fuerzas reaccionarias, y mucho menos un cese de la violencia estructural. Por esa razón, muchos exguerrilleros y simpatizantes maoístas observan con desilusión lo poco conseguido por su partido en el gobierno, si tenemos en cuenta el peso de tantísimos sacrificios en la guerra y los años posteriores de acantonamiento: leve disminución de la pobreza, algunas mejoras en la salud pública, supresión de la Haliya9, mayor transparencia ligada a tímidos intentos de democracia participativa, licencias generosas para los guerrilleros reinsertados en la vida civil, cierta progresividad fiscal, acciones para el mantenimiento de la fauna y la lucha contra el cambio climático, etc.
Son avances, por supuesto, pero la sociedad nepalí en su conjunto, continúa marcada por sus problemas estructurales de siempre: las tremendas desigualdades entre burgueses, terratenientes y asalariados, su estado semicolonial respecto a la India, una pobreza transversal asfixiante que le hace ser uno de los países con una de las Rentas per Cápitas más baja del mundo (1.300 $)10, una inflación galopante, carencia de servicios públicos de calidad, corrupción funcionarial, etc. De este modo, mientras los problemas de larga duración permanecen casi intactos, el actual gobierno maoísta se halla perdido en sus esfuerzos institucionales por aprobar la nueva Constitución y acabar de reintegrar en el ejército a los exguerrilleros que todavía no lo han hecho11; mientras, después de seis años, algunos de ellos todavía esperan en los campamentos de lona y latas donde la ONU los dejó a la espera del cumplimiento del acuerdo de paz. Otro problema clave para la no promulgación del texto constitucional y la disolución de la Asamblea Constituyente el pasado mayo radica en que la oposición de derechas quiere que los maoístas devuelvan las tierras ocupadas durante la guerra. Pero sus bases se niegan por completo mientras Prachanda y Bhattarai, presionados por estas, prometen que los campesinos no las abandonarán si no tienen un plan alternativo de trabajo o las entregan a cooperativas de agricultores.
Volviendo al líder de los maoístas escindidos, Kiran, tenemos que resaltar que este antiguo comandante de la guerrilla se encontraba preso en la India cuando se firmaron los acuerdos de paz. Nunca se mostró muy convencido con los acuerdos alcanzados por la mayoría del partido, menos aún por su posterior desarrollo. Está en lo cierto cuando afirma que tras los acuerdos los maoístas renunciaron a mucho y las fuerzas reaccionarias a poco, más allá del fin de la monarquía y la inclusión de algunos guerrilleros a las fuerzas de seguridad del Estado. Las élites están intentando jugar, en términos gramscianos, a realizar una revolución pasiva en la que mediante el transformismo, coopten a los líderes maoístas hacia una política reformista alejada de todo horizonte revolucionario, sin tocar ningún aspecto fundamental del sistema. Pero Kiran, que parece resistirse a esta dinámica, se muestra muy contradictorio cuando afirma que no quiere saber nada de los “revisionistas” de su partido (sus antiguos “camaradas”, léase Prachanda, Bhattarai y compañía) mientras aboga por la formación de un gobierno de “unidad nacional” en el que él no estará ni con los “reaccionarios” ni con los “revisionistas”. ¿Entonces para qué quiere que se forme? Además, al poco de la primera reunión del Comité Central del nuevo partido, tanto Prachanda como Bhattarai pudieron hablar con él para intentar convencerlo de que su grupo volviera al PCUN(m), incluso el primer ministro lo visitó en su casa.
Algunos, desde posiciones de apoyo a Bhattarai y Prachanda, acusan a Kiran (sin pruebas hasta la fecha) de estar financiado por el depuesto rey Gyanendra para debilitar al gobierno maoísta y favorecer un golpe de Estado en el que el exmonarca, con ayuda de gran parte del ejército y los servicios de inteligencia de India-EUA, reinstalaría una “monarquía parlamentaria” con la Carta Magna de 1990 . Esta jugada política sería vista con muy buenos ojos por el gobierno indio, y presumiblemente, a falta de un escenario mejor, sería también apoyada por gran parte de los políticos del statu quo del Congreso Nepalí y quizás también, por parte de los líderes marxistas-leninistas. En tal caso los maoístas “revolucionarios” posiblemente volverían a las montañas con Kiran convertido en líder maoísta y la estrategia de negociación de Prachanda-Bhattarai quedaría como un fracaso histórico a los ojos de las masas, con sus roles públicos totalmente desencajados en la sociedad nepalí. Podrían o bien tornar a las montañas como escuderos de Kiran o quedarse a probar suerte en las elecciones de noviembre (si al final se celebran). Si los resultados fueran decepcionantes porque no consiguieran que la sección de Kiran se volviese a unir, sus vidas correrían peligro si perdiesen el suficiente poder para quedar huérfanos de sus bases armadas, pues como es sabido, ni Roma ni Nueva Delhi pagan a los traidores. En cambio, si los resultados del PCUN(m) fueran buenos, dejarían a Kiran y a los suyos que hiciesen lo que les viniese en gana, pues no en vano, muchos exguerrilleros ya han sido licenciados o han abandonado los campamentos, por tanto las fuerzas insurgentes parece que en un principio nada tendrían que ver con lo que fueron en 2006. En todo caso, la vuelta a la constitución de 1990, con o sin Kiran detrás, está siendo alentada desde hace unos meses por una campaña orquestada por varios medios burgueses tanto nepalíes como indios, que pretenden desplazar la actual hegemonía hacia sus intereses, aprovechando el hastío cosechado por los políticos, durante estos cuatro años, en la sociedad civil. Aunque probablemente, de celebrarse las elecciones, los maoístas notarían el desgaste, desde las élites (nativas y foráneas) temen que más lo acusen el CN y los marxistas-leninistas, con lo cual la presencia maoísta en la nueva Asamblea podría aumentar pese al descenso de apoyo popular. No en vano, Baburam Bhattarai, pese a las críticas de no pocos maoístas, goza de muy buena popularidad entre los electores de otros partidos. Como por ejemplo los profesionales urbanos nepalíes, que lo ven como “un hombre de país”, ajeno a los sectarismos que dominan la acción del resto de partidos, de estilo sobrio a la par que ilustrado y cosmopolita. No en vano es uno de los dirigentes maoístas más cualificados: Doctor en la Universidad de Nerhu (India) y alumno de excelencia toda su vida académica. Bhattarai conecta con parte de las clases medias angloparlantes por quebrar la visión clasista y medio racista que tienen de los maoístas, filtrada/caricaturizada por los medios burgueses que frecuentemente los retratan como: delincuentes, corruptos, brutos e ignorantes fáciles de manipular con la demagogia igualitarista predicada por sus dirigentes.
Pero para seguir complicando las cosas, resulta que el pretendido tándem “neorevisionista” de Bhattarai-Prachanda (Kiran, dixit) no parece ser tal. De hecho, Prachanda, como actual Presidente del PCUN(m) declaró recientemente que si Bhattari (Vicepresidente del partido) no renunciaba al cargo de Primer Ministro, él lo expulsaría del PCUN(m). ¿Eso es un tándem? ¿O no será en cambio una estrategia de Prachanda12 para reunificar el partido aproximándose a la actual escisión de Kiran para postularse como Presidente de la República en un futuro cercano, ofreciendo a Kiran el puesto de Primer Ministro, una vez fulminado Bhattari del panorama político?
A todo este limbo preelectoral, preinsurgente y/o pregolpista, se le suma la presión que ejercen los mercados financieros, que por aquellos lares como por casi todo el orbe, se encuentran “inquietos” ante cualquier atisbo de que las masas populares alcancen poder político, o simplemente, se nieguen a aceptar sus designios financieros criminales. Afortunadamente para los nepalíes, su mercado de stock todavía no está privatizado y el gobierno obliga a pagar por las transacciones financieras entre un 5 y un 10% lo que frena las operaciones especulativas en corto, pese a los reclamos de la patronal de inversores que demandan una reducción de hasta el 0,1%13.
Por su parte, Estados Unidos e India, juegan sus fichas para conseguir que los maoístas nepalíes se pierdan en el escenario institucional y se moderen (como sucedió con los comunistas indios que alcanzaron el poder regional en Kerala o Bengala Occidental), dejando intacto lo fundamental de sus relaciones asimétricas capitalistas, entre potencias imperialistas y la semicolonia que Nepal lleva siendo durante décadas. Mientras tanto, China observa con cautela. Pero también mueve sus fichas y consigue avanzar posiciones con importantes acuerdos comerciales como fue el caso del logrado por el gobierno de Bhattarai con la empresa estatal china 中国 长江 三峡 集团公司(Three Gorges Corporation) para la construcción de la hidroeléctrica West-Seti Project por 1600 millones de dólares14. Además, el gobierno chino le hizo saber a Biplap, importante dirigente del nuevo partido maoísta de Kiran, que el gigante asiático no estaba en absoluto contento con la escisión de los maoístas nepalíes. Temen por sus negocios. En todo este ir y venir de movimientos en el escenario geopolítico del país del Everest, el papel de los servicios secretos está siendo fundamental tal y como demostraron algunos cables publicados por Wikileaks. Estos mostraron las presiones y los chantajes comerciales y políticos que EUA y la Unión Europea estaban ejerciendo sobre el gobierno de Katmandú. Sin olvidar el fuerte espionaje al que la CIA estaba sometiendo a todos los diputados de la Asamblea Constituyente. En especial a los maoístas, considerados por los agentes estadounidenses como “no confiables” en contraste con los marxistas-leninistas que “sólo son comunistas en el nombre” (sic). Lo cierto es que ante este espectáculo político deplorable, enrevesado y exasperante, el pueblo nepalí asiste atónito a la incapacidad de los políticos de todo signo de solucionar sus problemas más acuciantes. Probablemente este escenario de fracaso de la vía negociadora llevará al pueblo o bien al hastío generalizado, o a la radicalización de sus posiciones.
Así pues, el país donde nació Buda hace más de 2500 años, se halla inserto en un nodo explosivo de la actual red de interdependencias del sistema-mundo capitalista. En esta fase histórica que estamos viviendo, que podríamos denominar como Nuevo Orden Multipolar Transitorio (NOMT), la economía-mundo está sufriendo una nueva crisis de sobreacumulación que le obliga a revolucionarse buscando nuevos espacios geográficos y culturales donde seguir acumulando capital por desposesión de las mayorías. Ello está provocando que países periféricos del centro (como España o Portugal) desciendan a la semiperiferia en la jerarquía capitalista y que (algunos) de la semiperiferia avanzada (como Brasil) asciendan a la semiperiferia del centro15. Durante los años que dure el NOMT, las potencias del sistema multiestatal jugarán sus bazas a fin de concentrar nuevas posibilidades favorables para la acumulación de sus agentes dirigentes mientras varias de ellas intentarán postularse como potencia hegemónica planetaria del mañana. Hasta que ese momento llegue, los Estados Unidos con sus aliados seguirán perdiendo su anterior estatus hegemónico, no sin ofrecer resistencias, y por consiguiente: nuevas guerras, dolor y muerte.
Pero es un sufrimiento que se halla en el centro de la lógica capitalista y no en la razón de ser de ningún gobierno concreto. Esa es la ventaja señalada por Wallerstein del sistema capitalista de dominación interestatal: los Estados y las potencias hegemónicas son sacrificables, pero la lógica del sistema permanece inmune, ajena a la suerte de los primeros. El capital, imperialista por necesidad, como un alien, incuba los “cuerpos” políticos y extrae el plusvalor de los pueblos que mejor se adaptan a sus necesidades y una vez estos desfallecen, busca nuevas instituciones burguesas y seres humanos tornados mercancías de los que seguir sirviéndose para su reproducción ampliada. Porque del mismo modo que no puede existir soberanía sin democracia popular, no puede haber capitalismo sin estado.
Por tanto, esta lógica capitalista de genocidio será interpretada con mayor brío por la potencia política dominante de turno y sus aliados: sin importar acentos ni colores. El capitalismo, subsumiendo toda creación humana bajo la forma de la mercancía (unidad fundamental donde se expresa la riqueza capitalista) seguirá ejerciendo de nivelador16 universal de la especie, bajo la poderosa bota del dinero-capital, acribillando a la mayoría de los mortales sin importar aquello que nos hace diversos dentro de nuestra familiaridad universal, como es el caso de nuestros acentos, destrezas, tendencias sexuales o la forma de nuestras orejas. El capitalismo seguirá matando/consumiendo cocineros, oficinistas, guitarristas y profesores; sin importar si son sirios, jamaicanos, españoles o portugueses; dándole absolutamente igual si son altos o bajos, feos o guapos, regordetes o más atractivos que el propio Narciso o su enamorada y desdichada ninfa Eco. Todos perecerán bajo los bombardeos de la reproducción ampliada de capital.
En este escenario, los estados de China e India se vislumbran como los que mayores posibilidades poseen para suceder a EUA a medio plazo, como lo demuestran su crecimiento económico y sus crecientes presupuestos militares17. Si bien, nuevos acontecimientos que se encuentran a la vuelta de la esquina nos ayudarán a ver ese relevo hegemónico con mayor precisión. Quizás se produzcan nuevas guerras que pudieran desembocar en una guerra mundial de nuevo tipo, pues la “destrucción creativa” siempre ha sido una buena salida para que los gobiernos burgueses desplazaran temporal y geográficamente las contradicciones inherentes del sistema. Todo ello acontecerá, claro está, si las fuerzas populares volvemos a perder la batalla por la hegemonía, como nos ocurrió al estallar la I y la II Guerra Mundial.
De esta forma, si la mayoría de la humanidad y en especial los asalariados no conseguimos vertebrar una alternativa contrasistémica mundial que logre la implantación del socialismo internacional, nuevas épocas de vergüenza y dolor vendrán a sumarse a la extensa lista que el ser humano ha cosechado desde el inicio del Neolítico. Largo camino que suma ya más de 12.000 años, con luces y sombras, regidos por sociedades de clases vertebradas hacia la explotación de las mayorías. Es, en esta larga marcha hacia nuestra humanización completa, en la que nos situamos todavía. Y es desde esta “Prehistoria” de la especie humana de la que aún no hemos escapado, de donde el homo sapiens debe dar el salto definitivo hacia su humanización. Impulso que nos haga avanzar sin retorno desde la cruel infancia de un niño que juega con armas de adulto (diferencia históricamente acumulada entre progreso ético y progreso técnico), hasta la madurez de ciudadanos que viviendo en una comunidad avanzada, pueden ser felices desde el cuerpo y la mente de un adulto, sin olvidar el corazón y la generosidad de un niño18.
Mucho podemos aprender de los aciertos y errores de la revolución nepalí. Pero lo que está claro es que es muy difícil saber quién dice la verdad y quién no de los dirigentes maoístas. Quién está de lado del pueblo y quién de mano de los explotadores, porque ni nosotros ni sus propios seguidores nepalíes poseemos ni un tercio de la información que ellos manejan. ¿Cómo saber si Bhattarai es un “vendido” o está haciendo todo lo que puede para luchar por la acumulación de fuerzas revolucionarias en una posición precaria de fuego cruzado? ¿Cómo averiguar qué habló verdaderamente con el primer ministro de la India a puerta cerrada? ¿Cómo conocer qué les respondió Kiran a Prachanda y Bhattarai cuando le llamaron a su casa para que volviera al partido? ¿Cómo saber cómo y en qué términos hablaban todos ellos con los traficantes de armas cuando estaban en las montañas durante la guerra? ¿Cómo asegurar qué les cuentan verdaderamente a los funcionarios del Banco Mundial o al gobierno chino? ¿Alguien tiene idea, por ejemplo, de qué hablaron Raúl Castro y Bhattarai en la Cumbre de Río+20 cuando se fueron los periodistas?
Es imposible saberlo y sin información no podemos obrar con conciencia. Por eso una de las principales conclusiones que podríamos extraer de la experiencia nepalí, además del enorme coraje y la capacidad de lucha de su pueblo, es que necesitamos no sólo trabajar desde nuestros espacios de poder y militancia por una colectivización lo más completa posible de la economía; sino por una colectivización de la información pública bajo control popular19 (salarios, presupuestos, rentas, activos, procedimientos, financiación, empleos, etc). Debemos exigirles a los “líderes” que nos lo cuenten todo, o que se bajen del puesto y se dediquen a trabajar para otros donde guardar secretos se premie: como la banca o la mafia. La obligación de los líderes revolucionarios debiera ser decirnos toda la verdad, correcto; pero la nuestra debiera ser exigírselo con la suficiente fuerza para que pudieran hacerlo sin que les volaran la tapa de los sesos. Porque se pueden matar a los líderes díscolos con los intereses de las clases dirigentes, pero no a la mayoría de los pueblos. O de lo contrario, si seguimos como hasta ahora, el divorcio entre las élites del partido y las bases derivado de la asimetría de información será inevitable repitiéndose una y otra vez como una farsa convertida en tragedia. Y la materialización de la traición o la falta de entendimiento entre la praxis de los primeros por un lado, y los militantes de base por otro, será simple cuestión de tiempo. Sólo la colectivización simultánea de la economía, la información y la toma de decisiones nos llevará a un mundo regido por una democracia verdaderamente mundial y socialista, que transforme a cada individuo de la especie humana en coprotagonista de su vida con iguales derechos que el resto de sus semejantes.
Ya basta de figurar como “extras” o “secundarios” en esta historia dirigida por el Capital, pues como todos sabemos gracias al cine, la mayoría de ellos, o no pintan nada en la película, o al final de la misma mueren. Nosotros queremos vivir y vamos a luchar por hacerlo. Nuestros enemigos, pese a sus múltiples disfraces, se llaman capitalismo, ignorancia y cerrazón; mientras que nuestra única esperanza la porta aquella parte del género humano que fraternalmente lucha por su libertad con el poder revolucionario del amor20.

* Jon Juanma es el seudónimo de Jon E. Illescas Martínez, artista e investigador FCM en la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Alicante. Blog: http://jonjuanma.blogspot.com.es/ Correo: jonjuanma@gmail.com

Recientemente ha publicado el libro “ Nepal, la revolución desconocida. Crisis permanente en la tierra de Buda” , editado por La Caída y distribuido por Traficantes de Sueños y Virus: http://www.lacaida.info/

El presente artículo fue finalizado el 4 de julio de 2012 . Tiene derechos Creative Commons pudiendo ser reproducido libremente en cualquier lugar siempre que se conserve la totalidad del texto, la estructura, se cite la autoría y no exista ánimo de lucro.

Notas:

1. En este sentido, es muy recomendable ver el documental “Women Rebel” de la directora Kiran Deol, que versa sobre el proceso vivido por las guerrilleras maoístas y la mujer nepalí en estos últimos años.
2. Los miembros de este partido habían ocupado cargos gubernamentales mientras los maoístas combatían contra el ejército monárquico y frecuentemente se alineaban con posiciones defendidas por los conservadores del CN.
3. Prensa Latina, Rechaza primer ministro de Nepal exigencias de dimisión. 25 de junio de 2012. Ver: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=520131&Itemid=1
4. Alias de la guerrilla, de verdadero nombre Mohan Baidya.
5. Aunque algunos periodistas para facilitar un poco las cosas entre tanto baile de siglas “revolucionarias”, están optando por llamarlos Partido Comunista de Nepal Maoísta Revolucionario (PCN(m-r). Aquí un enlace del resumen de la sesión del nuevo partido para la prensa: http://revolutionaryfrontlines.wordpress.com/2012/06/21/nepal-the-new-maoist-party-meets-and-sets-its-course/.
6. Alias de la guerrilla, de verdadero nombre Ram Bahadur Thapa.
7. Los dalits son los llamadosintocables” en el sistema de castas. Según este sistema, los dalits no son siquiera una casta y por tanto están fuera del sistema, históricamente fueron condenados a realizar los peores trabajos y a vivir apartados de las castas superiores. Actualmente, al igual que en la India, en Nepal no es legal este sistema, pero tiene gran fuerza en las esferas de los privado y en las zonas rurales (el 80% de la población vive en el campo).
8. El Estado de Nueva Democracia, según entrevista a Baburam Bhattarai realizada por el World People's Resistance Movement (Britain) en 2009, sería un “estado proletario democrático” que vendría después de que los maoístas, en ausencia de una burguesía nepalí, llevaran a cabo la transición política de Nepal de un estado semifeudal y semicolonial a una democracia burguesa. Sólo entonces darían una nueva batalla para pasar de una superestructura política burguesa a otra proletaria.
9. La haliya era un sistema laboral que en la práctica resultaba un esclavismo parecido al que ejercen los terratenientes del norte de Brasil, en el cual los campesinos se endeudan por encima de sus posibilidades con el propio terrateniente para el que trabajan, para comprar enseres y alimentos que normalmente también vende aquel y de este modo quedan supeditados a su voluntad hasta que paguen la deuda (normalmente de por vida).
10. Según la estimación de la CIA en 2011, publicada en el World Factbook.
11. Según Balandana Sharma, coordinador del Secretariado para el Comité Especial para la Integración en el Ejército, ya “solamente” quedan, después de seis años, 3129 exguerrilleros en los acantonamientos, de los más de 19 000 desmovilizados en 2006. Ver en: http://timesofindia.indiatimes.com/world/south-asia/Over-6000-Maoists-retire-in-Nepal/articleshow/12748982.cms.
12. Según opinión de algunos analistas, Prachanda vendría a ser un “Santiago Carrillo a la nepalesa”, o sea un vividor y un oportunista especialista en cualquier tipo de transformismo ideológico.
13. Para conocer la opinión del Presidente de la Stock Broker's Association of Nepal, ver su entrevista en: http://www.gorkhapatra.org.np/rising.detail.php?article_id=67830&cat_id=29
14. ILLESCAS MARTÍNEZ, Jon E. (2012) Nepal, la revolución desconocida. Crisis permanente en la tierra de Buda. Madrid: La Caída.
15. ILLESCAS MARTÍNEZ, Jon E. (Jon Juanma) (2011) España, una nueva colonia en un mundo en quiebra. En CEPRID, el 10 de octubre de 2011. Ver en: http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article1261 o en italiano: ILLESCAS MARTÍNEZ, Jon E. (Jon Juanma) (2011) Spagna, una nuova colonia in un mundo in fallimiento. En ComeDonChischiotte, 12 de octubre de 2011: http://www.comedonchisciotte.net/modules.php?name=News&file=article&sid=2135 .
16. En el capítulo III del libro primero de El Capital, Marx define al dinero con su poder social privatizado como el gran leveller de la sociedad de mercancías, el que suprime todas las diferencias entre ellas.
17. Cada vez más, India y China se mueven en una dirección cercana a instaurar una nueva guerra fría planetaria: http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2012/04/120419_china_india_gran_juego_adz.shtml.
18. ILLESCAS MARTÍNEZ, Jon E. (Jon Juanma) (2010) Niños, hormigas y dinosaurios. En Rebelión, 2 de abril de 2011: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=125603.
19. Por primera vez en la historia esto es posible, debido al prodigioso avance de las telecomunicaciones y la informática, lo que en el marxismo son consideradas como parte del desarrollo de las fuerzas productivas.
20. El Che Guevara ya destacó que el amor debería ser una cualidad imprescindible en cualquier revolucionario.


Manifestación maoísta con danzas y cánticos.

 Simpatizantes maoístas luchando por los derechos de los campesinos en las tierras ocupadas.

Enorme concentración maoísta.

Guerrillerxs maoístas.

Primer Ministro actual de Nepal, Baburam Bhattarai.

Prachanda, exlíder de la guerrilla y actual Presidente del PCUN(m)

Kiran, líder del nuevo partido maoísta, el PCN(m)